martes, 9 de enero de 2024

Políticos y profesionales del ladrillo: ¿La connivencia fue un sueño temporal o es, aún, una realidad?


Fotografía creada con la ayuda de Bing-IA


09 enero 2024

- Hago que parezca un sueño que nunca se hizo realidad cuando recuerdo aquellos tiempos no tan lejanos, cuando el dedicarse al mundo inmobiliario, dirigiendo parte del destino de las inversiones de una parte importante del Gran Capital, donde la profesionalidad se valoraba, fundamentalmente, por la capacidad de manejar los hilos del Urbanismo Público y a sus designados democráticamente por el pueblo soberano para ello. Si eras muy amigo del Alcalde o del Concejal del ramo, eras un profesional muy válido y muy valorado, y no por tu muy universitario cum laude que te pudieras sentir. 

- Ese sueño se vestía de desfachatez absoluta cuando veías quién y quienes se llevaron la sardina del urbanismo al plato propio … pero ahora, una vez despiertos, hemos descubierto que no sólo se llevaron la sardina de las esencias, se llevaron al fuego de la desvergüenza, los iconos de la honradez, la fidelidad, la honestidad, el esfuerzo y la preparación profesional … nos llenaron de desencanto, de mala ejemplaridad y especialmente de simplismo, algo que los más jóvenes han aprendido con celeridad … ¿Para qué estudiar o para qué prepararse si se puede triunfar de un modo fácil con un pelotazo connivente-Administrativo o haciéndose un profesional de los DeLuxe o de los Reality Show?

- Recuerdo, en mis sueños ocultos, cuando uno de esos monstruos me decía … «Todo lo que hemos hablado y acordado, tú y yo, Enrique, se queda entre nosotros … somos gente de palabra ¿Verdad? … » – Y yo pensaba, a escondidas, claro que sí, pues en decir lo contrario pudiera irme el empleo, «entre gente honrada nunca hay un 500 € sobre la mesa» … qué horror. Todos o muchos, vivimos o supimos de ello y ahora todos o casi todos, se rasgan y hasta nos rasgamos, las vestiduras.

- Igual será todo como hacía mi amigo el médico que felizmente casado mantenía a su querida en un apartamento en La Albufereta, como algo normal en los 80 y nosotros, los machitos de siempre, hasta les envidiábamos. Nada o poco, ha cambiado … creo que siguen mandando los mismos de siempre … no sé si solo un poco o mucho, pero quizás sean los hipócritas de siempre ¿Verdad? 

- Rezo, todas las noches en mis sueños … que estos gestos irracionales e hipócritas, tengan solución algún día, no sé si muy lejano aún, por el bien de las generaciones futuras que, al igual que nosotros creíamos de nosotros mismos, igual se lo merecen o por lo menos, como cualquier mortal, merecen se les de esa oportunidad … la de intentar conseguir un mundo profesional honrado.

@etarragó


Cinco de mis mejores refugios






14 comentarios:

  1. Creo Enrique que Caín y Abel dejaron su semilla sembrada para siempre. Si antes no hubo justicia ahora tampoco la habrá. Habrá que seguir adelante con la conciencia tranquila quienes puedan hacerlo! Un abrazo!

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    1. Sí, amiga María Cristina, ha sido, tan solo, un desahogo, todo seguirá igual.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Creo que este modo de actuar se convirtió en cromosoma. Un concejal de mi pueblo tenía asignado el mote del "15%" y un buen número de mis exalumnos ambicionaban llegar a la política para hacerse ricos.

    Algo gordo tiene que pasar para que muden esas actitudes.

    Un beso.

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    1. Tiempos para no olvidar, Ilduara. Tendrán que resolverlo los que quieran sobrevivir a esta encrucijada.
      Hay trabajo y mucho.
      Fuerte abrazo.

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  3. Bueno, se decía antes, cuando aún cantaban los gallos : la palabra vale oro. Hoy la palabra aurífera, es un soborno, una coima, una mordida. Como decía un cercano mientras recibía un soborno en metálico, la palabra, la ética "valen guevo"
    Entonces me supo amargo el wiscacho que me invitó. Un abrazo
    Carlos

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    1. Jajajajaja, sé que no es para reír, pero esas expresiones tuyas me pirran, Carlos Augusto.
      Un abrazo.

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  4. Duele este tema, querido Enrique. Mucho...

    Pero soy más bien pesimista... Viendo como el virus del poder resulta tan contagioso y tiene efectos tan nocivos como la corrupción, me temo que no mejorará a corto plazo la situación. Y yo diría que los más jovenes, en muchos casos, no están aprendiendo valores, y se toman la honrradez como un inconveniente que resta a la hora de tener éxito profesional. Y es que lo es!!!

    El resultado de esta situación es la injusticia. Injusticia porque no todos compiten con las mismas oportunidades, porque ser honrrado es una desventaja.

    Espero que cambie, aunque soy pesimista de que ocurra a corto plazo... Gracias una vez más por tocar temas tan importantes.

    Y un enorme abrazo, querido amigo!!!

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    1. Gracias a ti, mi querido amigo Emilio. Esto ha sido, simplemente, un desahogo, una pataleta ... en fin, tienes razón, los valores donde agarrarse están perdidos o perdi´ñendose, mal lo tienen "los nuevos". Quizás lo mejor sea que mi abuelo decía lo mismo a mi edad.
      Un fuerte abrazo, Emilio, mucho ánimo, no decaigamos aunque en ello nos lleve la vida entera.

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  5. Uy cuando vez las noticias en mi pais de como gente que se hizo pasar por discapacitado que robo en forma terrible solo tu semanas en la cárcel . Que meten
    Sientes que este mundo se merece lo que le esta pasando. Te mando un beso.

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    1. Desgraciadamente la corrupción y la connivencia en los poderes públicos y hasta judiciales, es un mal muy extendido por todo el planeta, amiga Judit.
      Un abrazo, escritora.

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  6. Encomiable y loable ese sueño que parece irrealizable, dado el carácter egoísta humano y las malas prácticas. Pero ¡qué buena persona se adivina en ti, amigo Enrique! Gracias por mostrar ese lado de la cara que muestra razones para la esperanza.
    Un abrazo de comienzo de año.

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  7. Nada ha cambiado, Enrique, como bien dices. Quizás ahora se hace con más sutileza que hace 30 años, pero se sigue haciendo. Sigue rezando, pero yo creo que ya ni dios hace nada si no se lleva una comisión del 3% :)
    Un abrazo, Enrique.

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    1. Gracias por informarme, Diego, mantenía la esperanza, pero voy a dejar de rezar.
      Un fuerte abrazo.

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