08 mayo 2024
- Si estás hasta el gorro de todo lo que te ha pasado en estas últimas semanas (quizás meses), cansado de oír que todo lo que te sucede es tan normal como todos quieren hacerte creer, ya sabéis, "Oye, que ya no eres un chaval, es que ya tienes una edad" (por ejemplo), entonces no la tomes con nadie, asómate a tu ventana y si es necesario, atraviesa sus cristales con tu imaginación y ponte a volar en busca de una solución a tu mal hacer, a tu mal humor, a tus achaques, a tu por qué a mí, y a tu victimismo impostado. Párate y mira hacia tu interior, la mayoría de las veces es ahí donde están esos ocultos y terribles problemas que no nos dejan vivir (ni dormir), en paz.
- Hazme caso, ponte a "volar" durante unos deliciosos momentos por los cielos de los grandes sueños, descarga tus falsas (aún y reales), frustraciones y cree en ti y en que tu mundo, el que vas a vivir a partir de hoy, es solo cosa tuya; piensa que lo mejor, seguramente, está por venir, aunque ello te parezca imposible; recuerda que sólo hay una gran fuerza motriz que todo lo mueve, el deseo. Aplícate en ello ... tu futuro está en juego.
Es tarea vana animar a una persona que sufre depresión. Muchas veces el deseo es tarea ardua, no se presenta y la química no es suficiente. Creo que es más fuerte el poder de la disciplina y la responsabilidad.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, amiga Ilduara, quizás deba reconocer que, en esa situación, mi pretendido consejo de dar soluciones a una vida poco animada a cierta edad se circunscribe a todos excepto a las personas que presentan un cuadro depresivo agudo o, incluso, simple. No obstante, tengo un amigo que anda sumergido en un gran cuadro depresivo y estoy con él noche y día, y algo voy consiguiendo. No consigo que vuele, pero ya andamos.
EliminarUn fuerte abrazo, Ilduara.
Cierto. Mirar adentro de nosotros, para darle vuelta a tanto problema que no sólo nos indispone consigo mismos, sino también con los demás. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos Augusto.
EliminarMuy cierto el deseo la fuerza de voluntad y el trabajo continuo nos ayudan alcanzar lo que deseamos. Te mando un beso.
ResponderEliminarUn abrazo, Judit, así es.
EliminarBuen día amigo Enrique.
ResponderEliminarTras escribir unas palabras al son de las tuyas, las he suprimido. El tema que planteas es serio. La reflexión sobre ellas, delicada, personal. Acorde con lo que leo... Y entiendo. Y siempre con aprecio y respeto.
Pero, creo, no siempre soy capaz de transcribir, adecuadamente, el fondo de la cuestión...
Abrazos.
Siempre prudente, serio, sensato y atento.
EliminarUn abrazo, Ernesto.
Cuando amanecemos tristes porque algo no está funcionando como queremos, pensemos que cerca nuestro se pondrán tristes también, tomemos sus manos y a seguir adelante, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarEso es un buen consejo, Maria Cristina.
EliminarGracias.
Pienso así, querido Enrique. Digamos que esa es la base (como la base de la tarta, pero que luego viene lo mejor). Yo me puedo plantear una vida muy chachi solo??? No. en absoluto. Y te diré que me he pasado casi toda mi vida yendo por libre y centrado en mis sueños y quimeras. Mi vida ha sido como una Cruzada en la que los ideales y los principios eran lo más importante.
ResponderEliminarYa no. Los ideales siguen ahí, los principios siguen fuertes, pero ahora lo más importante es el contacto humano, el poder emocionarme con lo que las personas son y transmiten, y poder emocionar a otras personas. No hay nada más valioso... Y charlar sobre la vida, los ideales, el amor, los sentimientos, el dolor de las personas... Y buscar algún granito para aportar algo.
Y me resulta duro, porque cada ser humano nos hemos convertido en un castillo, y nos hablamos desde las almenas de nuestra arrogancia y las caretas de nuestra vanidad. Yo que me definí hace unos años como un "buscador de esencias y almas", resulta que llegar hasta el alma humana y compartir sus esencias se ha convertido en un propósito muy difícil. Tal vez ya lo era...
Cachis!!! Ya me enrrolle!!! Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Cuánta razón tienes, querido Emilio, arrogancia, vanidad y ausencia de amor verdadero tienen la culpa.
EliminarUn abrazo muy fuerte, poeta enamorado.