Fotografía de Ferdinando Scianna
17 noviembre 2022
- La esperaba, tenía dudas sobre cuál sería su valor, su moral, su capacidad de dejarse querer … y llegó.
– Te reías mientras repartías tus manos por mi cuerpo, sin darme cuenta aprecié que el viento ya no azotaba mis movimientos, ni el pecado era tan deseable, los gemidos han cambiado su origen y las sombras se van amontonando sobre las cejas de los sentimientos perdidos.
– Ni las risas, ni las historias de impenitentes orgías incumplidas ayudan a mantener la atención erecta, nada está perdido, ni logrado, todo es una falsa primavera en un mundo etéreo, vulgar y poco comprometido, pero, extrañamente, feliz.
– Me empiezas a abrazar con trazos duros, gestos incomprensibles y mirada canosa, me haces ganar en respeto, pero me quitas dignidad, estilo y no sé qué más, sí, me estás poseyendo, amiga, me estás matando cada poco un poquito más, querida, sí, me estás apartando la vida, pero, a pesar de ello, te quiero nueva amiga, bienvenida, mi nueva gran querida amiga que te haces llamar vejez.
– Eres dulce persuasiva y posesiva … me matas, pero lo haces dulcemente y por eso te adoro, nunca pensé que cuando llegaras te fuera a querer tanto.
Quiérela mucho y más, trátala como se merece, y ya no querrá irse ni destratart, mientras la disfrutas cada día más... Tú me entiendes.
ResponderEliminarAbrazazo argento por tan original sincero relato...
La trato como si fuera yo mismo, amigo Carlos.
EliminarYa sabes, "no hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí".
Gracias mi amable poeta, te mando un abrazo muy grande, es viernes.
Bienvenido al club de la libertad, del amor por la vida y de la mirada serena, y a disfrutar de tu estancia en él. ¡Enhorabuena!.
ResponderEliminarNo se puede contar de forma más bella, tu rencuentro contigo mismo.
Un fuerte abrazo, amigo Enrique.
Gracias, Manuel, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Haces bien en tenerla como amiga, porque si no te va a hacer sufrir mucho.
ResponderEliminarYa somos inseparables, Tracy.
EliminarHay textos dificiles de comentar, al menos para mi, porque estan cargados de un sentimiento tan fuerte del protagonista que todo lo que uno pueda agregar "sobra".
ResponderEliminarAdoro que puedas abrazar con amor cada etapa de la vida, porque eso es lo que te mantiene "eternamente joven y feliz". Te admiro . Mil besos y bonito viernes
Gracias, querida Eli, hay cosas que son tan evidentes que no necesitan ninguna apostilla. Yo estoy encantado, creo que vivo la etapa más feliz de mi vida, donde la libertad y la razón campan a sus anchas en este espacio en el que vivo, tanto el endógeno como el exógeno, vivir es una maravilla que no siempre hemos sabido apreciarla, se hace más querida, curiosamente, cuando más cerca está de su final, pero aún y después de que eso pase, seguiré pensando en ella, en su belleza, esté donde esté.
EliminarComo decían los artistas de los teatros de mi época, te diré, querida Eli: "Gracias por venir".
Feliz viernes, con su noche.
Bella metáfora el tiempo pasa para todos. Te mando un beso.
ResponderEliminarMe has recordado, amiga Judit, la letra de una vieja canción de Milanés: "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos ..."
EliminarFeliz viernes, escritora.
Un excelente texto, amigo. Muy propio de ti.
ResponderEliminarJustamente ayer valoraba el sentido de tus publicaciones, en general, y llegaba a la conclusión de que como participante de este ruedo de amigos y lectores, eres muy activo. Y la calidad de tus trabajos, sobresaliente.
Otros también, cómo no, cada uno en su estilo y frecuencia, pero encontrarte cada día con algo nuevo, de mérito.
El texto de hoy, ¡cum laude!
Fuerte abrazo Enrique. Buen finde.
Enrojecí, amigo Ernesto.
EliminarSin más palabras que ... ¡gracias!
También se está haciendo amiga mía...
ResponderEliminarVaya...
Parece ser que es muy cariñosa y nos convence a todos ... y todas, TS.
EliminarFeliz viernes.
Hoy tengo que discrepar, Enrique. Perdona, porque me fascina como escribes. Incluso me fascina esta entrada!!! Pero esta vez debo discrepar radicalmente!!!
ResponderEliminarY mi discrepancia llega hasta el punto de decirte con amistosa ternura que no te has mirado al espejo o que no has visto bien a quien tienes dentro de tí, o enfrente si estás delante del espejo. Discrepo!!!
Porque la vejez habrá llegado a tu cuerpo, y te empezará a traer los consabidos achaques. Pero qué es tu cuerpo??? No más que el vehículo que lleva al que lo conduce.
Yo te leo y no veo a un viejo atacado por la vejez en tí. Yo veo un ser lleno de vida, a un ser que ama con infinita dedicación y ternura. Un ser sensible y apasionado. Un ser al que le arde la vida del vigor que lleva dentro!!! Este si eres tu. No lo es tu cuerpo, lo es tu alma!!! O tu mente, si el término alma te resulta incómodo.l
Últimamente me ha dado por decir que el alma no tiene edad, que es inmortal. Incluso que el alma puede viajar de cuerpo en cuerpo, como quien cambia de coche. Es un poco más complejo lo que pienso, pero para lo que hablamos es suficiente dejarlo así.
En definitiva, dile a esa compañera, que solo lo es de tu cuerpo, que te deje tranquilo, que no eres y nunca serás un viejo. Para disfrute nuestro, amigo mío!!!
Y quiero rectificación!!! Jajajajajaja (disculpa mi provocación, es noble, te lo aseguro)
Un enorme abrazo, querido y joven amigo!!!
Claro que sí, amigo Emilio, me lo tomo como es, como lo escribes, es todo un cúmulo de halagos, pero debo decirte que yo, entendiendo que no puedo tener vida eterna, estoy muy feliz con mi vejez, aunque sí te diré que me gustaría que esta vejez me durara tres vidas más ... al menos.
EliminarUn abrazo, querido Emilio, erers un ángel.
Gracias.
La vejez llega, a veces cargada de miramientos y a veces amenazando con dolores, pero en cualquier caso, nos mantendremos serenos, haciendo lo necesario para seguir disfrutando, incluida su compañía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una gran y hasta ahora desconocida amiga, Alfred. Estoy encantada con ella, como le digo a mis amigos, si lo sé, me hago viejo mucho antes.
EliminarUn abrazo.
jaja pues ¿sabes qué? creo que esa es la actitud, intentar ser feliz en cualquiera de las circunstancias y etapas, que hay que aprender a saborearlas porque todas tiene su encanto... aceptar que la vejez llega, porque el tiempo pasa para todos, es ley de vida y además está bien que así sea, pero sin suponer que por ello todo se acaba... a ver, que no vamos a correr como cuando teníamos 15 años, por supuesto! pero se puede suplir la velocidad con la estrategia ; ) ( por eso meencanta el pádel, ahí uno de 50 o más, puede ganar a uno de 20.. es más, destrozarlo jajaja aun cuando los dos jueguen bien ; ) ... la mente no envejece, si entrenamos duro ; )
ResponderEliminarTe ha enlazado ERNESTO a su entrada y gracias a él te he descubierto ; ) ni siquiera le he dicho nada en su entrada ( que voy ahora ) pero me ha encantado la tuya y por eso, dicho queda ; )
Un placer!
Gracias, María, Ernesto es todo un personaje de la "bloguería".
EliminarAgradecido por tu comentario, Maria. Busco un hueco y paso a verte.
Un abrazo de miércoles.
Hola Enrique>:Ernesto me ha traído sin querer a conocer a tu extraña y querida amiga y me da gusto leer como la aprecias ,reconocerla como lo haces, en mi, hoy ha hecho una diferencia(siempre siento que el universo me lleva a leer justo algo que me toque y permanezca en mi pensar no solo un momento ,la empatía que se encuentra en la mirada escrita de otros es impresionante cuando estamos realizados ,conscientes ,agradecidos de vivir la hermosa y larga vida.Te dejo un abrazo inmenso y un beso.
ResponderEliminarGracias, Menta, me alegra muchísimo lo que me cuentas, te diré que a mi muchas veces me pasa lo mismo.
EliminarUn abrazo y gracias por tu amabilidad.
Hola Enrique. Vengo a tu blog gracias a Ernesto que te mencionó en su entrada anterior y agradecido por ello pues siempre es de agradecer conocer gente nueva y más si esa gente es como tú. No, no es fácil aceptar la amistad de esta dama que llega a nuestras vidas para contarnos las verdades del barquero, para ponernos en nuestro sitio y para hacer que nos dejemos ya de tonterías y de falsas ilusiones. Por ello, porque no es fácil, admiro tu actitud ante ella y creo que es esa precisamente la actitud más sabia ante la vejez. Todo lo demás son rodeos al hoyo donde tarde o temprano caeremos sin remedio.Es muy cierto que estos años postreros también tienen su encanto y sus ventajas si sabemos apreciarlos y eso es lo que debemos procurar, sin más historias.
ResponderEliminarGracias por tanta lucidez ante lo irremediable y, sobre todo, gracias por animarnos a encontrar luz en la oscuridad.
Fuerte abrazo
Gracias, Joaquín, has sido muy amable y tu comentario me ha llenado de satisfacción y ha subido mi autoestima.
EliminarErnesto es un personaje único.
Saludos.