Una gran tormenta es lo que se esperaba, pero la superé, estoy vivo, María Cristina, hay vida sin pantallas. Mis nietos se quedaron muy extrañados de que superar la prueba sin coger ninguna enfermedad ni mal alguno (jajajaja).
Gracias a todos, no, no me he muerto, pero mi FSHD avanza muy rápidamente y lo más importante, sigo feliz. Vivir es un lujo que no debemos despreciar nunca.
Me pondría a leer y a escribir. Te mando un beso.
ResponderEliminarTe imagino, querida Judit.
EliminarNo caerá esa breva... :)
ResponderEliminarEs voluntad propia, Diego.
EliminarLa diferencia entre "pánico" y "éxtasis", en casos como éste, somos, creo, nosotros mismos...
ResponderEliminarInteresante experiencia.
Abrazos Enrique.
Sí, estoy bien, no me ha pasado nada, sigo viviendo, Ernesto, es increíble, sin pantallas hay vida y hasta es mejor.
EliminarUn abrazo, Ernesto.
Y produjeron un maremoto!!! Un descanso necesario, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarUna gran tormenta es lo que se esperaba, pero la superé, estoy vivo, María Cristina, hay vida sin pantallas. Mis nietos se quedaron muy extrañados de que superar la prueba sin coger ninguna enfermedad ni mal alguno (jajajaja).
EliminarQuerido Enrique que alegría ver que abriste los blog, que Dios te proteja.
ResponderEliminarAbrazos y te dejo un besito
Gracias a todos, no, no me he muerto, pero mi FSHD avanza muy rápidamente y lo más importante, sigo feliz. Vivir es un lujo que no debemos despreciar nunca.
ResponderEliminar