03 diciembre 2023
- Yo ponía los discos, era el día del Pilar, aquel día habían venido chicas nuevas y estaban todos como locos.
- Eran amigas de una vecina del “Paperinas” y la cosa se complicó, mi dormido corazón se enamoró como un niño, casi como lo que era, de aquella preciosa pelirroja que no hacía más que hablar y reír mientras todos los “Vampiros” la merodeaban.
- Era el año 1966, teníamos diecisiete años.
¡Ay!, Quien pudiera volver a esos años de juventud y enamoramientos, porque ya lo que nos queda son los recuerdos, y el procurar vivir lo que nos queda lo más felices posible.
ResponderEliminarPerdona, Enrique, mi ignorancia, pero lo de las fotografía con la ayuda de BingAl, que significa, que eres tu el que aparece en la misma y te la ambienta esa aplicación, o es todo ficción?. Sea lo que que sea es una postal preciosa, que ambienta muy bien lo que cuentas... o fue el huevo antes que la gallina?
Un fuerte abrazo.
Hola Manuel. Tu diseñas la fotografía con texto y detalles que quieres que aparezcan en la fotografía y vas reformando sobre los resultados.
EliminarNo es muy difícil., es como todo, práctica.
Un fuerte abrazo, historiador
La edad precisa para que el corazón se dejara sembrar por el pelo o la sonrisa de de una jovencita. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarY sigo con ella, Carlos Augusto.
EliminarUn abrazo fuerte.
¡Qué tiempos...!
ResponderEliminarPara mi, únicos.
EliminarUy ahí empezó su historia. Que dulce recuerdo. Te mando un beso.
ResponderEliminarAsí es, Judit ... nunca lo olvidé, ni lo olvido.
EliminarUn abrazo, escritora.
Esos amores que nunca se olvidan, los de nuestro primer albor al amor! Ah, y veo ahí que perdura, un milagro maravilloso! Un abrazo Enrique!
ResponderEliminarP.D: Mi primer amor unilateral se llamaba Enrique José Vidal, se quedó en Uruguay, no lo pude atraer, como mi papá a mi mamá.
Qué pena, María Cristina, el amor temprano, habitualmente es para toda la vida (siempre que sepa acomodarse a cada etapa vital).
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Qué linda historia, y que haya perdurado, es maravilloso. A mí me sucedió a los 12, solté inmediatamente las muñecas y comencé a ponerme levemente coqueta, pero fue solo una esperanza mía, que duró hasta los 15, edad en que aun no sabía lo que era besar a alguien. Ya después la historia tuvo vuelcos y pude saborear el amor de otros labios.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo amigo, y te deseo bella semana.
Paty
Gracias, Paty, el amor es nuestra verdadera "savia" vital.
EliminarFuerte abrazo, poetisa