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04 diciembre 2023
- Sé que, para muchos de mis amigos, la Navidad no es algo, ni querido, ni deseado. Unos porque les recuerda una infancia menos feliz, otros porque en esas fechas murió algún ser querido y luego hay quien la odia porque le recuerda su soledad.
- Juan me contaba, esta madrugada, que muerta su mujer hace trece años, no se habla con sus hijos (que viven en Hamburgo y Detroit), por la cuestión de la herencia de su madre, la cual, los hijos, reclamaron, incluso, por via judicial, y a resultas de ello rompió la escasa relación que con ellos tenía.
- Juan, por todo ello, odia la Navidad. Juan no tiene con quien pasarla y como Juan hay muchos.
- Aquel famoso mensaje comercial de ponga a alguien que viva solo en su mesa de Navidad y el clásico anuncio muy navideño de "vuelve, a casa vuelve por Navidad", me hacen sentir algo como aquello que le sucedía al cantante de aquel famoso grupo de los Llopis en los 60, es algo muy raro que me hace estremecer.
- Esas sensaciones son con las que admiro sorprenderme a mí mismo y no solo por su valor, me gusta saber que soy, aún, capaz de sentirlas.
La navidad, a pesar de ser una tradición, nadie se la arranca del alma. asumo, más, por los recuerdos de niño. Quién no ansiaba que culminara el año escolar, para disfrutar de la navidad, y los matachines: los toros de candela, la cucamba, los diablos que lo perseguían a uno para darle con una pelota hecha de vegiga de res, y cada quien se disfrazaba para gozar de las fiestas. Ya más volantón, se recuerdan los aguinaldos, que no sé si en ESpaña tienen ocurrencia, y refieren a los nueve días de la novena, donde uno jugaba, era más apostar para ganárselo, como el beso robado que, siempre se jugaba con la jovencita que a uno le gustaba, hablar y no contestar, estatua, entre los que me recuerdo. Difícil no reunirse en las fiestas de año nuevo y Navidad. Mi padre se murió entrado enero, y como siempre se le recuerda agratamente, porque a él le gustaba disfrutar en familia, con trago, buena comida, cantos y música, de estas festividades. UN abrazo desde este aprecio colombiano.
ResponderEliminarGracias, Carlos Augusto, las costumbres de tu bello País y de su buena gente son, prácticamente idénticas a las que hacemos por aquí.
EliminarA mí me encanta la Navidad, la celebro por todo lo alto y no hablo de comidas y bebidas (qué también), hablo de emociones.
Un abrazo muy fuerte.
¿A mí?
ResponderEliminar¡Mejor ni te la cuento!
Me lo imaginaba, Tracy, jajajajaja
EliminarA pesar de todo me gusta la navidad. Pero hay tanta gente sola en estas fechas. Te mando un beso.
ResponderEliminarEs cierto, Judit, mucha gente sola que lo pasa muy mal.
EliminarUn abrazo, escritora
Tal cual un día cualquiera amigo Enrique. En lo que tienen dichos días de satisfactorios dentro de su naturalidad. Exceptuando el cordero y algo de turrón que solemos comer por esas fechas.
ResponderEliminarEl "encanto" de la niñez y la juventud, los villancicos, queda algo lejano.
En cuanto a la "soledad"... que no la de Emilio José que estoy escuchando ahora mismo... :)))))), es una opción que suele estar presente a ciertas edades. ¡Pero no siempre! ¡Y menos en la vida de muchos!
Una vez más la alegoría de la siembra y la cosecha suelen simplificar mucho las cosas. Basta, bastaría con aplicarla. Pero no a última hora, donde ya ni la comprensión de ella está presente.
¡Hay que tomar conciencia antes, mucho antes! ¡Y "trabajarlo"!
Mi padre, por su elevada edad, se fue con cien años, le oí decir un día que los amigos de antaño iban desapeciendo... La soledad nunca estuvo presente en él. Circunstancias y carácter no la crearon.
Desde ese día valoro en mucho, y "me prodigo", en las relaciones que mi hija e incluso nietas mantienen con sus amigas.
A un cierto nivel, por supusto, "uno más".
Gran abrazo Enrique.
Siempre entrañable s tus comentarios, amigo Ernesto, siempre oportunos, sinceros y diferentes. Aprendo mucho contigo.
EliminarPara mí la Navidad representa una parte muy importante de mi vida donde las familias se reúnen, hablan, cantan y son felices, además la Navidad no es solo una fecha, son varias y con muchos encuentros que durante el resto del año no somos capaces de encontrar ese hueco para hacerlos.
En fin, hay, además, una parte nostálgica que tampoco puedo olvidar nunca. La Navidad es un estado anímico extraordinariamente bello.
Un abrazo, amigo.
Sí Enrique, a pesar de las ausencias aún quiero estar con los que quiero en Navidad, y hacer planes, este día acá el otro allá, justo hoy pensaba que debo hacer las compras con antelación, esta misma semana si puedo, un abrazo navideño, que el 8 hay que armar todo!
ResponderEliminarComparto esa dicha, María Cristina, la Navidad es siempre algo único, diferente y muy emocional.
EliminarUn fuerte abrazo.
La tristeza o la alegría se manifiestan con mayor intensidad en estas fechas, pero no están ausentes el resto del tiempo. Quien está apagado y triste, debiera procurar, al menos, no estar solo y dejarse querer por quienes lo aprecian. El problema es que muchas veces la melancolía te hace un ser apático, y contra eso es complejo luchar, por más que sus amigos(as) insistan. Es triste la historia de Juan, probablemente aun no ha sanado sus duelos, y las heridas siguen sangrando. La vida nos ofrece formas de reinventarnos, pero hay que querer reinventarse. Realmente Navidad es una fecha muy especial, muy emotiva, en la cual quienes se quieren se reúnen, se regalan, se abrazan. Estoy separada, pero nunca estuve sola, gracias a Dios tengo hijos, ahora nietos y una familia grande y cariñosa, lo cual es una bendición. Tu tema hace pensar... me quedo así, pensativa... pero agradeciendo lo que si tengo y triste por quienes no lo tienen...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo, espero que tengas una bella Navidad junto a tus afectos.
Paty
Pienso como tú, Paty, la Navidad intensifica nuestros sentimientos y en mi caso mucho más. Lo aprendí de mis Padres y de mis Abuelos, la Navidad es el altar de la reunión familiar anual inexcusable. Como tú, lamento mucho la soledad no deseada del que la sufre en estas fechas.
EliminarUn fuerte abrazo, poetisa.
Me falta mucha gente importante, de todos modos seguimos reuniéndonos hermanos, cuñados y sobrinos.
ResponderEliminarUn beso.
Estoy en tu misma situación, Ilduara, cuando llegan estas fechas me da por ver fotos y vídeos de muchos años atrás y ... en fin, lo mismo que te pasará ati.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga Ilduara.
Las Navidades son unas fechas entrañables, pero entiendo, y me da pena de las personas que se encuentran solas. Por las demás causas se puede superar perfectamente aunque haya unas cuantas sillas vacías en los días principales.
ResponderEliminarYo como tú, me gusta y aprecio sentir esas sensaciones, emociones de cualquier tipo, de alegría o pena, señal de que estamos vivos y cualquier circunstancia nos toca el corazón.
Te deseo unos días muy bonitos, saludables y llenos de amor y paz.
Un abrazo Enrique.
Gracias, Elda, para mí la Navida se convierte en un especial estado de ánimo que me invade a cada momento que oigo una sintonía, un villancico o un simple anuncio. Inevitable, entrañable y muy feliz.
EliminarUn abrazo fuerte.
Primero que todo, decir que me considero una persona muy cariñosa y familiar. Pero cuando te has divorciado, has formado una nueva pareja que tiene hijos, y tu ex ha formado también una nueva pareja con otros hijos, y el ex de tu mujer actual ha formado otra familia, es muy difícil consensuar qué días ver a quienes durante estas fiestas. Yo decidí hace unos años invitar a comer el día 25 de diciembre (fuera de casa, en mi casa no cabríamos) a mis hijos, sus mujeres, mis nietos, al ex de mi actual mujer, a su mujer actual, a su hija, a sus hijos, a mis ex consuegros… Con este “totum revolutum” consigo conciliar en un solo día todos los compromisos de estas fechas. Me cuesta una pastizara pero la doy por bien empleada, el ambiente es muy alegre y relajado y lo pasamos muy bien. Hay buena relación entre todos, ex incluídos.
ResponderEliminarPero para ser sincero, desde que trasladaron el día de la madre a mayo por motivos comerciales, desde que apareció un tal papá Noel haciendo la competencia a los RRMM, desde que se convirtieron en algo tan material, estas fiestas han perdido para mí su imagen familiar; ahora son otra cosa. Por eso, para mí el día más feliz de las navidades es… el 7 de enero.
Ay, amigo Diego, me has recordado sin querer a esas películas de los 50 en que la Doris Day mostraba a toda su familia con todos sus ex y con todos sus hijos ... una fiesta, pero dices bien, quizás sea lo mejor que llegue pronto el día 7 de enero.
EliminarFeliz Pre-Navidad, Diego.