02 diciembre 2023
- Los domingos por la tarde estaba cansado pues los partidos nuestros siempre se jugaban por la mañana del Domingo, por lo que yo me dedicaba a poner los discos en las fiestas que hacíamos en Casa de Enrique "el paperinas".
- Me acuerdo de un día que, jugando en el Asilo Durán contra los mejores del lugar, le entré, al estilo de un seguro defensa central como yo lo era entonces, a uno de los “pelaos” (todos iban con el pelo al cero), que ya hacía rato que me estaba tocando lp, y lo mandé contra la alambrada que separaba el campo del público.
- El rugir del público, un público muy especial (los internos), me hizo sentir el primer miedo de mi vida cuando yo solo tenía catorce años.
- Claro que si os contara lo que me pasó en el Campo del Sans o en el del Iberia … pero eso será otro día.
Una foto muy chula y una experiencia para recordar.
ResponderEliminarLa verdad es que tengo tantas, Tracy, que ...
EliminarSupongo que la fotografía de espaldas es para más tarde no reconocer al autor de alguna de esas jugadas al vuelo, jajaja, esperamos las anécdotas, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarTengo muchas, María Cristina, tiempo al tiempo, si me lo dan.
EliminarFuerte abrazo
Quedamos a la espera.
ResponderEliminarPero indentifícate, si es posible, de frente y no de cogote... :)))))
Abrazos.
Esa foto es de los mayores, nosotros, los infantiles, no teníamos tanta prensa.
EliminarUn abrazo, Ernesto.
El fútbol, una fiebre de juventud, donde se jugaba, sientiendose una estrella de fútbol. SE entraba fuerte, menos mal que no hubo ninguna lesión de consideració. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarEl fútbol fue mi pasión, mi máximo fue llegar a los juveniles del RCD Espanyol de Barcelona, ahí tuve que decidir, trabajar, estudiar y fútbol, dejé el fútbol
EliminarUn abrazo, Carlos Augusto