Seguramente será así, Alí, me refiero a los atardeceres, pero aquí en el Mediterráneo Occidental el sol se va detrás de las montañas o de los edificios y, por tanto, no ofrece una vista al horizonte como lo hace, aquí, el amanecer. Un abrazo, Alí.
Pero tienes que tener en cuenta algo más, Enrique.
Esto es como en los amores apasionados. O es cosa de dos o es cosa de ninguno. La vista es maravillosa, pero la magia está en que tu te enciendes con lo que ves. Dentro de ti ya está la sensibilidad de emocionarte con la magia de un nuevo amanecer, con todo su juego de luces y destellos.
Y te diré más. A mí, lo que me emociona más es encontrar personas que se emocionen con estas cosas. Sensibilidad... Sensibilidad, amigo mío!!!
Gracias, Emilio, estoy como tú, yo, además de emocionarme cuando encuentro alguien que tiene sensibilidad, me sorprende por igual. Feliz jueves, poeta enamorado.
Recibir el amanecer es magia pura, es ver cómo nace la luz en el horizonte, es presenciar cómo el paisaje oculto por la oscuridad regresa a nuestros ojos, es sentir como nuestra naturaleza despierta y nos permite percibir esa mágica tibieza de los primeros rayos del sol. Cada nuevo día es un recordatorio de que Dios, la vida, el universo, la suerte, el azar, el caos (o en quien tengamos fe) nos brinda una nueva oportunidad para seguir escribiendo un nuevo capítulo en la historia de nuestra existencia, y ya de nosotros depende hacerlo con buena letra. Bienaventurados los que (como tú) saben disfrutar de las cosas simples de la vida (como presenciar un amanecer) porque siempre tienes y tendrás una razón (o un pretexto) para ser feliz y hacer felices a los que te rodean. ¡Saludos amigo!
Tienes una buena pluma para escribir, Juan Carlos. Intenté saber de ti para leer algo tuyo y encontré sólo esto: "Me preguntaron ¿Quién eres? Me vi al espejo y esto salió: Pasajero de este planeta, esclavo de su libertad que vive libre de riquezas:.." - Soprendente. Feliz jueves.
Así es, María Cristina, no sólo es una afición o un desahogo, no, es un acto de agradecimiento al estilo de como decían las antiguas vedetes del teatro cuando salían a escena: ¡¡¡Gracias por venir!!! Feliz jueves.
Me encanta, ver amanecer. Es como el comienzo de la vida. Esa vida, que es efímera y se escapa de las manos. A ella me aferro. Cuando todo es noche cerrada, aparece un sol lleno de vida, que invita a vivir intensamente. Un abrazo, Enrique.
¡Qué paradojas tiene la vida estimado Enrique!. ¿Por qué razón nos damos cuenta ahora, que el tiempo avanza y no retrocede y, de lo maravilloso que es la vida?. Recuerdo mi adolescencia y mi obsesión por ser mayor de edad para salir de casa, trabajar y hacer mi vida. No miraba los amaneceres, eran parte del paisaje, pero la vida avanza, los años llegan y solo allí nos vamos dando cuenta de lo afortunados que fuimos.
Permíteme un dato de quien dijo la frase que preside tu imagen de hoy:
En 1244 y a la edad de treinta y siete años, Rumi conoció al errante espiritual llamado Shams-e-Tabrizi.
El encuentro de Rumi con Shams puede compararse con el encuentro de Abraham con Melquisedec. La siguiente explicación se la debo a Murat Yagan: “Un Melquisedec y un Shams son mensajeros de la Fuente. No hacen nada por sí mismos, sino que traen iluminación a alguien que puede recibirla."
Precioso amanecer, Enrique. Y seguro que envuelto en brisa fresca y silencio, las ciudades (sus inquilinos) son perezosos a la hora del despertar. Yo siempre he preferido los ortos a los ocasos. Mejor, las puestas de sol sobre el mar son imposibles de ver en nuestro querido Mediterráneo. Un abrazo.
Así es, Diego. Estuve tres años, casi, desarrollando un par de proyectos hoteleros en la isla de Lanzarote y fui allí donde experimenté por segunda vez (la primer fue en la Italia mediterránea) el ocaso con el sol en el horizonte y fue tan bello como el orto de nuestro levante. Maravilla la naturaleza. Feliz sábado.
Siempre que hemos viajado al mar he madrugado para ver como iba levantándose del mar Enrique. También he esperado para ver como se acostaba Son regalos impagable. Gracias por recordármelo.
El amanecer es como un rito para mí, significa un día más, un día más de felicidad, de estar, de amar, de sentir ... de vivir. Vi en tu blog ese magnífico post sobre el amanecer y es bellísimo. Un abrazo, Laura
Así mismo es. Pero el atardecer me parece aun más mágico que el alba, el problema es que la gente en su ajetreo no lo aprecia como es debido
ResponderEliminarSeguramente será así, Alí, me refiero a los atardeceres, pero aquí en el Mediterráneo Occidental el sol se va detrás de las montañas o de los edificios y, por tanto, no ofrece una vista al horizonte como lo hace, aquí, el amanecer.
EliminarUn abrazo, Alí.
Cada día amanece un premio.
ResponderEliminarSaludos.
Así es, TS, cada día que va pasando noto que me emociona un poco más ver salir el sol.
EliminarUn abrazo, compañero.
¡Es una foto realmente preciosa!
ResponderEliminarMis felicitaciones, Enrique.
Por la foto y por esos grandes momentos de tu vida...
~~~~~~
Gracias, Majo, eres siempre muy amable. Ver amanecer es un regalo.
EliminarFeliz jueves.
Pero tienes que tener en cuenta algo más, Enrique.
ResponderEliminarEsto es como en los amores apasionados. O es cosa de dos o es cosa de ninguno. La vista es maravillosa, pero la magia está en que tu te enciendes con lo que ves. Dentro de ti ya está la sensibilidad de emocionarte con la magia de un nuevo amanecer, con todo su juego de luces y destellos.
Y te diré más. A mí, lo que me emociona más es encontrar personas que se emocionen con estas cosas. Sensibilidad... Sensibilidad, amigo mío!!!
Y me parece genial...
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Gracias, Emilio, estoy como tú, yo, además de emocionarme cuando encuentro alguien que tiene sensibilidad, me sorprende por igual.
EliminarFeliz jueves, poeta enamorado.
Me alegra ver que no siempre soy el último!!! Jajajajaja
EliminarBendita sensibilidad, Enrique!!! Por ahí empezamos a recuperar el maravilloso e imprescindible espíritu de los niños...
Dios te oiga, Emilio.
EliminarRecibir el amanecer es magia pura, es ver cómo nace la luz en el horizonte, es presenciar cómo el paisaje oculto por la oscuridad regresa a nuestros ojos, es sentir como nuestra naturaleza despierta y nos permite percibir esa mágica tibieza de los primeros rayos del sol.
ResponderEliminarCada nuevo día es un recordatorio de que Dios, la vida, el universo, la suerte, el azar, el caos (o en quien tengamos fe) nos brinda una nueva oportunidad para seguir escribiendo un nuevo capítulo en la historia de nuestra existencia, y ya de nosotros depende hacerlo con buena letra.
Bienaventurados los que (como tú) saben disfrutar de las cosas simples de la vida (como presenciar un amanecer) porque siempre tienes y tendrás una razón (o un pretexto) para ser feliz y hacer felices a los que te rodean.
¡Saludos amigo!
Tienes una buena pluma para escribir, Juan Carlos. Intenté saber de ti para leer algo tuyo y encontré sólo esto: "Me preguntaron ¿Quién eres? Me vi al espejo y esto salió: Pasajero de este planeta, esclavo de su libertad que vive libre de riquezas:.." - Soprendente.
EliminarFeliz jueves.
Siempre hay que agradecer un nuevo día, te mando un beso.
ResponderEliminarA mi edad y condición, es a lo que aspiro cada día, soy feliz, me gusta vivir y quiero ser agradecido, querida amiga Judit.
EliminarUn abrazo, escritora.
Qué hermosa fotografía, y es verdad, los amaneceres son inspiradores, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarAsí es, María Cristina, no sólo es una afición o un desahogo, no, es un acto de agradecimiento al estilo de como decían las antiguas vedetes del teatro cuando salían a escena: ¡¡¡Gracias por venir!!!
EliminarFeliz jueves.
Me encanta, ver amanecer. Es como el comienzo de la vida. Esa vida, que es efímera y se escapa de las manos. A ella me aferro. Cuando todo es noche cerrada, aparece un sol lleno de vida, que invita a vivir intensamente.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Una descripción perfecta, Maripaz, así me siento yo.
EliminarGracias por contármelo de tan feliz manera.
Un abrazo.
Hace años, cuando empecé a trabajar, veía amanecer a diario. Es todo un espectáculo, me gusta verlo en soledad, es un momento muy íntimo.
ResponderEliminarUn beso.
Pocas cosas ofrecen tanta belleza, Ilduara.
EliminarUn abrazo.
Una día más, una nueva oportunidad, inevitablemente me genera expectativa, Enrique. Comparto tu sentimiento.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos, amigazo!!
Gracias, Carlos, es una sensación que no es fácil de explicar, es única.
EliminarUn abrazo, poeta.
¡Qué paradojas tiene la vida estimado Enrique!. ¿Por qué razón nos damos cuenta ahora, que el tiempo avanza y no retrocede y, de lo maravilloso que es la vida?. Recuerdo mi adolescencia y mi obsesión por ser mayor de edad para salir de casa, trabajar y hacer mi vida. No miraba los amaneceres, eran parte del paisaje, pero la vida avanza, los años llegan y solo allí nos vamos dando cuenta de lo afortunados que fuimos.
ResponderEliminarAbrazos y buen finde
Me dejas sin respuesta, Tatiana, todo lo que has escrito, en mí, es.
EliminarSincero abrazo, muy fuerte.
Permíteme un dato de quien dijo la frase que preside tu imagen de hoy:
ResponderEliminarEn 1244 y a la edad de treinta y siete años, Rumi conoció al errante espiritual llamado Shams-e-Tabrizi.
El encuentro de Rumi con Shams puede compararse con el encuentro de Abraham con Melquisedec. La siguiente explicación se la debo a Murat Yagan: “Un Melquisedec y un Shams son mensajeros de la Fuente. No hacen nada por sí mismos, sino que traen iluminación a alguien que puede recibirla."
Abrazos Enrique.
Ilustre aclaración, querido Ernesto, eres un gran entendido en la materia y yo solo un admirador más, tuyo también desde que te conozco.
EliminarFeliz sábado.
Precioso amanecer, Enrique. Y seguro que envuelto en brisa fresca y silencio, las ciudades (sus inquilinos) son perezosos a la hora del despertar. Yo siempre he preferido los ortos a los ocasos. Mejor, las puestas de sol sobre el mar son imposibles de ver en nuestro querido Mediterráneo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Diego. Estuve tres años, casi, desarrollando un par de proyectos hoteleros en la isla de Lanzarote y fui allí donde experimenté por segunda vez (la primer fue en la Italia mediterránea) el ocaso con el sol en el horizonte y fue tan bello como el orto de nuestro levante.
EliminarMaravilla la naturaleza.
Feliz sábado.
Es un regalo del mundo natural que no tiene precio. Saludos. Carlos
ResponderEliminarQué bien lo has descrito, escritor.
EliminarFeliz lunes, Carlos Augusto.
Siempre que hemos viajado al mar he madrugado para ver como iba levantándose del mar Enrique. También he esperado para ver como se acostaba Son regalos impagable. Gracias por recordármelo.
ResponderEliminarhttp://asimegustaelmundo.blogspot.com/2014/05/esperando-al-sol.html
Buen domingo.
Un abrazo.
El amanecer es como un rito para mí, significa un día más, un día más de felicidad, de estar, de amar, de sentir ... de vivir.
EliminarVi en tu blog ese magnífico post sobre el amanecer y es bellísimo.
Un abrazo, Laura