17 mayo 2023
- No os diré lo que me ha pasado hoy, pero me he pasado medio día limpiando y venía del lavadero de coches. Tan mal lo he dejado que he tenido que volver al lavadero. Ah, la camisa... para restaurar.
- Luego he comprado un número de lotería, por si sí.
Vaya suerte de día. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarUn horror, Carlos Augusto.
EliminarAbrazo con camisa limpia
Ten cuidado con los representantes de Dios en la tierra que te conciertan cita con El Espíritu Santo.
ResponderEliminarUn beso.
Jajajajajajaja, cierto, Ilduara, igual es una parte de la penitencia.
EliminarFeliz noche.
Aquí también -dicen- te dan suerte.. aunque igual les dedicamos toda clase de insultos y maldiciones... Me hiciste reír, amigazo!!
ResponderEliminarPor aquí también lo dicen, Carlos, ya te contaré.
EliminarUn abrazo grande y fuerte.
Ay, Enrique, me apiado de ti, a mí me ha tocado que parece que tienen diarrea y más que enfadarme ya me da risa.
ResponderEliminarTe abrazo
No te rías que a mi me dio el día, jajajjaja. Bueno, de todo se aprende.
EliminarUn abrazo.
Es un buen mene te mando un beso.
ResponderEliminarHa sido horrible, Judit.
EliminarFeliz jueves, escritora
Jajaja, la imagen lo dice todo, igual que tus palabras. Lo malo es que cuando se seca lo que han manchado, hay que rascar, :))).
ResponderEliminarEs una pena que un ave tan bonita sea un castigo en las ciudades por su abundancia.
Un abrazo Enrique y buen día.
A mi me persiguen desde pequeño cuando iba con mi Padre a tomar el vermú en la Plaza Real de Barcelona.
EliminarRn fin, hay cosas peores.
Un abrazo, Elda.
Ay Enrique! Lamento tu fatal accidente con las invitadas de plomo, una vez me pasó que cayera uno de sus regalos sobre mis anteojos, justo yendo a la óptica para que me ajustaran las patillas, muy desagradable, un abrazo!
ResponderEliminarCiero, es muy desagradable, María Cristina, pero nos salimos y nos reímos cuando lo contamos.
EliminarFeliz jueves.
Aquí entre palomas y gaviotas volver limpio a casa no es fácil.
ResponderEliminarIncluso en las mesas de las terrazas... cuando unos clientes se levantan como el camarero no esté alerta... palomas picoteando los restos de comida.
Saludos.
Así es, TS, yo tengo mucha experiencia la cual adquirí en mi infancia en la Plaza Real de Barcelona, allí es un bombardeo constante.
EliminarUn abrazo, compañero.
Entre las cagarrutas de palomas y torcaces y las de los perros, caminar por algunas aceras de Madrid es una auténtica gymkana. Casi hay que ir con paraguas. Pero peor suerte tuvo un amigo mío un día que íbamos en bicicleta por la sierra madrileña: le cayó en la cabeza una cagarrutaza de... buitre :))
ResponderEliminarVaya, eso podía haber sido mortal, Diego. Lo peor, además del golpe, sería como deshacerse del pastoso elemento. Me da miedo pensarlo.
EliminarUn abrazo.
Buenísima esa foto ... risas
ResponderEliminarLa real, si me la hubieran hecho, te hubieras reído (o llorado) aún más, Alí.
EliminarFeliz viernes.
Jajajajaja
ResponderEliminarLa vida misma, Enrique!!!!
Me alegra que nos enseñes cómo hay que tomarla. Otros estallarían de ira, estarían varios días cabreados como monas, pondrían mala cara a todos a su alrededor...
Tu, humor... Genial!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Gracias, Emilio, estar de mal humor es muy aburrido.
EliminarEres muy amable.
Un abrazo, poeta.