- Hay momentos, esos que parecen especiales, que nos son tan imprescindibles que sólo lo son cuando se producen, luego los olvidamos y hasta creemos que nunca existieron.
- Lo mejor es descubrir que nunca es tarde para recordar que todo lo que hicimos fue realidad y que amar es un sentimiento que puede ser eterno.
Sentir y recordar ciertos sentimientos hidrata el alma.
ResponderEliminarUn beso.
La alimenta, Ilduara, y hasta consigue que se convierta en inmortal.
EliminarAbrazo fuerte
Creo que los buenos momentos que logramos construir atrás, y ahora se nostalgian, son los que nos periten decir que amar es un sentimiento eterno, porque esa memoria de los buenos instantes de amor vividos, nos invitan a seguir amando. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarBien resumido, Carlos, así lo creo yo también.
EliminarFeliz domingo
Yo me puedo equivocar, amigo mío, pero creo totalmente que el amor es un sentimiento eterno. Por qué??? Porque creo que el alma es la esencia de nuestro ser, y es eterna. Po eso, cuando nos miramos con el alma y nos amamos con el alma, el amor es indestructible. Y en el caso de que la mente desenfoque nuestra visión de lo que sentimiento o de cómo es la persona que amamos, solo el sufrimiento podemos esperar, porque hay una disociación dolorosa entre alma y mente. Y desperdiciamos la oportunidad de amar y ser amados.
ResponderEliminarY, al contrario, cuando no existe esa disociación y vivir es amar, y amar es vivir, la vida fluye mansa y generosa, a pesar de las dificultades. Y la experiencia de vivir se convierte en una continua celebración de la maravilla de vivir. Y recordar es la alegría sin límite de haber vivido.
Y me reprimo que ya me estoy extendiendo!!! Jajajaja
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
No debes reprimirte, Emilio, una de tus grandes virtudes es el saber amar y, además, eres capaz de poner ese sentimiento por encima de casi todo el resto de los valores conocidos.
EliminarUn abrazo muy fuerte. Buenas noches.
Esos momentos sirven para recordarlos.
ResponderEliminarAsí es, amiga Tracy.
EliminarFeliz lunes.
Muy linda reflexion nunca es tarde para amar y descubrir lo lindo del mundo. Te mando un beso.
ResponderEliminarNunca lo es, amiga Judit, doy fe de ello.
EliminarFeliz lunes
Amar debemos "saber hacerlo" eterno... Lograr eso seguro nos mejorará. Apuesto por eso...
ResponderEliminarAbrazazo hasta vos amigazo inspirador de buenos sentimientos...
Se debe (apostar) si hay amor ... doy fe.
EliminarUn abrazo fuerte, singular poeta y amigo, Don Carlos Perrotti.
El amor verdadero no muere, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarCon ello (haciéndose eterno) se sabe, María Cristina.
EliminarFeliz lunes.
Me vienen muy bien tus palabras de hoy.
ResponderEliminarQue a veces me olvido de muchas cosas.
Gracias.
No sabes como me alegro de ello, TS. Ma hace feliz saberlo.
EliminarUn abrazo, compañero.
Alimento para el alma, Enrique
ResponderEliminarAbrazo
Totalmente, Verónica.
EliminarAbrazo
Nunca es tarde para todo lo bueno... :))))))
ResponderEliminarAbrazos Enrique.
Así es, Ernesto, lo peor será llegar tarde donde nunca pasa nada.
EliminarUn abrazo, maestro,
Ya lo creo que esos buenos momentos son eternos, Enrique, con la emoción del recuerdo
ResponderEliminarAbrazo
Es muy emocionante, MdN ... y reconfortante saberlo.
EliminarFeliz martes.
La foto divina... Y que decir de las palabras. Triste sería vivir sin recordar, sentir y amar amigo. Guapa entrada.
ResponderEliminarBuen martes Enrique.
Un abrazo.
Gracias, Laura, eres muy amable. Sentir y amar, un lujo, cada día más.
EliminarFeliz tarde.
Afortunadamente nunca es tarde para vivir el regalo de la vida y lo que tu corazón te dicte, pero...alguna ocasión se escapa que es "demasiado tarde".
ResponderEliminarMuy bonito -para mi- ese atardecer.
Un fuerte abrazo Enrique.
Nunca es tarde, Ángela, dices bien, doy fe de ello. Ese bello (para tí) atardecer es, realmente, un amancer en la España del Mediterráneo, amanecer que, para mi, es un símbolo vital de ese regalo que supone vivir un día más.
EliminarPara esas veces que algo s eescapa o llegamos tarde a lo que teníamos que haber hecho a su tiempo, siempre queda la esperanza.
Un abrazo muy fuerte.