15 febrero 2023
- Asomarse a la ventana del tiempo es solo una estupidez digna de cualquier enamorado de aquellas sombras de las nubes de la nostalgia y de la esperanza, mucho más cuando vives adentrándote en ese que se aventura como un futuro emocionante a partir del sonido de la campana de partida del tren de la vida que nos queda.
- Hoy me dieron una nueva mala noticia de otro amigo que se ha ido. No sé qué está pasando, pero últimamente mucha gente amiga, sin avisar, deciden convertirse en finados cuando antes no solían hacerlo.
- Un gesto inteligente será despertar y vivir cada segundo, cada momento del día, como una bendita y agradecida lotería. Vivámoslo antes de que la puerta se cierre y echen la llave al infierno de los tiempos.
- Disculpad, hoy el teclado ha escrito lo que ha leído en algún rincón del alma.
Pues estoy contigo, Enrique. Y con tu alma, que te lleva por buen camino.
ResponderEliminarY yo no solo diría que aprovechemos cada instante, sino que lo hagamos con vehemencia, con pasión, con entusiasmo, con sano placer.
Hay quien vive contento en su mundo previsto ble. Hay quien en vive, no creo que contento, en su cárcel-refugio. Es una opción tan respetable como cualquier otra que no perjudique al vecino. Pero, argumentando como Mota, ya que hemos venido (que no era por no venir) aprovechemos.
Es lo mismo que el dilema de gastar el tiempo en leerte o no gastarlo. Ya que públicas, disfrutemos de leerte, que es un gran placer.
Gracias por recordarnos las cosas importantes de la vida, Enrique!!!
Y un enorme abrazo, querido amigo!!!
Tu filosofía desborda alguna pequeña emoción en mí, amigo Emilio, eres tan amable, tan vital, tan amante del amor, de la vida y de cada momento de tu vida, que te hace grande, muy grande.
EliminarGracias, Emilio.
Solo un buscador, Enrique, pero un buscador tan entusiasmado como temeroso de lo que se encontrará. Por eso, personas como tu me resultáis tan fundamentales, porque me llenáis de fuerza. No me llenáis de vanidad!!! No!!! De fuerza para seguir preguntando y preguntándome, porque yo solo veo puertas y más puertas por abrir. Y la curiosidad me puede.
EliminarY lo que digo de ti es lo que pienso, y no dudo de que te lo mereces.
Más abrazos!!!
Gracias, Emilio. Un abrazo muy fuerte
EliminarLas fotos siempre estupendas capaz de hablar del texto, como esta en un blanco y negro abierta al mar y al recuerdo. Y el arpe diem, a esta edad no es una obligación, es una necesidad. Cómo me gusta eso de "...ha leído en elagún rincón del alma". Cuánta poesía. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEres un encanto, Carlos A., gracias, siempre muy amable.
EliminarCarpe Diem en el alma, pero solo a cierta edad, es decir, cuando ya te has hecho con los puntos suficientes en tu carnet medidor de los esfuerzos.
Un abrazo muy fuerte.
Ha llegado el tiempo de asistir en la marcha de aquellos que nos preceden.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Así es.
EliminarUn abrazo muy fuerte, Tracy.
Qué pena...
ResponderEliminarEsos vacíos no pueden llenarse.
Se van, y sí, quedan los buenos recuerdos... pero la ausencia duele mucho.
Ánimo.
Cuestan mucho, TS, pero con la edad te vas acostumbrando, solo se necesita tener ganas de vivir y con quien.
EliminarUn abrazo, compañero.
Cuando un amigo se va... debiéramos honrarlo viviendo todo lo que él hubiera querido. Así me gustaría que mis amigos "hicieran conmigo..."
ResponderEliminarAbrazazo amigazo y una vez más agradecido.
Pienso lo mismo, amigo Carlos. Tengo dispuesto que cuando muera (si es que muero), no llamen a nadie para el funeral con lo cual solo veré allí (si es que lo puedo ver) a mi gente, es decir, a los que viven conmigo y que, eso sí, la música del funeral sea la de ... "todavía quedan restos de humedad ..." (Milanés debe estar conmigo en esa última fiesta)
EliminarUn abrazo muy fuerte, poeta.
Cuesta decir adiós pero es así . Y llega el tiempo que sin darnos cuenta y sin remedio nos convertimos en los mayores. El teclado ha sabido leerte el alma.
ResponderEliminarBuen viernes Enrique.
Un abrazo
Gracias, Laura, eres muy amable.
EliminarUn abrazo desde el alma