17 febrero 2023
- No tropezó mi tibia con la dichosa esquina de la cama; no me asusté al verme frente al espejo del baño; el ascensor estabilizó su parada en la planta y no mostraba resalte; no me olvidé la llave del coche en casa; en el paseo de la Playa no encontré a Pere, ni a Juan, ni al argentino y ni siquiera al guardia que cuida de que los ciudadanos echen las basuras a su hora; en el Ateneo la mesa de los prostáticos estaba vacía y no se había convocado funeral alguno; la chica de la cofia llevaba pantalón y no su conocida minifalda tubo aunque, eso sí, el pantalón era negro y del estilo de la Olivia NJ … todo parecía normal y extrañamente tranquilo.
– Tomé mi café y me fui a la arena, cerca del agua. Por fin allí escuché un ruido conocido y allí me quedé, saqué mi silla plegable, apoyé mis dos manos sobre mi muleta azul, puse la mirada en el infinito y hablé con él, con sus olas, con la brisa que lo acariciaba a él y a mí y al rato restauré de mi memoria pasajes de todo lo que viví, lo que vivo y … lo que me falta por vivir … junto a él … y junto a Ella, junto a ellos.
– Cualquier día, por sencillas que parezcan las vivencias que asumimos sin rechistar, es siempre un gran día, lo demás … lo demás, a mi edad, no puede ser de este mundo … prefiero no pensarlo.
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Qué bellos momentos, sencillos, simples, parecidos pero siempre distintos a sus instantes mellizos. Me pasa mucho, en mis quehaceres triviales, cuando salgo a ver mis plantitas, cuando hago mi cama, cuando tomo una ducha... y más aun... cuando, como tú, voy a ver el mar.... viajo hacia mis emociones, las siento, las dejo ser, rebobino, medito, me calmo, doy un paso atrás para ver el bosque y no los árboles, y menos huracanes que ya pasaron, y luego -siempre- agradezco el presente... Me encanta el proceso, primero me conmueve y luego me llena de paz.
ResponderEliminarEs mejor no pensar en lo malo, por lo mismo no veo noticiarios ni me contamino con lo negativo o excesivamente comercial de las redes. Gracias por tu texto amigo, gracias siempre por mostrarnos un poco más de tu vida y alma. Un fuerte abrazo.
Gracias, Paty, me encantó tu comentario de ánimo, de vida y de fuerza.
EliminarEres un encanto.
Un abrazo muy fuerte.
De momento, la foto genial, Enrique. Me encanta!!!
ResponderEliminarTe das cuenta de lo que dices, amigo mío??? Hablando con el infinito, dejándote llevar por el espacio que está más allá del azul.... te encontraste a tí mismo... encontraste tu alma, tu esencia, tu emocionalidad, tu vida entera...
Y te sigues dando cuenta??? Has enriquecido tanto tu vida, y en tantos planos diferentes, que tu mundo está repleto de vida, sin que necesites buscarla y absorberla de fuera. Has llegado a esa estación de destino que se llama "serenidad", en la que hasta la más mínima brizna de belleza es motivo de júbilo. Eres afortunado...
Y yo me alegro!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Vaya, amigo Emilio, me has vuelto a emocionar. Estoy mayor, gracias, muchas gracias. Sin palabras.
EliminarUn abrazo muy fuerte
Lo que viviste, lo que vivís, lo que vas a vivir... sos millonario en escenas e instantaneas, recuerdos e historias por venir, por lo que tienes tanto para contar y compartirnos de ese infinito de experiencia que no has llegado ni a la mitad...
ResponderEliminarAbrazazo amigazo, ve y llévanos a por más...
Gracias, amigo, tu amabilidad me desborda... psssssss, pero reconozco que me gusta .
EliminarUn abrazo muy fuerte, señor Perrotti.
Qué fotaza!!!!!!!!!
ResponderEliminarEs uno de los autores preferidos por mí, ya te lo he dicho en la respuesta a tu comentario en mi entrada del blog.
Ya sabes, tenemos gustos parecidos. Doisneau y Cartier-Bresson, son dos de lo mejor que conozco, y de dos de los que más nos gustan sus imágenes, verdaderas joyas.
EliminarFeliz sábado la nuit, Tracy
Plantarse ante el mar y sentir como nos va curando el alma.
ResponderEliminarEl mar sana el cuerpo y la mente.
Siempre digo que el mar es nuestra verdadera patria.
De ahí venimos todos.
Saludos.
Pienso exactamente lo mismo, TS, yo sin mar no vivo. Desprecié algunos destinos profesionales por el mar, por no dejarlo.
EliminarUn abrazo, compañero de bloguerías y de Patria.