jueves, 24 de noviembre de 2022

Ser feliz con muy poco



24 noviembre 2024


- Me pongo en la barra y nadie parece mirarme, da la impresión que ni tan siquiera existo, ellos están ahí, a lo suyo, susurrando...

- "que si mi mujer me ha dicho que tengo que dejar de fumar y que lo haga por los niños", dice uno.   

- Al fondo se oye una de los Teen Tops que me descoloca, mientras tanto la rubia de la derecha le dice algo al guaperas que está a su lado, "se acabará enterando XXX, es mejor que le digas la verdad y la dejes".   

- Mas allá la simpática regenta del Chiringuito empieza a soltar esas ricas salchichas alemanas, que solo ella sabe preparar, sobre la plancha, haciendo que mis jugos gástricos empiecen a fluir en mi boca, irremediablemente. 

- Pero mis pasiones ajenas concluyen al escuchar a mi lado una voz angelical que me pregunta: "¿Lo de siempre?" y yo le contesto, sí, sí, claroun cortadito bien caliente

- Y yo me pongo aquí, tan feliz, a escribirlo, sí, que soy feliz y que con muy poco, se puede serlo. Comencé a entender (no hace tanto) que, tras una larga vida profesional llena de pragmatismos, tan solo las cosas sencillas son valorables desde la perspectiva racional y emocional, que es la que conduce a la felicidad tangible sin tener que llegar a la insania senil para ello.

- Mis ojos brillan cuando cuento estas emociones a los más chicos ... seguramente no me entienden, pero debo entender que será, como dice nuestro Ernesto, que la impronta permanece y en eso quiero creer, igual que a mí me sucedió con mis nunca olvidados progenitores.

- Me costó entenderlo, el hombre se hace viejo muy pronto y sabio muy tarde. 



16 comentarios:

  1. Hola Enrique, desde ayer te comencé a seguir, motivada por el texto de Ernesto, y de lo que leído, me parecen muy buenos tus textos y reflexiones, bastante reales y humanos.

    Este en especial, a pesar de que pueda parecer simple, es tremendamente profundo e importante. La felicidad a lo grande es una utopía, independientemente de que hay acontecimientos relevantes que nos brindan mucha emoción y alegría, como por ejemplo casarse, tener un hijo, escribir un libro y cosas así, que pasan una vez o pocas veces en la vida. Más bien creo que la felicidad es la suma de esos pequeños detalles del día a día, esos que suceden siempre y que es cuestión nuestra hacerlos gratos e importantes no por su grandilocuencia sino justamente por su sencilla belleza, esa que nos complacen los sentidos y nos hacen sentir en paz el corazón.

    Es muy sabio el pensamiento con que finalizaste: "El hombre se hace viejo muy pronto y sabio muy tarde" el cual tiene gran relación con el que dijo Jodorowsky: "Se nos va la vida deseando otra."

    Te mando un gran abrazo, esperando tengas linda tarde. Paty

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    1. Un encanto leerte, Paty. No puedo estar más de acuerdo en lo que escribes, aquí y allí (en tu blog).
      Ah, la frase de Jodorowsky es de las que guardo entre paños de oro.
      Feliz viernes

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  2. La vida es paradójica. Nos hace sabios cuando estamos a destiempo; pro asumo que es un proceso de maduración y por eso, no creo en "madurar biche" como decían por ahí mis abuelas. Un abrazo. carlos

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    1. Es muy natural, amigo Carlos A., olvidando lo que propone la magnífica película de "El curioso caso de Benjamin Button", preferiría (también) moderar y alimentar esa sabiduría con mayor educación en las nuevas olas poblacionales.
      Feliz viernes.

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  3. Bueno, bueno, bueno, Enrique!!! Así no!!! Que al final me vas a convencer de que chocheas!!!! Jajajajaja

    No tomes a mal esta confianza que me tomo. Y disculpa esta medio-broma. Porque solo es broma a medias. Porque siento que has pasado del pragmatismo profesional al pragmatismo de la edad avanzada (no digo vejez por las negativas connotaciones que tiene). Porque acomodarse siempre es sinónimo de pragmatismo. Y no es que sea malo eso (o muy malo) pero yo no te veo a ti acomodaticio. Me explico un poco más para que puedas entenderme (aunque no compartas lo que digo).

    Al igual que los músculos se atrofian cuando dejamos de hacer ejercicio o nos movemos poco, nuestro espíritu también se va encogiendo a medida que nos volvemos acomodaticios y aspiramos a menos y menos cosas. Hay que aspirar a todos lo que se desee, y otra cosa es que se pueda conseguir. Si no se puede conseguir en un momento determinado hay que resignarse en ese momento determinado, con tranquilidad, sin darle mucha importancia. Como yo suelo decir: "pedir todo a la vida pero conformarse con lo que, al final, nos da" Ese es uno de mis principios, sin que tenga que ser de alguien más.

    Hay millones de cosas sencillas que son verdaderas fuentes de gozo. Y suelen ser las que forman nuestra mayor base de satisfacción y estabilidad. Hay que disfrutarlas!!! Y nunca (sea de joven o de mayor) hay que renunciar a ellas por algo más grande. Por mi experiencia, suele ser problemático. Pero las inquietudes que salen de nuestro interior, sean pequeñas o grandes hay que intentar vivirlas. Y si no se puede alguna de ellas... a otra cosa!!!

    Y yo matizo esa genial frase, con tu permiso: el cuerpo y la mente se hacen viejos relativamente pronto, el alma nunca. El problema es que renegamos de nuestra sabiduría ancestral (la misma que tienen, en parte, los niños, por un supuesto pragmatismo que llamamos, muy erróneamente, madurez). Gran parte de nuestra sabiduría está ahí desde que nacemos (y no me voy a extender en detalles para no alargar más mis siempre largos comentarios, perdón!!!) el problema es que la dejamos a un lado. Y aunque fuera cierto que la sabiduría llega tarde, no hay que preocuparse mucho por ello, pues debemos vivir en cada momento con las cualidades y capacidades de cada momento. Y disfrutarlo... Y disfrutarlo!!! Aunque nos equivoquemos, que eso también nos hace aprender o recuperar la sabiduría.

    “Al final no son los años en nuestra vida lo que cuenta, sino la vida en nuestros años” (Abraham Lincoln).

    Hasta la última gota, buen amigo!!! Justamente como haces; como tu alma, tu espíritu o como lo quieras llamar, te impulsa. Que hay jovencitos que tienen menos vida e ímpetu que tú...

    Un enorme abrazo querido amigo!!! (y disculpa una vez más por lo que me extiendo)

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    1. Nunca te excedes, amigo Emilio. Tu aportación a la definición del pragmatismo de clase o de tolerancia, y estando de acuerdo contigo, no cambia mi estado de felicidad, es decir, igual que pueda existir un pragmatismo para cada edad o tiempo de vida, hay algo mucho más importante y es esa palabra que a mi siempre se me escapa: Felicidad. Felicidad que he vivido en casi todas las etapas de mi vida, es decir, fui feliz como adolescente (estudiante de éxito, futbolista regula, fiestas, guateques), como joven casado y joven padre, también lo fui en mi vida profesional donde siempre trabajé donde quise y las cosas me fueron muy bien.
      Concluyendo y para no aburrirte, diré que lo más importante de la vida para mi es ser feliz siempre, en cualquier estado, a cualquier edad y haciendo lo que siempre hayas querido hacer. No sé cuál es el secreto para conseguirla, amigo Emilio, pero la felicidad tiene algo que, sin ella no hay vida.
      Feliz viernes.

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    2. Mi creencia es que la felicidad no es lo que hacemos para conseguirla, sino lo que hacemos para vivir lo que en esencia somos cada uno, aquello por lo que sentimos un impulso que llega desde el alma y, por tanto, aquello que realmente nos llena de humilde entusiasmo. Y por lo que he podido comprobar a lo largo de mi vida, hay travesías más sencillas y travesías más complejas; personas más hábiles y personas menos hábiles. La casuística es muy variada.

      Dicho lo cual, me alegro enormemente de lo que dices: que has sido muy feliz en todos los periodos de tu vida. Y si ha sido así hasta ahora, lo va a ser hasta el final de tus días, sin ninguna duda. Por lo cual me alegro doblemente. Y te diré algo más: eso se siente en lo que escribes. Se refleja claramente en tus relatos. Y me sigo alegrando más aún, además de disfrutarlo.

      Un enorme abrazo, querido amigo!!!

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    3. Gracias, Emilio, agradezco enormemente us deseos.

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  4. Eres un gran cronista de lo cotidiano, Enrique, sabes captar de todo lo que pasa a tu lado lo que no debe dejarse escapar... y como premio a tu tarea de saber comunicarlo la vida discurre a través tuyo esas enseñanzas que conviene no olvidar: cualquiera es feliz con lo mejor y lo más grande, pero no muchos son capaces de experimentar lo feliz que se puede ser con lo simple, con lo poco, con lo que parece insignificante y que ni reparamos...

    Abrazo gigante hasta vos inspirador amigo!!



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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, amigo Perrotti, sin felicidad no hay vida y es verdad que, muchas veces, la Sociedad actual confunde el éxito con la fama y la felicidad con el dinero, por lo que las consecuencias de lo que hay y, seguramente, de lo que viene, pueden ser catastróficas si no se remedia desde los planes educativos desde la misma base educacional.
      Un abrazo de viernes, principio de fin de semana (la "nuit"). Qué seas muy feliz, amable amigo y poeta.

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  5. la última frase es genial, para enmarcarla y sacar conclusiones.

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    1. Sí, es como una sentencia, Tracy, de la que nadie se escapa.

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  6. Yo aprendí tarde que lo más gratificante se encuentra en las cosas sencillas.
    Ahora intento disfrutarlo.

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    1. Eres un sabio y privilegiado analista, TS, esa es una buena reflexión.
      Saludos de viernes.

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  7. Pienso igual Enrique. No hay mayor disfrute que saber ser feliz con poco.
    Te cuento ayer nos dejó un poco la lluvia y el paseo que me dí con un poquito de sol por una islita que tenemos aquí fue una maravilla. Ese cafetito te sabría a gloria. Nos cuesta entender que el tiempo vuela amigo y cada vez corre más.
    Un abrazo.

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    1. Así es, Laura, nuestro desaparecido Pablo Milanés le llamaba el implacable (al tiempo.
      Ser feliz con poco, parece difícil, pero no lo es.
      Un abrazo, Laura.

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