lunes, 22 de agosto de 2022

Una noche de viernes de Agosto de un año cualquiera


22 agosto 2022

- Las noches de un viernes cualquiera de agosto, no son nunca noches cualquiera. Para los más veteranos son como la misma redención o como una escena romántica del ayer. Para los más jóvenes es, solo, una noche más, noche de móvil en mano y ropa ligera para lucir (descuidada pero cuidadamente) todo tipo de vulnerables encantos. Todos se preparan para salir, para que su piel luzca más morena que nunca y sus peinados lo suficientemente preparados para que ofrezcan ese aspecto cuidadosamente despreocupado e informal con que, todos y todas, pretenden mostrarse inmensamente atractivos ante sus amigos y posibles pretendientes.

- Ellos y ellas buscan objetivos parecidos. Los más jóvenes se citan a partir de las doce de la noche y los más veteranos, a partir de las nueve. Los de las nueve, los veteranos, se van a tomar un picoteo y, ah, para ellas, nada de sepia plancha con ajo y perejil o gambas al ajillo, no sea que mate el encanto de algún roce inesperado en esa ilusionante noche que tienen por delante.

- Ellos (toda la noche) solo alcohol blanco combinado o solo, para no lanzar inoportunos y desagradables, avisos de beodez como un vulgar dragón. Todos los veteranos se juntan en su ateneo de la danza de salón a partir de las diez, las once y los más divos, (los menos) a partir de las doce, pero todos hacen cara de felicidad, de haber dejado frente al espejo del baño de casa, todos esos muchos años pasados a la sombra de las prohibiciones morales, sexuales y hasta intelectuales y ofrecen, ahora, ante la escasa luz de las salas del nocturno hábitat veraniego, sus mejores encantos, sus gracias y hasta alguna delatadora piel maltratada por el implacable reloj de sus desdichas y algún inoportuno foco discotequero.

- La gente se habla, pero no se escucha, salvo cuando suenan las de Luis Miguel, Julio Iglesias, las del Gran Puma o las de Alain Barriere. Nadie reconoce su sordera, ni otras limitaciones, ni nadie explica que se van al baño, ellas, para ponerse taconazos y para echarse perfume, ellos (como cazadores en celo) se colocan en cualquier parte muy visible, por si acaso su estampa queda fuera de foco. Todos olvidan sus dolores, jaquecas y sus desdichas, todos muestran y quieren mostrar, su mejor cara.

- Nadie se siente inferior y, la mayoría, pierde, por completo, el sentido del ridículo aumentando, eso sí, su autoestima, gracias a los grados de la copería que se va sirviendo, como no, con el estómago no muy lleno por eso de que no vayan a notar que la camisa (en ellos) se le sale del pantalón, y a ellas que se les marque la lencería en exceso, en caso de que la escogida ropa para la nocturnidad se vaya ajustando demasiado.

- Los veteranos, a eso de la una de la madrugada ya empiezan a desfilar iniciando el éxodo hacia la realidad de sus vidas, unos, o hacia un "te acompaño a casa y allí tomamos la última", en un intento de descubrir si su éxito es verdadero o falso, otros.

- Mientras tanto, los jóvenes acaban de empezar lo suyo y andan por sus lugares de poco gasto, escaso o nulo consumo, mucha botella grande, alguna playa oscura y perversa o buscando el más cañero after hour de la Playa, y, desde luego, derrochando mucha juventud y amor sexual a borbotones por donde quieras mirar.

- Las noches de los viernes de un mes de agosto cualquiera, de un año cualquiera, de un tiempo cualquiera, son lo que son, lo que son y han sido siempre, mágicas.

14 comentarios:

  1. Yo, que quitando mis años de juventud siempre he sido muy soso para las movidas nocturnas, diría que tú relato me resulta pintoresco, por la lejanía con que observo lo que relatas.

    Tu agudeza nos descubre muchos de los hábitos humanos, de los más excelsos a los más comunes, de los más sensatos a los más jocosos. Nos haces sentir una gran ternura, tanto como una gran hilaridad.

    Tus retratos están llenos de colorido y anécdotas. Un reflejo de nuestra más humana vida cotidiana. Ves más allá de lo aparente y relatas con enorme amenidad. Un lujo, amigo.

    Me he Reid a rabiar cuando has mencionado a esos jóvenes cuidadosamente descuidados!!! Nada más cierto!!! Jajaja

    Un enorme abrazo, querido amigo!!!

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    1. Gracias, Emilio. Ya sabes que mi vocación, al margen de la que obtuve tras mi paso por la Universidad, es la fotografía, pero soy un muy mal fotógrafo, pero un buen día mi Madre me dijo, "si no haces buenas fotografías, escríbelo". Y eso es lo que intento, querido amigo Emilio.
      Un abrazo de martes.

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    2. Ya te había leído un comentario como este. Yo creo que en todo está el alma y la técnica. Sin alma, de nada vale la técnica, por mucho que se domine (salvo que se haga un dios de la técnica, como ocurre en tantas artes que han caído en la vulgaridad). Pero cuando está viva e inquieta el alma, el alma encuentra la forma de expresarse. Siempre!!! Sin excepción. Así empecé a escribir yo hace 15 años, porque necesitaba soltar lo que llevaba dentro. Y lo hice. Y gustó. Hasta hoy... Las formas pueden importar, pero el punto decisivo siempre es el del fondo.

      Y tu, además de dominarlas formas, tienes un fondo de lo más nutritivo!!!

      Abrazos!!!

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    3. Gracias, Emilio, el fondo prevalece.

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  2. Muy buena descripción, pero que no falten.

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  3. Hay noches que son mágicas por que uno sigue vivo y luchando. Te mando un beso.

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    1. Y como dice Tracy, que sigan y sigan siempre, amiga Judit.
      Un abrazo, escritora.

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  4. Magica es tu crónica de una veraniega noche de viernes de agosto en un reducto cualquiera (que aquí bien podríamos ubicarla en enero o febrero, en San Telmo, Palermo o en cualquiera de los 100 barrios porteños...) noches de viernes eternas en las que cada generación deja su huella, noches que nos muestran demasiados parecifos o hasta idénticos más allá de las edades; cualquiera diría que venimos de alla por las mismas sendas o que acá vosotros teneis pares...

    Abrazo sintiéndome una vez más identificado, Enrique. Como decimos acá en el juego de barajas, somos del mismo palo.

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    1. Eso es, del mismo palo, amigo Carlos P., yo así me siento cuando te leo en esos magníficos textos que nos regalas en tu blog.
      Un abrazo fuerte, querido amigo.

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  5. Noches que seguiran existiedo con veteranos y jovenes para difrute de Todos.
    Buen consejo te dió tu madre.
    Un abrazo.

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  6. Sabio consejo el de tu madre... Que sé que no fue el único que te inculcó!
    Y desde luego buen aprendizaje hiciste de el. Al extenso relato me remito.
    Me quedo con esta parte del mismo. Que creo que condensa tu buen hacer, tu acertada percepción del respetable, y el desenfado que conlleva.
    "...por eso de que no vayan a notar que la camisa (en ellos) se le sale del pantalón," :))))))
    Abrazos amigo.

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    1. Gracias, ERnesto, seguimos en la misma onda ... siempre vivir, ahora.
      Feliz tarde.

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