sábado, 27 de agosto de 2022

La felicidad mata el pesimismo vital

Fotografía de Ramón Masats (mingitar o rezar es cosa de todos)

27 agosto 2022

- Mi querido y amante galeno de familia quería insuflar en mi ánimo, ayer, un mensaje, aunque bienintencionado, inaceptable para un ser en decadencia: «Quizás ya no esté al cien por cien para presumir de sus necesidades vitales, Enrique … cuídese»

- Me vi obligado a responderle (en clave sonriente) … "¡No mientras haya amor y felicidad querido amigo! … lo demás es accesorio para ello"

- Entonces sucedió lo de siempre: Me devolvió una mirada como la del que está viendo a un loco o a un bailarín metido en una rueda cubana … y yo, mientras me levantaba para irme, me despedí con un inevitable y cariñoso … ¡¡assúcar!! … y él (con cara y tono burlón) (por aquí se dice: partiéndose el culo de risa) me replicó … «me encanta su actitud, Enrique»

- “me lo insufló mi Madre al nacer y ahí está … una actitud muy viva, aún” – le respondí.

- Id con cuidado, la cultura del pesimismo, del victimismo, cunde en cualquier escenario y en estos tiempos mucho más. Luchemos contra él y contra ello, hagamos que lo que algunos aún llamamos felicidad (amor), prevalezca como principal motor de vida. Decía Coelho: "Si caigo siete veces, me levanto ocho".


@etarragó


Cuatro de mis mejores casas


16 comentarios:

  1. El diálogo entre galeno y paciente, tal cual lo relatas, no es patrimonio exclusivo de ambos actores en este caso. La imagen que el "paciente" puede representar para muchos, "simples", puede ir por derroteros parecidos...

    La simplonería de considerar a la persona mayor como "poco útil", "limitada", y por ello ya en declive social, cuando no vital, puede estar más extendida hoy que en los tiempos antiguos.

    Quien así pudiera expresarse, solo denota su carencia de realismo en esta materia. Y su más que sobrado apego a valores de imagen hueca...

    Pero tranquilos. No es una pandemia en extensión...

    ¡Solo afecta a la parte social del "simplismo"!

    Abrazos Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "No es una pandemia en extensión"... Dios te oiga Ernesto, estoy contigo, no obstante, que este proceder solo afecta al simplismo y muy especialmente, a su parte social. Me quedo más tranquilo con lo que aportas en tu comentario, aunque puedo decir que a cierta edad empieza a importarme un bledo la opinión de los fatalistas, de los médicos progres y hasta la de los políticos de cualquier color pasando, eso sí, por la del Párroco cuando te absuelve (aunque no se lo diga).
      Feliz sábado, amigo Ernesto.

      Eliminar
  2. Viejo es el tiempo y sigue soplando, Enrique, como sabemos... pero explícaselo al referido galeno... porque uno mismo es tiempo que a cada instante se vuelve un poco más viejo a la par que uno va siendo a cada instante un poco más nuevo...

    Abrazazo amigazo que has ganado en años, amor y lucidez!!



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes cuanto placer siento con tus palabras, amable amigo, lo agradezco... mucho. Es cierto que el hombre tarda muy poco en hacerse viejo y mucho para hacerse sabio, quizás yo ya ande en alguno de esos estadios, querido amigo.
      Un fuerte y sincero abrazo, amable amigo.

      Eliminar
  3. Pues he de decirte, buen amigo, que algo de loco si que tienes. O de raro. O de diferente. O de utópico. O de iluso. O una combinación magistral del todo ello. Y he de aclararte que me alegra saberlo. Saber que hay uno más en el club.

    Y es por eso, precisamente, por lo que nos adviertes de no caer en la cultura del pesimismo y del victimismo. Y podría añadir que esa cultura se extiende a la culpabilidad, a la inseguridad, al negacionismo, al acomplejamiento, al autoengaño. Y en su lado más destructivo al egocentrismo, a la competitividad y a la violencia. Este es nuestro mundo, siempre en frágil equilibrio, siempre derramando sangre, y siempre al borde de la hecatombe desde que tenemos la capacidad de asolar la vida.

    Pero la respuesta a esta realidad noes la aceptación y el sometimiento, no es cambiar nuestra forma de pensar y ser conciliador con lo inconciliable. Y rebelarse s un acto de locura, de ilusión, de utopía propio de raros, diferentes y locos. Pero de lo que realmente se trata es de sana rebeldía, una rebeldía que pone al ser humano en el centro de las más bellas experiencias, algo que hay que reivindicar sin descanso.

    Y si hay que reivindicar, nada de caras tristes y alargadas. Con alegría!!! Pase lo que pase, con alegría, que este mundo está indigesto de ser como es. Este mundo necesita personas felices para transmitir felicidad, no personas resignadas e insatisfechas para transmitir infelicidad.

    Y por último. Tu unes felicidad y amor. Yo uno amor y belleza. Me parece que es todo lo mismo: la única razón por la cual merece la pena ser vivida esta vida.

    Y me callo que me pongo y no paro!!! Jajajajajaja

    Un enorme abrazo, querido amigo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantó tu comentario, Emilio, las razones para todo te superan y las tienes que transmitir. No todo el mundo sabe hacerlo. Si hablamos de los humanos ya sabes que somos la única especie que tiende a autodestruirse. Las razones para vivir deben ser superiores a las del sometimiento al miedo al terror y/o al victimismo. Felicidad, amor y belleza, no todo el mundo sabe encontrarla o no sabe verla. Tú sí sabes hacerlo, Emilio.
      Raros y locos, pero felizmente implantados en este espacio en que se nos permite vivir.
      Un abrazo fuerte, amigo Emilio.

      Eliminar
    2. Exacto, amigo, porque estamos instalados en este espacio precisamente porque nos permite escapar de la cotidianeidad. Y no es que la vida cotidiana tenga que ser un coco (o todo en la vida cotidiana sea un coco), pero lo mucho agota. Lo "cotidiano", lo "práctico", lo "pragmático", lo "responsable", lo "debido", lo "normal", lo "lógico", lo "establecido", lo "dogmático", lo "acostumbrado", lo "de moda", lo "que haga la mayoría", son usos que matán la expresión de nuestra natural humanidad. De hecho, hemos establecido tantos controles (cada día mayores) que, en lugar de fomentar el civismo, la urbanidad y la solidaridad, tensionan al ser humano y dificultan la convivencia.

      Necesitamos lugares donde podamos ser nosotros mismos, nuestro innato ser, donde podamos pensar y soñar, donde podamos emocionarnos con nuestras propias emociones, y donde podamos encontrar personas con las que podamos fraternizar. Como ésta, tu casa...

      Esto es lo que nos convierte en raros y locos. Y no me arrepiento!!!

      Y gracias por tus comentarios. Es un verdadero placer poder extenderse en cuestiones tan vitales para nuestra vida como éstas.

      Un enorme abrazo, querido amigo!!!

      Eliminar
    3. Así es amigo Emilio, "Necesitamos lugares donde podamos ser nosotros mismos".
      Un abrazo de sábado.

      Eliminar
  4. ¡Ole tú!, la última frase me la aprendo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. BIEN HECHO, TRACY, AUNQUE A TI NO TE HAGA NINGUNA FALTA, SIEMPRE ESTÁS DE PIE Y DISPUESTA A TODO.

      Eliminar
  5. Ese es el animo, que es mejor ser feliz o tratar de serlo que quejarse. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bien interpretado, escritora.
      Un abrazo de domingo, Judit.

      Eliminar
  6. Hoy es muy dado el victimismo, a veces creo que más por placer sadomosaquista que por de veras sentirse víctima. Un abrazo. carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desgraciadamente, Carlos A., estoy de acuerdo contigo, el victimismo impera por doquier, unos para dar lástima y otros para sacar partido.
      Feliz lunes.

      Eliminar
  7. A ciertos consejos sean de galenos u otros que nos ven como bichos raros, mejor no hacer caso e ignorarlos
    Solo el covid de momento nos ha parado de las quedadas con la Vespa. No es cuestión de quedar de momento con 400 personas y a veces más como nos hemos juntado en algunas. Y la de veces que hemos escuchado "eso no es para vosotros". a más de uno le he contestado que seguro que para él no . Tenemos 71 y 72 años y la pasión por moto lleva con nosotros desde los 17. Los dolores los sacamos a pasear que tiempo tendremos de que nos queden aparcados en casa. No sabemos si será por envidia o qué. Pero seguro que más pronto que tarde volvemos a ello.
    Buena noche Enrique.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es la actitud, Laura, el mensaje de Coelho es el apropiado para la situación actual y, ah, enhorabuena por mantener firme esa linda actividad motera y por esa veterana juventud que os anima a seguir en ello y que comparto (yo nací en el 49), aunque lo de la moto solo sea un Ferrari descapotable, sin motor y con cuatro ruedecillas y que tanto me ayuda en mis cortos paseos matinales y con el que camino apoyado en él y cuando me canso me siento y me pongo a observar el mundo que manifiesta vida a mi alrededor.
      Un abrazo fuerte, Laura.

      Eliminar