07 marzo 2022
- Por ser lunes y muy tarde ya, me pasa por la herida emocional, lo que me acaba de contar un amigo, uno que antes comía plátanos en cualquier lugar y a cualquier hora y que, además, nunca tenía problemas de asentamiento, me refiero a lo que me refiero, ni cama, ni lugar.
- Quizás las cosas ahora, a mi edad, te vienen como vienen por algo que habré hecho bien, o mal y eso, cuando debiera haberlo pensado no lo hice, ahora, pues, todo son consecuencias de aquello, ya sabéis: "Si no hubieras fumado tanto"; "Si hubieras comido más en casa"; "Si no hubieras dormido tantos años fuera de tu hogar". Pero siempre hay por donde defenderse cuando todo lo que has hecho, lo has hecho para desarrollar un futuro feliz para todos los tuyos. Para todos ellos, empezando por mi mejor médico, hay una expresión muy torera que viene al pelo y que dice: "A toro pasado...".
- Pero ahora y volviendo a lo importante, (¿quién sabe a esta edad lo que es importante?), el caso es que el amigo en cuestión me manda sus lágrimas en forma de nota-e, hoy, y de la que extraigo una de sus conclusiones, la cual le lleva, curiosamente, a la interpretación de la Metamorfosis de Kafka, una más entre las mil que hay, o habrá, de la obra, pero la de mi amigo, me ha motivado alguna reflexión que, oportuna o no, me ha encantado compartirla y comprenderla, (si es que a Kafka se le puede comprender y/o entender sin aturdimiento molecular sádico):
"A mí, lo que de verdad me gustaría leer y ver, es que alguien se toma en serio el presente para que el futuro de los que se queden sea el de al menos conseguir una “vida”, la que nos da de ventaja la muerte al nacer."
"A mí, lo que de verdad me gustaría leer y ver, es que alguien se toma en serio el presente para que el futuro de los que se queden sea el de al menos conseguir una “vida”, la que nos da de ventaja la muerte al nacer."
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Como siempre tocas temas muy interesantes, dignos de debatirse ante un café.
ResponderEliminarDices bien, amiga Tracy ... debatir, conversar, salir de paseo ... ne falta vida
EliminarY la nuestra, Enrique... ¿o acaso vivir no nos modela de alguna manera o directamente nos causa una metamorfosis en algunos casos considerable o extrema?... Conozco gente que suelen rumiar que la vida no fue lo que soñaron o querían... Aunque intuyo que nosotros jugamos en el equipo de los que podrán tener problemas pero no verdaderos dramas de vida, verdad?
ResponderEliminarAbrazo hasta allá, amigo (antenoche estuve releyendo -vaya a saber qué cantidad de veces- La Metamorfosis, con prólogo de Borges)
Dramas de vida ninguno, dices bien, amigo Carlos P., todas las circunstancias adversas son, tan solo, o eso creo, de salud. Una vida profesional muy ajetreada, intensa, agradable, emocionante y absorbente. La preocupación ahora está en la vida de esos niños que debieran pulular a mi alrededor, pero por culpa de la pandemia y de mi salud, (EPOC + FSHD), me obliga a tomar muchas precauciones de seguridad para evitar el contagio que, en mi caso, podría ser mortal.
EliminarCon todo, lo que se ve y lo que, especialmente, no se ve, soy muy feliz, amigo.
Un abrazo fuerte, amigo y, ah, Metamorfosis y un prólogo de Borges, además, para releer tantas veces como puedas.
La gente se toma el presente en serio, no hay duda. El problema es que se lo toma para sacar el máximo provecho, independientemente de las consecuencias. Y no veo muy preocupado a nied... Ni siquiera a los más interesados.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amigo!!!
Cierto, Emilio, ese es nuestro mundo, sí, el que hemos creado o el que se está creando sin voluntad de cambiar. Nadie está muy preocupado por casi nada de lo que pasa. Está por ver las consecuencias inmediatas de esta actitud.
EliminarUn abrazo, escritor.
A mi siempre me gusto ese autor. Y yo creo que si nos transformamos a veces en algo bueno otras no . Nosotros somos las elecciones que tomamos a quien amamos y a quienes herimos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Judit, bueno, siempre lo estoy, somos lo que hacemos.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
La frase tiene su enjundia, sin duda. Y su razón de ser.
ResponderEliminar¿A quién no le gustaría ver, al menos, esa "vida" por venir?
Creo que el presente que nos embarga, con mil frentes abiertos, está, en su mayoría, en buenas manos. O por lo menos en las manos dispuestas a resolver este presente...
Luego ya el futuro, será la consecuencia del apoyo que esas manos consigan de todos nosotros.
El agua que fluye por el río de la vida, más allá de los avatares que tenga que enfrentar en su recorrido, siempre desemboca en el Océano.
Fuerte abrazo Enrique.
Llego a la misma conclusión, Ernesto, vaya por donde quiera ir el agua hacia el río, siempre acaba en el océano. Quiero ser un viejo esperanzado cuando miro hacia el futuro y lo hago pensando en mi hijo y en mis cinco nietos, lo peor es que vivo en el presente.
EliminarUn abrazo mi sesudo y siempre positivo,amigo, Ernesto.
Kafka es difícil de entender... pero a tu amigo lo entiendo menos aún
ResponderEliminarTendré que aplicarme en ello yo también, Alí. Llevo años intentándolo.
EliminarUn abrazo fuerte.
Analizando la frase, te diría que hay mucho de contradicción en el ser humano, Enrique, y lo sabemos. Somos complejos, de pensamientos inalterables en muchas ocasiones, a veces lúcidos, otras menos, pero en otras tantas ocasiones, es el Sistema quien nos domina, y es entonces cuando la lucidez nos juega una mala pasada.
ResponderEliminarEn fin, ojalá fuésemos perfectos, pero no es así.
Feliz tarde. Me quedo por este tu rincón de letras.
Fina
El sistema, siempre, limita nuestras gestas y gestos. Luchar contra el mensaje de Kafka es, realmente, kafkiano hacerlo.
EliminarSi te quedas por aquí, al fondo hay una mesa con dos sillas libres. Tómate lo que quieras, Fina.
Saludos.