viernes, 21 de mayo de 2021

Hablemos del voluntariado



21 mayo 2021

- Joan es uno de esos raros chavales treintañeros, que viste raro, se peina poco, se deja barba sucia, tiene ojos hinchados, huele a tabaco a seis metros y solo pide cerveza y pincho de tortilla por todo alimento en el Ateneo, cuando aparece. No habla mucho o nada y a todos les/nos parece un drogata de casa bien pues a pesar de mantener ese aspecto tan "raro" lleva ropa ética aunque de marcas pijas que le dan un toque de millonario cantante de rock en horas bajas. 

- Hoy, mientras todos hablaban de él,  pues su aspecto era exponencial al de costumbre,  la Ortiz,  (que nada tiene que ver con la Reina ni con las magdalenas del mismo nombre), que es la mujer del portero de la urbanización que administra la propiedad del Ateneo, mientras tomaba su café con leche y porras de costumbre, me dice con voz y gesto de espía: Estáis equivocados con el chico, Joan no es un drogata, ni un perturbado de los aromas orientales, no, él perdió a su madre por falta de la adecuada atención en un hospital público,  murió de cáncer de páncreas mientras él estaba en Lloret buscando realizarse y el marido de ella, (de su madre), en sus negocios de tejidos en Marruecos donde llevaban, uno y otro, respectivamente,  más de dos años. Joan se enteró de la muerte de su madre el mismo día que la incineraban ... nunca pudo despedirse de ella. Desde entonces, Joan, se afilió a una ONG que se dedica a la ayuda de mayores discapacitados sin familia y sin recursos, él es una especie de jefe de grupo,  trabaja en ello de día y de noche, y apenas para en casa. Lo sé porque cuido de su casa, de su lavadora y de todo lo que sea ayudarle ... lo hago sin cobrarle ... yo viví los últimos momentos de su madre ... sé que está arrepentido y sé que es un gran chico. No debierais juzgar a la gente por su apariencia.

- La Ortiz se fue y a mí me dio por pensar en la injusticia de un juicio precipitado ... me dio por pensar en la crueldad de la masa popular que usurpa la razón a quien no la aparenta ... y así me quedé  ... algo mal, pero sentí una enorme satisfacción al conocer de la actitud de Joan. 

- Curiosamente, Joan, como si me hubiera adivinado mi cambio de actitud, levantó la mirada y tropezó con la mía, me sonrió, le sonreí, sonreímos.