Una mañana de pandemia, cogí mi bastón y me fui a caminar

Fotografía de Sergio Larraín (un chat en vivo)

20 mayo 2021

- A veces me gustaría ser un ser repugnante para llamarle por su nombre a todo aquél imberbe y estúpido político, (la mayoría), que insulta a nuestra inteligencia haciéndonos creer a los más viejos del escenario de esta joven democracia en la que vivimos, que lo suyo, (lo de los estúpidos y advenedizos sabios de la moral política), es único, social, progre y diferente a lo que se ha ofrecido hasta ahora desde la vieja política de esta joven democracia cual es la española vigente.

- Otras me gustaría ser el Cid Campeador, aún y sin, necesariamente, estar muerto para ganar mi última batalla, para lanzar ese grito de guerra de los fanáticos de siempre: “Arrepentiros criaturas del demonio que no sabéis que lo bueno lo traigo yo en mis novedosas alforjas, no os creáis lo que cuentan los viejos, ellos no saben más que yo … que nosotros” –dicen los populistas de la cosa del engaño ideológico.

- Pero, para nuestra gloria bendita del día y para pisar en el mundo real, vigente, deseable y asquerosamente brillante, Antonio, (mi/nuestro jefe de Prensa ), para recuperar el ambiente festivo, casi carnavalesco de nuestras tertulias matinales, nos recuerda para mayor gloria de todos los arrepentidos sin causa,  el poema-relato de la madrugada del jueves que Pepe, (El exsindicalista hasta la muerte), soltó sin que nadie le oyera o quisiera oírle a ciencia cierta y a modo de resumen, este breve corte:

“Que si bebes demasiado, Pepe, que el médico te ha dicho que no bebas alcohol ninguno y con gas aún menos. Luego, si te quedas paralítico o te da un ictus, veremos quien te cuida.”

- Y Pepe, (según sostiene Antonio apasionadamente y hasta con lágrimas en los ojos), siguió así un largo rato con su poema de queja parental cercana, y sin que nadie mediara palabra alguna, salvo las de rigor, ya sabéis: “No te preocupes, Pepe, no le hagas mucho caso, ellas tiene instinto maternal y lo hacen por nuestro bien” o aquello que siempre resulta tan recurrente que es darle una palmadita en la espalda y con gesto de funeral, decirle; “Pepe, en todas partes cuecen habas, ánimo” y, claro, Pepe, al final, (al parecer y según sostiene  Antonio),  preguntó;“¿A vosotros os pasa lo mismo?”.

- No hubo respuesta, bueno, me refiero a que no hubo respuesta seria, (sostiene Antonio), balbuceos, cambio de tema y otras habilidades machistas al uso, pero al final “El Lopera de Elx”, (según sostiene Antonio),  va y suelta; “Venga coño, dejaros ya de lloraditas y vamos a mamarnos esa del Licor 43 que lleva ahí arriba mas de 7 años sin que nadie la toque ….”

- ... y la Fiesta continuó hasta altas horas de esa mañana, hasta las nueve, (los viejos empiezan temprano a nadar por el mundo), más o menos y sin que nadie tuviera ganas de confesarse por pecado cometido alguno en ella, precisamente y mucho más con el Santo Cura Párroco presente en la venial Fiesta  – “Sostiene Antonio” - y ahí acabó lo que puedo contar … lo demás, nada de nada, pura rutina de viejos inconfesablemente pecaminosos, vulgares y golfos de la mayor, ingenua, senil y venial, “golfidad” … pero felices pues nada piden, nada quieren, solo desean que les dejen vivir felices con lo que tienen.

 

 

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