domingo, 13 de diciembre de 2020

Olor a soledad


Vieilles images de bistrot


13 diciembre 2020

Veo en las tabernas de la playa un sinfín de almas solitarias, día tras día, contando historias, cuentos y glorias del pasado a quien les quiera escuchar. Temen quedarse solos y se esconden tras una copa de Soberano, de Marie Brizard, de un simple ron blanco y, siempre, de una pesada y gangosa conversación. Se frotan las manos, tienen la nariz roja y la ropa desastrada. Ellos no tienen frío, el suyo, su frío, es de otro sentir. Su hielo está anclado en su corazón y en ese mundo que un dia los olvidó. Ellos huelen a eso, a rancio, a soledad y a incomprensión, huelen a ese otro frío que nosotros, de vez en cuando, también sentimos. Por eso y sin que ellos lo sepan, me gusta verlos, animarlos, darles conversación, sentarme con ellos, escucharlos ... contemplarlos como si yo mismo, con un vértigo cruel, pudiera estar viéndome en ellos. Id con cuidado, pienso que, a veces, ese mal, su frío, se contagia y lo peor es que lo hace sin que sepamos por qué, ni como ha venido.