6 febrero, 2017
06 febrero 2020
Discutía esta madrugada con un viejo amigo de café, sobre si la voluntad del viejo debe ser siempre descabalgar el mundo vigente como corresponde a un viejo anclado en su pasado y sus formas, claro, pero no, acabamos haciendo el juego de las palabras intentando crear frases con palabras poco corrientes.
Mi amigo empezó a hacer frases y hasta poemas, con la palabra sicalipsis y a mi, (que soy mucho más recatado), simplemente hice algún ensayo con la palabra fruición. Finalmente alguien lanzó un queo y todos vinieron a nuestra mesa a intentar decirnos, como siempre, cosas bonitas, por si alguien se pagaba una ronda, claro, cual es la obligación de todo jubilado que se precie de serlo.
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