18 abril 2024
- Lo más importante, quizás, de esos despertares sudorosos, armónicos e incontenibles, es que acabo, siempre, palpándome la cara, resbalo los dedos por mi pecho sudoroso y acabo levantándome bruscamente en busca de vida y, Dios, la hay, la tengo al lado.
A mi me pasa lo mismo. Somos afortunados.
ResponderEliminarUn beso.
Y mucho, Ilduara, una gran suerte la mía ... un gran regalo.
EliminarEnhorabuena, también, para ti.
Un fuerte abrazo.
Hermoso texto, Enrique. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias, Carlos Augusto.
EliminarUn fuerte abrazo.
Te había escrito, querido Enrique, un ensayo filosófico-místico, sobre lo que intuyo que hay más allá de lo que la razón nos muestra, pero creo que es mejor no contaminar tu espontáneo gesto con trascendencias.
ResponderEliminarSimplemente, disfruta del momento!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Bien hecho, querido amigo, yo ya estoy en eso, vivir los momentos, a veces ya no sé si este es mi mundo.
EliminarUn abrazo, poeta enamorado.
Pero debemos reconocer con humildad que el problema no es que este mundo sea o no sea el nuestro, sino que el nuestro no debe ser el suyo. Parece lo mismo, pero no lo es... Lo que se pierden!!! :))
EliminarUn abrazo enorme, querido amigo. Y feliz fin de semana!!!
Gracias, Emilio. Te mando otro nuevo y gran abrazo, rus palabras me reconfortan siempre.
EliminarQué bello despertar así amigo, enterarte cada día, primero de que aun cuentas con vida y segundo, de saberte con otro corazón que late a tu lado y que siente lo mismo que tú. Maravillosa sensación y realidad, una bendición de esta existencia.
ResponderEliminarMi mejor energía en este abrazo que te envío. Felicidades.
Paty
Gracias, Paty, esa sensación me hace querer seguir viviendo.
EliminarUn abrazo muy fuerte, poetisa.
Naturalmente, siempre estará contigo.
ResponderEliminarAsí lo creo, creemos, querida Tracy.
EliminarUno debe agradecer lo que tiene. Te mando un beso.
ResponderEliminarSiempre, querida Judit.
EliminarUn abrazo de viernes, superescritora.
Y ahí es cuando descubrís que la vida es un regalo precioso, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarAsí es, María Cristina, cada día veo más esa luz encendida que ilumina mi vida y me hace seguir.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estar vivo, sentirse vivo ya es motivo de gratitud cada día. Y si estás con otros latidos a tu lado, bueno; más afortunado eres. Y más agradecido.
ResponderEliminarContundente y valioso tu escrito Enrique!
Gracias, Grace, así me siento.
EliminarUn abrazo.
Me consta amigo.
ResponderEliminarFue, y es un regalo del cielo.
Reconociendo que, ¡tanto monta monta tanto!...
Abrazos Enrique.
Gracias, Ernesto, dices muy bien, tanto monta, monta tanto.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
A seguir sintiéndonos vivos amigo. Porque siempre hay vida al lado.Conmueve tu foto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, Laura, con los años hemos a prendido a apreciar mucho más lo que tenemos y que quisiéramos tener dos vidas más para poder disfrutarlo.
EliminarFeliz sábado.