sábado, 13 de enero de 2024

El hombre, sonriendo tristemente, nos dijo: luego paso y les dejo un cheque

Fotografía de Lee Jeffries

13 enero 2024

- Sucedió, aunque hace ya algún tiempo, una vieja historia que vino a mi mente mientras preparaba un discurso sobre qué decirles mañana a mis nietos sobre eso de que voy a tener que dejar de jugar al fútbol profesional o de no poder ir a la maratón de antena 3 cuando llegue. Sin darme cuenta, también, me di cuenta de que estaba sonriendo ...

- Estábamos en la cola de la Caja X y delante un hombre de mi edad, encorvado, con su chándal y sus bambas, y su compra entre las manos, cara de susto y poca razón, aparentemente, el cual, al llegar al pago, la cajera le dice que no llega con lo que el hombre abriendo el puño había soltado unas monedas y unos billetes arrugados, sobre el mostrador. 
- El hombre, de acuerdo con la chica, empieza a quitar cosas … y de pronto, detrás mío, oigo su voz, la de mi niña, diciendo: “No, no, páselo todo” y el todo lo fueron por unos pocos euros más, hecho que provocó que tanto la Cajera como ella, mi niña, se les asomaran desde sus enrojecidos ojazos, unas benditas lágrimas.
- El hecho no tendría más importancia si no fuera por el acto de solidaridad y arrepentimiento que en mi provocó no haber sido yo capaz de decirlo antes que ella, pero lo más curioso y más sorprendente fue que el hombre, con cara bondadosa y haciendo una mueca, como la de un gracioso perrito agradecido, nos dijo: 
“Gracias, muchas gracias, (sonriendo tristemente), luego paso y les dejo un cheque”.

 @etarragó


Cinco de mis mejores refugios




22 comentarios:

  1. Cuánta lección anda por ahí suelta, verdad?... Sólo es cuestión de ser receptivo para ponerse en el lugar de otro y hacer la diferencia, como hizo naturalmente tu niña... que a alguien también tenía que salir dejame decir.

    Abrazazo hasta allá amigazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, amigo Carlos. Hay una canción que me pirra y en ella se dice eso de "tengo tanto que aprender de ti ... tanto".
      Un fuerte abrazo, va volando por los aires con fuerza para allá.

      Eliminar
  2. Es una tierna historia. Uno debe ser solidario pero no hemos vuelto fríos. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se repiten mucho, amiga Judit, por eso emociona (al menos amí), recordarlas y divulgarlas.
      Un abrazo escritora

      Eliminar
  3. Los niños, a menudo, nos dan lecciones de solidaridad (aunque en el caso que relatas, imagino que, la que calificas cariosamente como tu niña, es adulta) Lo del cheque fue un buen remate para tan tierna historia.
    Un abrazo, Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La niña es adulta, Diego, yo soy su niño. Esta es una historia que no olvidaré nunca, ni la de los ojos de ese buen hombre ... ni el gran beso que le di a mi niña en la puerta del supermercado.
      Feliz noche.

      Eliminar
  4. La vida es un cheque en blanco que mejor nos coja con fondos. Desconocemos lo que nos depara el tiempo y mejor encontrarse con almas bondadosas, aunque dispongamos de euros.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé si te refieres al Karma... se obtiene lo que se da, se cosecha lo que se siembra. A mi edad, creo en el karma, doy fe de ello.
      Feliz noche, amable Ilduara.

      Eliminar
  5. Un relato natural en toda su extensión, él, ella, la cajera, tú...
    Y como colofón, la frase.

    Amigo Enrique, no me tildes de "amable" cada vez que, por mérito propio, me limito a señalar tus constantes y creativos trabajos. :))))))

    Abrazos. Buen domingo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, no te llamaré amable porque, todo este grupo que formamos de blogueros locos por la lectura y la "escritura", lo sois, pero es innegable que en vuestro proceder va mi mejor temperatura de la propia moral de victoria que me insufla vuestro apoyo.
      Gracias, Ernesto, un fuerte abrazo y feliz noche de domingo.

      Eliminar
    2. Aclaro lo que quería decir... pero que quedó algo confuso. :))))))
      "...cada vez que, por mérito tuyo,..."

      Eliminar
    3. Gracias por la aclaración, Ernesto, pero lo entendí a la primera.

      Eliminar
  6. Humana solidaridad. Te das cuenta, querido Enrique??? Los niños nos demuestran que ya llevan lo más importante puesto cuando nacen: los más bellos valores humanos y los más bellos sentimientos. No hay que enseñarles a llegar a ser humanos. Solo necesitan ayuda para utilizar con sabiduría esa caja tonta donde se esconde nuestro cerebro.

    Y para qué enseñarles a utilizar el cerebro??? Para aprender mucha geografía??? Pues también, no lo niego. Pero sobre todo para reconocerse a sí mismos, para reconocer el mundo, para descubrir la vida en todas sus grandezas y misierias, y para que todo ello les permita actuar de tal manera que sean felices y que ya, de paso, repartan algo de su felicidad a los demás. Algo o mucho...

    Gracias por extraer de un hecho tan sencillo, una lección tan grandiosa. Gracias por tu humildad. Y gracias por compartir, mi querido sabio y amigo.

    Y un enorme abrazo, pro supuesto!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eres un ser especial, amigo Emilio, gracias, gracias, gracias.
      Un fuerte abrazo, también, para ti, poeta enamorado.

      Eliminar
  7. El amor y la compasión van de la mano muchas veces, da satisfacción poder ayudar,
    y el buen señor tuvo una salida humorística para agradecer y no sentirse avergonzado. Un abrazo Enrique!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Diste en el clavo, esa es mi opinión del resultado final de este suceso. Nunca lo olvidaré.
      Un abrazlo, María Cristina.

      Eliminar
  8. Un cierre que uno siente muy humano, en la estrechez económica de este hombre. El gesto de la niña, en ese humanismo que hoy es una carencia, entre tanto gesto arribista y de competencia. UN abrazo, apreciado, Enrique. Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, amigo Carlos Augusto, aún queda una esperanza para la recuperación del trato entre los humanos.
      Un abrazo

      Eliminar
  9. Amigo gracias por contarla. Y me alegro que saliera de tu niña y que tú seas su niño. Debemos concienciar desde pequeños a ser solidarios. Me encantó el final
    Buena noche Enrique.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Laura, hay sucesos en nuestra vida que no somos capaces de olvidar y el que hoy cuento es uno de ellos para mí.
      Un abrazo de martes.

      Eliminar