10 diciembre 2023 (actualizado) - 10 diciembre 2012 - 10 diciembre 2009
- Ya sé que cuanto más te lo digan, más tardarás en dejarlo, la mente humana y su estupidez, me refiero a la humana, es así. Parches de nicotina y otras tonterías no hacen más que enredar y esconder la verdadera solución al problema.
- Aprovechando que mañana tengo Cardiólogo, Neumólogo y ORL para mis asuntos del día, debo decir aquí que yo dejé de hacerlo una buena mañana del día uno del mes de agosto del 2001 cuando le dije a mi Santa: “Este es mi último cigarrillo”. Nunca antes lo había dicho y desde entonces, y hasta hoy, solo me limito a aspirar los humos que me sueltan con toda impunidad, en esos lugares en los que, supuestamente, está prohibido hacerlo.
- Yo fumaba 100 cigarrillos al día, cinco paquetes y de Malporro (Marlboro), todo un record, pero un día encontré un motivo para hacerlo, que aún vive conmigo, y lo dejé. Lo hice sin tratamiento alguno, solo estaba convencido que debía dejarlo y lo dejé. Por tanto, si no estás convencido y solo fumas un poquito, (10 cigarrillos al día, por ejemplo), no te escondas, ni lo dejes, tan solo hay que dejarlo cuando se está convencido de ello, antes NO, pues No servirá de nada hacerlo.
- Ah, sí, es cierto, me parece extraño y poco ceremonioso que alguien salga a la calle a fumarse un cigarrillo en plena comida o tomando copas, sé que, a veces lo pienso y otras hasta lo digo, pero en mi contra diré que yo me los fumaba entre plato y plato y entre copa y copa y ahora, en cambio, me repele.
- Ahora parezco un activista antitabaco como la misma Mercedes Milá, la Paula Echevarría, la misma Penélope Cruz, el Principe Harry, pero hay quienes cambian un vicio por otro, el ejemplo más famoso de esto lo encontramos en el ya desaparecido Johan Cruyff, quien cambió el cigarro por Chupa Chups. Todos ellos y muchos famosos más dejaron de fumar en un alarde de perseverancia y gran voluntad. Yo mismo, cuando lo pienso, no se explicarme cómo pude dejarlo, pero lo hice cuando fumaba más que nunca.
- Por si interesa, y por si la “pasta” que te gastas en ello no te aleja de él, dejo aquí el enlace a un artículo informativo sobre lo que el tabaco anda haciendo por ahí. Adelanto que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen en todo el planeta más de 8 millones de personas a causa del tabaco. Más de 7 millones de estas defunciones se deben al consumo directo y alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno.
No fumé nunca. Siempre me pareció absurdo andar con una chispilla de fuego delante de los labios. Además, mi abuela era estanquera.
ResponderEliminarUn beso.
Pues lo tuyo tiene un mérito de valor infinito, Ilduara. Me pareces una mujer y persona con muchas o muchísimas virtudes.
EliminarEnhorabuena.
Este artículo es terrible. Siendo que, muchas veces, por cuestiones de trabajo, uno está expuesto al humo de los fumadores
ResponderEliminarSí, yo podría decir que contagié a toda mi familia. Una verdadera pena.
EliminarUn abrazo, Alí
Nunca me ha gustado fumar. Te mando un beso.
ResponderEliminarBien hecho, Judit, esa es una gran virtud.
EliminarFeliz lunes, escritora.
Tuve un papá que falleció de cáncer de pulmón porque fumaba cualquier tabaco, rubio o negro, y un esposo que dejó a tiempo, aunque ya estoy calificada como fumadora pasiva por la convivencia, por suerte sin consecuencias, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarAy, María Cristina, mi gran pena es que a mi mujer le pasa lo mismo que a ti, fumadora pasiva, pero sin grandes consecuencias.
EliminarUn fuerte abrazo.
Afortunadamente dejé en 1997. Fumaba 4 atados por día. Era suicida. Pasó mucho tiempo hasta que me restablecí... aunque sé que toda la vida seré adicto a esa sustancia. No debo dormirme. La lucha continúa hasta el fin.
ResponderEliminarAbrazo amigazo. Gran aporte tu entrada una vez más.
Sigamos luchando ... y viviendo, querido amigo Perrotti.
EliminarFuerte abrazo.
Lo mejor que hiciste amigo. Cuesta dejarlo pero merece la pena.
ResponderEliminarEn casa solo fumaba Paco, los dos hijos no. Y no te imaginas las peléas que teníamos con él, hasta le apagábamos los cigarros con agua cuando fumaba en casa. Lo dejó automaticamente cuando vió a su padre morir de un cancer de pulmón muy malo en 1993 y hasta hoy.
Ganamos todos en en calidad de vida y malos olores y no se arrepiente.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Enhorabuena para Paco y para todos, efectivamente no es fácil dejarlo. Tiene mucho mérito dejarlo.
EliminarUn fuerte abrazo, Laura.