10 noviembre 2023
- No sabes cómo fue, pero un buen día oyes una canción y te llena tanto que decides adoptarla en el libro imaginario de la historia musical de tu vida.
- Era el año 1997 y la oí mientras tomaba mi café en una larga noche de soledad infinita. Le pedí que se quedara conmigo...
Llegó como del marCon los ojos de una hogueraFeliz y embaucadorMe llevó por su veredaMe llenó el corazónCon leyendas de salY en los dias que en mí se quedóFue llenándome de paz.Le dí todo el amorDe quien se anda con cuidadoPero él quería hurgarEn mis sueños maltratadosMe lloró y le contéQue en historias de dosEs preciso quemarse los piesSi uno quiere ver el sol.
Cinco de mis mejores refugios
El cierre de la canción, además de poético, aleccionante. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarUna canción 10, Carlos Augusto, toda ella, pero estoy de acuerdo contigo, el final es de una fuera inmensa.
EliminarUn abrazo, poeta.
Es una canción bonita y dice muchas cosas. Lo único con lo que no estoy de acuerdo es en que haya que quemarse los pies en una relación. Para mi lo que mantiene fuerte un vinculo es la ausencia de sacrificio, y lo que uno haga por el otro que sea desde el desprendimiento, no desde el sacrificio.
ResponderEliminarHa estado bien darme una vuelta por tu blog, buen fin de semana Enrique, besos!!
Tienes razón, Ana, pero creo que eso de quemarse los pies que nombra el texto d ela canción se refiere a los primarios valores de fidelidad, confianza y ausencia de embustes. Una canción diez, me gusta desde el primer momento que la oí.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado sumergirte en mundo bloguero.
Gracias.
Qué importante es respetar los silencios en la pareja, sin mentiras, dejando arder el alma que emulsiona con las palabras y las razones del corazón.
ResponderEliminarUn beso.
Eso es quemarse los pies, querida Ilduara.
EliminarUn abrazo de sábado noche.
Buena canción, Ana Belén siempre se gana escuchándola.
ResponderEliminarSí, tiene canciones que no son muy populares, pero que son extraordinarias.
EliminarEs una linda canción. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias, Judit. Beso
EliminarPreciosa canción. Bonita voz!
ResponderEliminarLa soledad hizo el resto...
Gran abrazo Enrique.
Un bello canto al amor deseado, no encontrado y perdido, Ernesto. Una canción bella donde las haya.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Qué bella canción en la no menos bella Ana Belén, gracias Enrique, un abrazo!
ResponderEliminarGracias, María Cristina, coincido contigo, una gran y bella canción.
EliminarUn abrazo.
No es que me guste mucho la música, ni soy mucho de Ana Belén, pero la letra de esta canción es una verdadera maravilla, una delicia para los oidos, un delicado bocado para el corazón.
ResponderEliminarY también es una maravilla de lección de vida, que vivir a medias es como no vivir, y que solo arriesgando la vida nos premia.
Genial, querido Enrique!!!
Y un enorme abrazo siempre, querido amigos!!!
Te tengo que querer, poeta enamorado, eres un bombón de persona, amable, empático, singular, fiel ...
EliminarUn fuerte abrazo.
Canción, letra, voz, mujer... casi diría que refutan la melencólica idea de la infinita soledad, no?
ResponderEliminarQué maravilla!!
Abrazo sensible amigazo!!
GRACIAS, POETA ESPECIAL.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo Perrotti.
ResponderEliminar¡Es preciosa, Enrique¡ Es una de la canciones quizás más bonita de Ana Belén, una delicia escucharla. Gracias por compartirla. Y gracias por tu palabras de aliento.
Santa noche, se muy, muy feliz
Gracias, Marina, eres estupenda, una valiente.
EliminarUn fuerte abrazo.
Triste y a la vez preciosa. Grande siempre Ana Belen. Buena juventud pasamos oyéndola.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Laura, buenos tiempos.
EliminarUn abrazo