10 septiembre 2023
- Dejo aquí un vídeo que denuncia la desidia existente en el mundo de hoy hacia esos llamados seres menores por su discapacidad.
- Parece un poco exagerado, pero para ese maltratado "ser menor" esta es la imagen que ve en demasiadas ocasiones en su día a día.
Se me llenaron los ojos de lágrimas...
ResponderEliminar¡La avalancha de gente es impresionante!
Abrazo, estimado amigo.
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Sin ser tan aparente, ni exagerado, esta actitud es la que tiene que soportar un discapacitado todos los días, Majo.
EliminarUn abrazo
... y es que es así como él (el discapacitado), lo ve.
EliminarLa negación de lo humano. Saludos.Carlos
ResponderEliminarExacto, Carlos Augusto, eso lo veo (y, a veces, lo sufro yo también), todos los días.
EliminarFeliz lunes.
Mientras todos valoremos, o permitamos valorar, al ser humano en función de inteligencias no basadas en emociones y valores, estaremos perpetuando un mundo salvajemente injusto.
ResponderEliminarY lo peor de todo es que haya varas de medir que discriminen y causen gran dolor, basado todos en la apariencia, no en el ser.
Espero que aprendamos... por nuestro bien!!!
Gracias por poner el dedo.en las llagas. Gracias por humanizar la vida.... artificial.
Y un enorme abrazo, querido amigo!!!
Gracias, Emilio, esta es la Sociedad que tenemos, cada día un poco más deshumanizada. ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?
EliminarUn abrazo fiel amigo Emilio.
En este video, la indiferencia y la falta de empatía por un prójimo que se encuentra en condición de vulnerabilidad es la verdadera muestra de discapacidad (emocional) de esa gente, es la implícita demostración de que existe una invalidez de sentimientos que les “impide” brindar una ayuda, un auxilio o simplemente cederle la preferencia a ese ser humano que no puede movilizarse por sus propios medios.
ResponderEliminarPero felizmente, aún existen personas en el mundo que en momentos así sacan a relucir su sentido de humanidad. Y es así como ese conductor vale más que todo ese bus repleto de insensibles pasajeros.
Gracias amigo por este video cuyo contenido se repite en el mundo más de lo debido, pero que nos hace recordar que, colaborar con quien lo necesita no es una muestra de debilidad, sí de grandeza.
Así es, Juan Carlos. Con tu permiso voy a quedarme con este corte de tu comentario: "Pero felizmente, aún existen personas en el mundo que en momentos así sacan a relucir su sentido de humanidad. Y es así como ese conductor vale más que todo ese bus repleto de insensibles pasajeros."
EliminarUn abrazo.
Es terrible cuando pasa y cada vez nos hacemos más indiferentes. Te mando un beso.
ResponderEliminarEso creo yo también, amiga Judit, la deshumanización es cada vez más evidente.
EliminarUn abrazo, escritora.
Nunca diría "ser menor".
ResponderEliminarConozco algunos y son grandes seres, con un alma enorme y mucho que enseñar.
Mi admiración y cariño para ellos.
Lo de "ser menor" es lo que representa para esa insolidaria sociedad colectiva que los ningunea, abandona y desprecia. No obstante, ese adejetivo de ser menor me viene de una excelente película que vi hace ya algunos años que se llamaba "Hijos de un Dios menor" del año 1986 y, por si te interesa verla, te dejo aquí un enlace para ello: https://www.tokyvideo.com/es/video/hijos-de-un-dios-menor-1986.
EliminarUn abrazo, Ángela
He visto deslizarse una rampa desde el escalón, pero creo que no todos los tienen, ese es el error lamentable, cómo saber quien lo necesita si el micro que llega lo puede llevar o no! Un abrazo Enrique!
ResponderEliminarSí, María Cristina, el vídeo presenta una situación exagerada, pero desde el punto de vista del discapacitado es así como se siente. Los autobuses y Tranvías más modernos y desde hace, ya, algunos años, bajan la plataforma y por ahí pueden subir la silla de ruedas, pero te puedo asegurar que a pesar de todo no hay quien les ayude a subirlos a la rampa salvo cuatro almas caritativas.
EliminarUn abrazo, María Cristina.
Justamente hace dos dias presencié un señor que habia cruzado la calle con su silla de ruedas y quedado en la esquina al lado de la rampa( porque en este caso habia una pequeña) , pero no subia. Yo lo observaba desde una cuadra mas atras y del lado opuesto( porque es una avenida) lo que me impedia acercarme rapidamente. Me llamó la atencion que no se entendia bien lo que le sucedia al hombre( obvio yo miraba de lejos la escena), pero junto a el pasaba mucha gente y nadie se acercaba, hasta que el hombre por lo que percibi , le dijo algo a una señora mayor que iba con un carrito de compras y la señora pidio ayuda a unos muchachos que estaban parados a unos pasos apenas, pero que en ningun momento se percataron de la situacion . Este mundo tan individualista ni siquiera puede "ver" que hay personas que requieren de nuestra cooperacion minimamente.. Nos está faltando esa reaccion frente a la realidad del otro, mycho que replantearnos! Besos mi querido Enrique y gracias por refrescarnos la memoria y hacernos salir de nuestras preocupaciones bastante superficiales tantas veces.
ResponderEliminarNada que agradecer, querida Eli, lo superficial es siempre subjetivo, pero el caso que cuentas es uno más de los muchos que vivo cada día y ya no sólo por y para mí, no, este es un mundo que se deshumaniza día a día un poco más. Recuerdo que, hace unos años, en mi ciudad actual, la asociación de discapacitados de la Comunidad se dirigió al concejal de tráfico y le hizo una propuesta y una apuesta: ¿Quieres usted saber cómo se mueve un discapacitado con movilidad reducida por su ciudad? Y le citaron en la puerta del Ayuntamiento y lo sentaron en una silla de ruedas y le dijeron... "Nosotros le seguimos, intente subirse a la acera, entrar en un establecimiento o cruzar por un paso de peatones". Lo pasó tan mal que el concejal se pasó cuatro años arreglando la ciudad para que una silla de ruedas pudiera acceder a todos los lugares de la via urbana y de los locales comerciales. Luego pasaron otros cuatro y todo ha vuelto a empeorar, pero aquello fue un gran paso. Quizás pronto haya que volver a denunciarlo.
EliminarUn abrazo muy fuerte querida Eli.