martes, 8 de noviembre de 2022

Loren y Alberto: inadecuados personajes de mis historias


Vincent Bourilhon [Fotomanipulación]

08 noviembre 2022


- Golfeó todo lo que quiso y la amó, a la vez que a otras, pero ... "a ella la he querido más que a nadie" - se atrevía a contarnos con total impunidad, nuestro querido Loren, el rey de los ingenieros amantes de las obras con destino la carretera. Su amante y querida esposa aguantó lo indecible ... y sigue haciéndolo ... "él está muy arrepentido, Enrique" - me cuenta ella.

- Alberto, ese pragmático ejecutivo de lo inmaterial (Alberto es artista ... pinta, escribe y también baila, golfea y copea como nadie) nos quiere convencer de que la vida en pareja funciona si la mujer saber tener una larga correa para el hombre; que a él se lo enseñó su padre y que su madre, más santa que ninguna, supo perdonar a su padre todas sus aventuras. 

- Alberto se crece y se recrea en su suerte cuando concluye - mientras le regala una inspección ocular a las redondeces de la Loli que hoy ha venido con ropa de calle - que lo del matrimonio bien llevado es como lo de la confesión católica, "golfeas todo lo que te da la gana, pero luego te confiesas, dices que te arrepientes, y tu moral y tu relación, como tu moral, queda salvada ... y ay de la mujer que no sepa entenderlo, Enrique ".

- No os aburro con más historias como las que me han contado Loren y Alberto, pero podría llenar este joven blog de malditas praxis (que, para estos tiempos que vivimos, no son tan arqueológicas) como las contadas entre viejos y no tan viejos e inadecuados personajes de mis historias, pero lo cierto es que nuestro arabesco genético es indudable, y por eso y por muchas cosas más, acabo relacionando mi falta de ardor en esos contactos y sus discursos de mis amigos más fósiles, con mis deseos de cogerla de la mano y llevármela a volar conmigo donde nadie pueda pensar, ni vivir así; donde nadie pueda negar la existencia de ese viejo sentimiento que algunos aun llamamos sentir, amar o, simplemente soñar con él, con el amor, como el que un día cambió mi vida.


@etarragó


Cuatro de mis mejores refugios


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16 comentarios:

  1. Enrque, ensalmático texto, en homenaje al amor. No sé por qué me hizo memorar la novela de Gabo, El amor en los tiempos del cólera". Un abrazo.
    Carlos

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    1. Puede que se note que el mensaje de esa gran obra de GGM, "El amor en los tiempos del cólera" sea mi Norte, amigo Carlos A.
      Abrazo fuerte.

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  2. Tú nunca aburres con tus historias.

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  3. Bienvenidas estas historias si permiten a quien las relata llegar al punto final de sus propias reflexiones... Tal como queda expresado aquí.
    Sobre el tema en sí, de ayer, hoy y mañana, consustancial con el ser humano. De uno y otro género. Pues si antaño era identificativo de uno, hoy la diferencia puede no ser tan clara.
    ¡Sencillamente, la vida!
    Gran abrazo Enrique. Siempre tus "crónicas" animan la tertulia.

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    1. Gracias a ti, Ernesto. Tus comentarios siempre son acertados y escuchados y no solo por mí.
      Un abrazo fuerte.

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  4. No vas a aburrirme jamás, de hecho extrañaba las historias de la Loli y los demás (tu barra de amigotes, se diría acá) ya que desde que volviste no constaste ninguna y son deliciosas, la verdad...

    Abrazazo hasta allá amigazo!!

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    1. Gracias, Carlos. Ya voy ambientándome, otra vez, con mis amigotes. Voy de puerta a puerta y en coche. Antes me iba andando, ahora ... hay que ir como sea.
      Un abrazo, amable amigop.

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  5. Soportar y ser cornuda no me gusta para nada. Creo que antes las mujeres aceptaban esa vida porque no tenían salida, qué hacer con los hijos y sola?
    Hoy la mayoria se mantiene con su trabajo, no necesita que la mantengan, hasta hay casos que él marido cuida los crios y ella sostiene la economia familiar.
    La que se queda al lado de un esposo mujeriego porque lo ama, suele suceder....es una santa.
    Pero quedarse sabiendo que él tiene otra... es muy doloroso.

    Un abrazo Enrique, muy buena entrada.

    mariarosa

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    1. Gracias, mariarosa, solo he hecho una foto de una realidad que cada vez está más obsoleta en el planteamiento global. Hoy, como tú bien dices, las parejas, a la mínima rompen y no tiene por qué aguantarse, ni quieren, además, las infidelidades (por llamarle de alguna manera) son de tipo bisexual.
      Feliz jueves.

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  6. Coincido con Tracy.
    No aburres.

    Haces bien en salvaguardar el amor puro.

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  7. Espinosa cuestión la que subyace en tu reflexión. Vamos por partes (que me has "picado"!!! Jajajajaja

    La golfería no es amor. Nunca lo será.

    El amor no se puede manejar. Surge o no surge, y si surge lo hace con una intensidad. El amor es la sustancia que une a las personas y nace del alma. Todo lo que no sea esto no puede ser llamado amor, en mi opinión.

    Y el amor así sentido y así vivido nunca puede ser motivo de vergüenza o arrepentimiento. Sentir amor es un lujo. Recibir amor es un lujo. Y amamos a cada persona lo que surge de nuestra alma. No amamos más o menos por amar a otras personas. Pensar otra cosa hace que nos perdamos...

    Y hasta aquí llego, Enrique.

    Un enorme abrazo, querido amigo!!!

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    1. Nunca podría estar más de acuerdo contigo, poeta Emilio, amor es amar ... solo, enorme y grandiosamente vivido con el alma, no existe otra manera de sentirlo.
      Un abrazo fuerte, Emilio.

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