jueves, 8 de septiembre de 2022

Un mundo en blanco

Otros tiempos


08 septiembre 2022

- Curioso … entré esta madrugada en una cafetería a tomarme un calentito café humeante y una vez me puse a saborearlo, suspiré profundamente, me eché hacia atrás en mi cómoda silla y me puse a observar al personal de mi entorno. 

- Había mesas de hasta cuatro personas … nadie hablaba, nadie se hablaba … o eso parecía, pero … ¿Era así? 

- Todos tenían los ojos clavados y las manos ancladas en su smartphone.

- Hay quien dice que ahora, la gente de ahora, de hoy, se comunican mucho más que lo hacían la gente de antes, la del ayer … y yo seguí sorbiendo mi caliente y humeante café, me hundí en la silla y puse la mirada en el infinito de una pared blanca, llena de manchas blancas; de gente con largos vestidos blancos; de hormigas blancas; de noticias blancas; de nubes blancas; de caballos blancos; de mármoles blancos; de cielos blancos … de libros blancos con todas sus hojas blancas.

- Un muchacho de las mesas de los muchachos para una vida por un wasap, me saca de mi pared blanca y me dice: “Perdone abuelo ¿tiene usted un cargador USB-C para un teléfono Samsung. Me han dicho que quizás usted …”

- El muchacho llevaba en su mano un precioso y gran teléfono blanco … como no.


@etarragó


Cuatro de mis mejores refugios


.


18 comentarios:

  1. Me pasó igual varias veces ya, Enrique, igual-igual, en el subte ayer al mediodía sin ir más lejos, de locos, propio de alguna escena de pasada ciencia ficcion de anticipación que creí una exageración... Cambiemos, amigo, cambiemos que estamos a tiempo...

    Abrazo agradecido una vez más.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cambiemos, querido amigo, pero que sea rápido, yo ya estoy en el tiempo de descuento.
      Un mundo nuevo se ha asentado en el escenario del entorno de nuestras vidas, como diría nuestro Ernesto, quizás seamos nosotros los que no sabemos ver que el tiempo es el que es y que lo único que hay es el hoy, ahora. Ahora que no nos oye, te diré que empiezo a estar convencido de que tiene razón.
      Un abrazo fuerte, amable amigo.

      Eliminar
  2. Son los signos de los tiempos que vivimos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Inevitables, igual que fueron los avances de nuestros tiempos... seguramente.

      Eliminar
  3. El mundo yo creo que ahora se comunica a veces de forma mas hipócrita no necesitas dar la cara si lo haces por la web y puedes decir cualquier tontera. No necesitas asumir responsabilidad y a veces es mas fácil comunicarte con alguien que esta en un país lejano que con alguien de tu misma sangre. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy convencido que es como dices, amiga Judit. Sin saber si es mejor o peor, lo que he querido constatar, es que yo lo veo así ... incoloro.
      Un abrazo, escritora.

      Eliminar
  4. Esto es para analizarlo parte a parte. El día de las madres de los corrientes, nos reunimoes en un cafetín de estación de servicio carretero, toda la familia y hablamos de todo lo humano y todo lo divino. Fue una tarde maravillosa. Yo... ni vi el teléfono. Permaneción en mi morral. Nunca había disfrutado tanto como esa tarde.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes como te comprendo, Ali.
      Abrazo de viernes, mi viernes la nuit ya está ahí.

      Eliminar
  5. Es tremendo.
    Eso es una guerra perdida para siempre.
    Da igual que en la mesa esté una persona sola que un grupo.
    Todos miran el smartphone...
    Tantas redes sociales han acabado por encarcelarnos la mente.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso creo, TS, pero no estoy seguro de que nuestros padres dijeran lo mismo de nosotros, yo solo constato como lo veo ... falta comunicación, tocarse, abrazarse, verse, conversar en vivo.
      Eso creo, quizás sean cosas del ayer.
      Feliz viernes.

      Eliminar
  6. Estos días de atrás, subí una foto que hice en la plaza mayor de mi pueblo, que por lo general suele estar muy concurrida de turistas, en ese momento no había mucha gente pero todos incluidas las parejas estaban ensimismados en la pantalla de su móvil.

    Pienso que esto no es normal.
    O es que yo soy muy antiguo.
    Salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vi esa foto en tu blog y es tal cual, Erik. Mejor o peor, no lo sé, para mi es algo que solo detecto y no sé si me gustaría que fuese así mi mundo joven.
      Un abrazo, Erik

      Eliminar
  7. Hola Enrique; eso mismo que observaste en un café, yo lo miro en el subte, todos atentos a su celular, nada les llama la atención solo sus mensajes. Cosas del mundo moderno. Muy lindo fin de semana.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  8. Hola, Enrique
    Ese es un mal de este siglo. Tengo whatsapp, sólo para familiares y dos ex condiscípulas. He optado por revisarlo una vez al día; únicamente leo aquello que me parezca necesario. Mis sobrinos y primas, me envían o re-envían fotos, vídeos, propagandas… Como gasto tiempo borrando, he optado por responder cada semana.
    No he estado en un lugar como el que describes con “zombis”, la pandemia no se ha ido, por precaución salimos poco y en mi hogar, las reuniones son sin “aparatos antisociales” :)
    De todas maneras, hay que hacernos a la época que vivamos
    Un enorme abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, ante mis indudables lágrimas mostradas aquí por ese añorado tiempo donde una buena conversación era un arte, también entiendo que debamos hacer lo que dices (irremediablemente), hacernos a la época en que vivamos.
      Feliz domingo, Rud

      Eliminar
  9. Tiempos de mucha comunicación y a la vez incomunicación. Estamos viendo como las redes nos hacen esclavos. Y más las nuevas generaciones que hasta andando por la calle los ves dependientes por completo de ellas.
    Buen lunes.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Laura. No sé si es que no me gusta o es que añoro aquellas conversaciones del ayer sobre una mesa, alrededor de un fuego en la calle del pueblo o comiendo en casa o con amigos.
      Tiempos que fueron los nuestros. Ahora, tengo que acomodarme al de mis nietos.
      Un abrazo, Laura.

      Eliminar