domingo, 3 de abril de 2022

Torerín, su Amparo, la Sabi, la amiga de la Sabi, el Ruipérez y la tercera pata


03 abril 2022

- "Lo que pasa es que uno siempre ve las cosas malas que me pueden pasar" - Así se despachaba conmigo, Torerín, uno de los contertulios menos activo a la hora de buscar conversación o baile sin control, mientras estábamos en los lavabos del Palacio, donde los viernes "la nuit" sacamos a relucir, los viejos colaboradores de la música en vivo, nuestra sabiduría y nuestras joyas.

- Cuando un tío es triste, no lo puede evitar por mucho que le digas cosas en la dirección positiva que a cualquiera le haría efecto, pero hay gente, esa gente de la que hablo, los tristes, con los que no hay nada que hacer, es como si se hubieran muerto ya hace muchos años. 

- Torerín, (le llaman así porque fue torero en los 70), mi triste colaborador nocturno, estaba hecho una verdadera mierda, (con perdón), me refiero a que estaba moralmente hundido y no a que estaba con dos copas de más. Resulta que su vida discurre por la más ancha y larga de las soledades que a un ser humano le puede tocar vivir. No tiene hijos, enviudó hace 8 años y ahora con 72 no tiene ningún aliciente que le haga levantarse, cada día, con ganas de hacer algo. Tampoco le quedan hermanos, ni sobrinos, que él sepa. Solo tiene su soledad, bueno, su soledad y la Sabi, que es esa colombiana que a todos nos alegra la vista y la imaginación con sus sabrosones pasos de baile al más puro estilo “tropycal dance”. No habla mucho la niña, y digo niña porque debe tener unos treinta y muchos, tan solo, pero verla bailar y hablar, es algo maravilloso. Tuve que tocarla, y fuerte, para asegurarme que no era, ni hinchable, ni de goma.

- “Tío, le dije a Torerín, ¿pero cómo te vas a suicidar teniendo esa linda niña ahí, que parece que te va a comer hasta las orejas con ese acariñamiento que te regala?” 

- Nada de eso Enrique, nada de eso. Es que yo me acuerdo de mi Amparo y no lo puedo evitar. Además, ayer me hice unas pruebas y parece que tengo algo en el riñón. No sé, no tengo ganas de hacer nada.

- Allí lo dejé, mientras volvía a mi sitio en la mesa, con la Sabi que se lo comía a cariñitos y él que parecía que se iba a poner a llorar de un momento a otro.

- No seas así Enrique, me dice el Ruipérez, que es el responsable de la sala, y que está en todo: "Torerín está muy jodido y aunque el dinero le sobra y mucho, le falta el pilar principal, enviudó y, además, le falta la pata central la cual perdió hace ocho años ya, o sea, le falló todo a la vez. Ojalá no te veas tú así, Enrique. A mi estuvo a punto de pasarme lo mismo, (quedarme viudo y sin pata central, hace un año), pero mi mujer se recuperó tras la extracción de un tumor en el hígado y el urólogo y una compañera de Sabi, me arreglaron, cada uno a su manera, la pata central... pero aún no las tengo todas. Ahora, cuando salgo de aquí, me voy a casa corriendo, pensando que algún día esto puede acabarse".

- Me fui acercando a la mesa y al llegar cogí a mi niña y le estampé un enorme abrazo de esos que parece que no vienen a cuento y tanto se notó, que me puse a temblar y ella me dijo: ¿Pasa algo cariño? No, contesté y seguí en el abrazo hasta que me harté.

- Hoy ya es domingo y continúo hecho un trapo, pues sigo acordándome de Torerín, de su Amparo, de la Sabi, de la amiga de la Sabi, del Ruipérez y de la supervivencia de la tercera pata.


16 comentarios:

  1. Jajaja...que anecdotas, Enrique, así es la vida. Narras muy bien,amigo, parece que estaba yo sentado en esa mesa, viendos en directo. Hay que cuidarse, para que la pata central no decaiga, y si decae, tampoco pasa nada, el caso es pasarlo bien. Un abrazo.

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    1. Me alegro de que hayas pasado un buen rato sentado ahí conmigo, Castelo.
      Un abrazo.

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  2. Mucho me identifico en mi ayer con Torerín. Yo era de ver las cosas malas que me podían pasar (pero que finalmente no me pasaban) hasta que empecé a ver (aunque no me acontecían) aquellas de las que me acaba de salvar...

    Abrazo siempre agradecido Enrique amigo y un saludo a todos por allí!!

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    1. El saludo queda y Torerín sigue vivo, amigo Carlos P.
      Un abrazo, también agradecido, maestro.

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  3. Jajajajajaja Aplausos!!!

    Tus crónicas son geniales, Enrique.

    Está la realidad, por un lado, que ya de por sí puede serlo todo: desde patética, hasta rídicula, pasando por todos los espectros de la experiencia. Pero es que tu le das tu toque de humor, también con unas gotitas de ironía, y lo haces siempre bien divertido. Salvo cuando toca ponerse serio, que también hay que ponerse serio de vez en cuando.

    Un fuerte abrazo, buen amigo!!!

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    1. En esta página me permito alguna alegría, Emilio, la procesión va por dentro y conviene no dejar ver lo malo ... eso no es del agrado de nadie.
      Un abrazo fuerte.

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  4. LO malo es que de Torerín me voy acordar hasta yo y eso que no le conozco.
    ¡Pobre hombre!

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    1. Es un ser que ha nacido para sufrir, ya lo ves, Tracy.

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  5. Has contado con ese toque de humor tan tuyo la penosa realidad de quien quiere convencerse que está en ella. Una persona de 72 años es a mi criterio joven para permitirse continuar con su vida y su crecimiento personal, para socializar y encontrar un sentido a su vida, no importa si va a vivir un dia o 30 años más.. Pero coincido en ese párrafo .."Cuando un tío es triste.." Muchas veces esa tristeza es una eleccion. Abrazo enormeeeeeee Enrique !!

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    1. Gracias, querida Eli, tenemos que reñirnos de todo, hasta de nosotros mismos, siempre que podamos y haya motivos, claro.
      Un abrazo muy fuerte.

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  6. Uy a veces lo que eras un día genial se ennegrece y otras todo cambia es cuestión de no seguir y ver que pasa sin comernos el coco. Te mando un beso.

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    1. Así es, amiga Judit, hoy estoy y mañana no, CARPE DIEM, esa es la forma de entender la vida de los jóvenes de hoy. Todos debiéramos hacer lo mismo
      Te mando un beso, escritora.

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  7. Las reuniones de los viernes "la nuit" parecen ser encuentros en los que las confesiones más íntimas de algunos parecen salir a flote... Terapia de grupo podría decirse. Por lo menos de quienes así se expresan.

    A su vez resultan más que dinámicas, y aleccionadoras (que viene el "lobo", el de tres patas solo...) para quienes, como dice Eli, saben leer la vida.

    Y, sin dudar, dichos relatos empiezan a marcar tendencia... O lo que es lo mismo, se esperan con interés!

    Maestro de ceremonias en estos lances, quien tuvo retuvo, dice el dicho, pero yo sostengo que lo que hay hoy en ti, es mérito propio, creación cotidiana. Herencias al margen. ¡Vitalidad! ¡Realismo!

    ¡Y todo ello un placer, amigo!

    Fuerte abrazo Enrique.

    PD: El toque de humor que provocó mi carcajada, es:

    "Tuve que tocarla, y fuerte, para asegurarme que no era, ni hinchable, ni de goma."

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    1. Me has hecho reír, amigo Ernesto, eso vale un potosí. Gracias.
      Un abrazo.

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  8. Te haré llegar algunas fotografías del valle con sus montañas nevadas. Chao.

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