01 febrero 2022
- La imagen de arriba es ya un clásico anual en mis bloguerías de estos días, es un símil, una manifestación intencionadamente llamativa de lo que siente aquél ser – viejo, joven o menudo – que hoy recuerda amargamente cual es el “placer” del frío que ofrece la soledad al entrar en el túnel del frío intenso.
Cuando uno recuerda vivencia otra vez... Qué maravilla hacerlo vivido, Enrique... Como dice Jung: "La vida no vivida es una enfermedad de la podés morir". Eso a vos no te va a pasar, amigo.
ResponderEliminarAbrazo una vez más de corazón agradecido.
Me aferro a ella, querido Carlos P. Vivencias, cada día son más importantes en esos momentos en que hace frío, y no me refiero al frío del congelador, ni al que hay detrás de la ventana, es ese frío que viene de dentro.
EliminarUn abrazo, también agradecido, poeta.
Me quedo con tus carcajadas del comentario anterior. Y si hace una copa de vino, ¡miel sobre hojuelas!
ResponderEliminarOtro amigo.
Me apuntaría ahora mismo, esas ya son cosas que no me dejan hacer ... solo a escondidas.
EliminarFeliz noche, amigo.
Yo adoro el frió soy de las que llueve y anda en camiseta.Te mando un beso.
ResponderEliminarEso es un don, Judit. Muy valiente.
EliminarUn abrazo, escritora.
Animo ante ese frio, vivamos este hoy aun con frio pero con el calor de los recuerdos. Saludos amigo Enrique.
ResponderEliminarGracias poetisa, vivamos ese calor mientras nos dejen.
EliminarUn abrazo.
when you comment you should do it carefully if the word is not written correctly it is better to start the comment again
ResponderEliminarLo haré querida Mucha. A veces no me doy cuenta.
EliminarSorry y gracias.