lunes, 11 de octubre de 2021

Un desdeñado mundo donde no se vive, ni se sabe que es vivir - (Don Limpio, el Jose)



11 octubre 2021

Don Limpio, que es como le llaman a Jose, (que no José), no se distingue por ser muy limpio pues su origen Huertano le hace seguir vistiendo y oliendo, como un verdadero veterano del campo que lo fue hasta que dejó el terreno y la hacienda por falta de resultados económicos, tanto fue así que ninguno de sus hijos, todos con carrera, se negaron a heredar esa huerta pues su vida, hoy, estaba en otra parte ... en otro mundo.

Hoy Don Limpio, que es calvo como una bombilla desde que nació, sigue con su sombrero calado hasta las cejas, viudo desde hace tres años y abandonado a su suerte, (a su pensión y a sus pocos ahorros), vive en una caseta que dentro del terreno que fue suyo y que el Banco no pudo embargar, pues en el título de propiedad no estaba clara su titularidad. Sus hijos viven dos en Madrid y una en Lisboa, ejerciendo sus distintas profesiones y Jose, hoy, vive feliz pensando que pronto llegará la Navidad y que se reunirá con todos sus hijos en la casa de Las Rozas de uno de uno de ellos - que es cirujano de éxito - y aunque perderá su libertad por unos días, pues le harán vestir bien, ducharse a conciencia y, eso sí, comer en la cocina, verá a sus cinco nietos que, aunque le llamen Señor a él le suena a un ... "te quiero abuelo de la gente pija, pijo" - según me dice siempre que lo veo. Sus hijos aprovecharán su reencuentro anual con su progenitor para pedirle, tímidamente, ese poco efusivo ... "Padre, vente a vivir con nosotros" ... y él llorará por el hecho de que se lo pidan los tres a la vez aunque sea tan falso su deseo como su propia vida, (la de los tres hijos ignorando su origen, tanto como a ese pobre y rudo viejo, aunque fuera él - el viejo - con su esfuerzo, el que los hizo llegar hasta donde están), y él, (el viejo), será feliz ignorándolo, pues le bastará con saber que les dio todo lo que él no tuvo, aunque ignore, también, si en su vida más íntima son felices o no.

Jose, el Don Limpio de la Huerta, vive en soledad pero es feliz, se sienta en su mesa, tan solo como vive, mientras la "maña", esa barista preciosa, una bella sesentona que luce cuerpo y alma de ángel sirviendo cafés, bocadillos de panceta y copas, y que va por las mesas pidiendo una invitación para él, para Jose, que él, (el Don Limpio), siempre cambia por un licor Murciano de nombre inrecordable. Él, copa en mano, sombrero de ala ancha calado hasta las orejas y caliqueño apagado en boca, forman parte de ese rincón del fondo del Ateneo Murciano de mis amores que para sí el mismo Goya hubiera querido ver para crear una de sus obras para mostrar una evidente, real y cruda realidad de una generación que no ha tenido tiempo para vivir ... una generación a la que nunca nadie le ha agradecido, ni nunca nadie lo hará, su innegable esfuerzo. 

Quizás una a de las grandes carencias de la Sociedad vigente, al margen de confundir la belleza con la delgadez extrema,  es su error a la hora de confundir, también,  la felicidad con el éxito ... y el éxito con el peculio.




enriquetarragófreixes

10 comentarios:

  1. Otra gran persona que rescatas para eternizar en tus relatos, Enrique... que percibo vive feliz (en soledad, es decir) en compañía de la sabiduría que le dio una vida y con la conciencia tranquila de haber dado "todo lo que él no tuvo..." Chapeau.

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    1. Lo has definido a la perfección, maestro. Tu capacidad de síntesis es maravillosa y, siempre, sorprendente, Carlos P.

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  2. Un excelente relato Enrique, opino como Carlos... Muy buen texto.
    Beso y feliz descanso.

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  3. Una de las peores cosas de la generación actual es la ingratitud. Aunque es un vicio humano . Me encanto y conmovió tu relato. Te mando un beso

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    1. Gracias, Judit. Es un mal muy extendido en esta era. Un mundo insensible.
      Besos, escritora.

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  4. Que ternura de texto pero a la vez me parece triste pues hay hijos ingratos, muchos de ellos después de que sus padres les dieron todo para formarse profesionales, los ignoran y hasta se avergüenzan de ellos por ser humildes.... Saludos amigo Enrique.

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    1. Así es, Sandra. Lo veo por demaiadas partes en mis charlas de la madrugada. Un mal de este siglo, creciente.
      Un abrazo, poetisa.

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  5. Historias que nos dejan sin palabras, que abundan, no siempre los padres reciben de corazón ese reconocimiento espontaneo. Ese frase del "vente a vivir con nosotros " de puro cumplido sabiendo que la respuesta será negativa, en verdad DUELE.
    No me animo a arriesgar quien es más feliz en esta historia, como tampoco quien vive la verdadera soledad.
    Apostaria que Jose es más feliz y que no se siente solo.
    Beso mas que grande Enrique y gran dia!!!!

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    1. Apuestas bien, querida Eli. Jose es feliz e infeliz a la vez, como dice Carlos P, Jose se siente satisfecho por su labor, hizo lo que tenía que hacer y por otra está triste pues no se siente recompensado. Esta historia la veo demasiadas veces en mis contertulios de la madrugada, querida Eli. Así es y así somos.
      Un abrazo fuerte, chica amable y altruista.

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