martes, 21 de septiembre de 2021

Igualdad: Hazaña o puterío


Imagen: Collin McAdoo

21 septiembre 2021

- Un morado en la barbilla, una muñeca vendada y cara de haberse bebido la noche de las noches. “Les femmes ne savent pas ce qu'ils veulent, Henri”.

- La escena era de las que se recuerdan hasta el día de los juicios finales y de las apologías. Antoine era un poema andante, solo hablaba del "amour" y de Felisa, que es una joven veterana que le sigue la cuerda durante los fines de semana en los que Matilde, la Loli o su propia mujer, no ponen empeño alguno en tenerlo cerca:
Tomamos unas copas en ese local de la Playa, luego me dijo que si quería acompañarla a casa pues su marido estaba de guardia. Le ataqué a la segunda copa y cuando ya estaba en deshabillé, pero al principio, si bien fue muy receptiva, luego se echó atrás, sí, me dio por cogerla como un saco, me la eché al cuerpo y andando como un gladiador me la estaba llevando al dormitorio y, entonces, como una verdadera "fou", va y me dice … No Antoine, no, ahí, no, que esa es la cama donde duermo con mi marido. Y me empezó a abofetear y a chillar, todo al mismo tiempo, hasta que, como pude, me fue por la ventana pues los chalets del entorno empezaron a encender luces. Con las prisas me caí por las rocas, pues esa zona del Cabo es muy bonita, pero "très dangereux". Acabé en el Hospital de San Juan, a eso de las tres de la mañana y aquí estoy”.
- Tener amigos golfos es siempre un lujo y si no lo es, es algo que no sabría como llamarlo, pero que, en todo hombre, curiosamente, resulta tan necesario como virtual. 

- Leonor, que, como ya sabéis, no se pierde una, pues tiene un oído más largo que un discurso de los Castro, se acerca a mí, cuando ya se ha ido Antoine a calentarle el ego a la Loli, y me dice: “No me imagino, Enrique, a una mujer contando esta historia” – ¿Por qué? – “Porque cuando la cuenta un hombre lo hace en clave de hazaña, pero si lo cuenta una mujer todos dirían y/o diríamos, que es una puta”.


10 comentarios:

  1. Irrefutable Leonor.
    Con la anécdota de Antoine me siento identificado porque hace ya muchos años, cuando con una dama íbamos a hacerlo "en la cama donde dormía con su marido", a ella no le importó el hecho para nada pero ni bien me lo mencionó a mí ya no me funcionó, no sé si soy claro. No era acaso perverso de su parte?, todavía pienso, y en todo caso no es una perversión de buen gusto, de las que prefiero.

    Abrazo más que grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad te sucedió lo mismo que cuando iba yo con mi Padre a los entierros de la gente que moría en el pueblo: Me ponían en la cama del muerto y eso no era lo peor, lo peor era que nos lo contaban. Tienes razón, tiene que ser, en tu caso, una perversión muy cruel de toda crueldad.
      Un abrazo también grande, como la nube del volcán de La Palma.

      Eliminar
  2. Más razón que un santo tiene Leonor...
    Yo creo que Antoine, a pesar de su experiencia, pecó de ingenuo. Cuando yo ligo con una señora casada y me invita a folgar en su casa aprovechando que su marido está ausente, lo primero que le pregunto es si duermen en habitaciones separadas. Si me dice que no, no me ajunto. En justa correspondencia, mi mujer y yo dormimos en habitaciones separadas, y así le facilito la labor en las ocasiones en que soy yo quien se ausenta. Hay que ser equitativos.
    Saludete.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Veo que eres todo un maestro en estas faenas, Diego. Tomo nota por si alguna vez me toca dar un buen consejo a un amigo.
      Muy ingenioso, jajajajaja, un abrazo de miércoles

      Eliminar
  3. Es terrible esa doble moralidad, que se nos inculcan desde niños. La mujer y el hombre en eso deberían ser iguales pero no lo es . Te mando un beso y genial relato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El mundo no cambia, Judit y parece que le va a costar.
      Un abrazo de miércoles

      Eliminar
  4. No me he encontrado en esa situación, todavía. Muy buen texto amigo Enrique. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Suerte has tenido, Sandra, jajajajajaja y, ah, gracias, eres muy amable conmigo.
      Un abrazo de jueves.

      Eliminar
  5. jajajajjajajajajaja Enrique... tus dias son increiblesssss..Esas hazañas de Antoine ..madre mia!!!! y Leonor.. muy acertada...aunque hoy todo esta bastante cambiado..pero algunos de esos prejuicios siguen existiendo..( pero shhhh las mujeres creemos que avanzamos).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajaja ... decía Ana María Matute que "Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final de su discurso al recibir el Premio Cervantes 2010). A mi me pasa algo aprecido, a veces confundo la realidad conlo que imagino ... jajajajajaja.
      Un abrazoi, querida Eli.

      Eliminar