lunes, 11 de enero de 2021

La esclavitud de un sueño perverso


11 enero 2021
Hace tiempo, mucho tiempo,  quise ignorar que eso de estar vivo es solo una realidad para llegar hasta el momento actual en que eso, lo del dichoso deseo vital, es solo un deseo ferviente y tan necesario como el propio deseo.
Sin ir más lejos esta noche soñaba que cenaba con mi cuñado, el único que tengo, y que moría, en plena cena, de una de sus puñaladas indirectas, es decir, no era una cuestión que tuviera que ver conmigo aunque sí mucho con él … nadie sabe más que mi cuñado, (cuñao para los herejes del idioma), y eso fue lo que pasó. Alguien, dirigiéndose a mi cuñado le dijo... pero querido AS: ¿Cómo quieres saber más que el muerto de qué ha muerto o de que coño entiende tu cuñado Enrique si nunca has sabido ni donde vivió, ni de qué vivió?

Mi querida hermana me salvó de la esclavitud del sueño perverso: “XD, (en un idioma muy moderno y satánico), ¿Quien sabe lo que quería mi hermano si nunca nadie se interesó por él, ni por su dedicación plena a la vida de su único amor, o por su especial forma de entender el mundo profesional, o por su necesaria forma de entender lo que es la vida de alguien que vivió con la carga de la dichosa DFEH? – ¿Quién nunca jamás se preocupó por saber si ese mal le daba pena, gloria o una especial forma de aceptar la vida como algo tan válido como la que nadie puede o pudo saber jamás por no haberla tenido que soportar como le sucedió a nuestra Madre, también, primera portadora familiar del gen asesino”

En sueños me levanté, abracé a mi hermana que se fundió en mis brazos como la misma niebla y al instante desperté, como no, dado el fuerte golpe que el mármol granadino del suelo de mi dormitorio dio contra mi parietal derecho al caer desplomado sobre él por el éxtasis del sueño concebido al amparo de la esperanza … y de ese amor ancestral que provocan algunos recuerdos olvidados.
Nunca es tarde si la devoción por los seres más queridos nunca es olvidada … aunque sea a base de golpes contra el suelo granadino y en plena escena funeraria. Menos mal que solo fue un sueño ¿Verdad?

 

4 comentarios:

  1. me encanto una maravilla tu escrito querida
    Abrazos desde una noche fresca en Miami

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    1. Mkiami, ay Miami, mi tierra soñada. Ahí nunca hace frío.
      Un abrazo, querida Mucha

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  2. Hay sueños raros, y si, menos mal que fue un sueño pero que duro despertar.... Saludos amigo Enrique

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    1. Dices bien, Sandra. Me levanto sudando y el caso es que este tipo de sueños son cada vez más frecuentes. Tendré que hacerme un reset.
      Un abrazo admirada poetisa.

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