sábado, 3 de octubre de 2020

Volvió la sesentañera de la Tv y esas otras historias para no olvidar

¿LLOVERÁ?


03 octubre 2017

- "Acho, creíamos que la habías palmao, Enrique".

- Así fue el recibimiento de mis incondicionales y nobles, amigos del Ateneo de La Huerta, todo ello - siempre - envueltos todos en abrazos de esos con palmadita a lo bestia en la espalda y lágrimas de abuelos nostálgicos que ven en el amigo largamente no visto, cual si fuera el mismo Cristo Resucitado.

- A todo eso, la Irene, nueva y veterana belleza sesentera que lleva el asunto del "eclesiástico", (esta ubicado junto a la más bella Iglesia de La Huerta),  y romántico rincón, cual es la cantina del Ateneo, me dice,  de un modo gestual e intensamente provocador: "Enrique la chica de la falda tubo y taconazos del nueve, la de la tele, vino con el resultado del casting el día de tu Santo y te había escogido a ti, al "Temblores" y al "Templao" para su programa sobre "la Huerta y la invasión del urbanismo atroz sobre la riqueza de la Murcia de la Tierra productiva como su principal riqueza y sus dramáticas consecuencias".

- Casi me desmayo, cuanto honor, para un urbanita como yo, ser considerado por los del terruño profundo como alguien que pueda aportar algo, con su opinión, al futuro del agro.

- "Irene me has emocionado", le he dicho a la nueva y bella sesentañera barista. 

- Pero la fiesta no hacía más que empezar, pues justo en ese emocionado momento, apareció la minifaldera periodista, (también sesentera y bella y tubo-minifaldera sesentañera,  aprovechando que, a pesar de su edad y gracias a su escultural aspecto, le renovaron el contrato en la tv local),  y dijo ... "Vaya, aquí están mis chicos ... Gracias, os debo mucho, hoy pago yo la ronda del Belmonte de las diez, pero luego hablamos del nuevo tema que voy a proponer y a proponeros ... "¿La Vida de lo Urbanita es compatible con el agro y la Resurrección del mundo del culto a la Vida saludable en favor del agro huérfano?""".

- Yo me encogí, me dejé llevar y me puse a disfrutar de unos momentos en que la nobleza de los hombres y mujeres del mundo en el que vivo, (el mundo que ostenta el noble y bello sentido de la sencillez del pensamiento), y pasé uno de esos sensibles momentos en que me siento humano ...  persona.

- Son sólo historias de una real, aunque imaginaria, vida en la me siento muy implicado a mis escasos setenta y uno avanzados años de mi corta experiencia vital.

- Creer es vivir, sentir es mucho más.


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