miércoles, 5 de agosto de 2020

Felicidad: ¿Dónde estás?


image

05 agosto 2020
Qué suerte, hoy no me ha inundado nadie mi espacio con sexo ni TV, he tenido un día de reflexión y paseo con la que alimenta mi vida y que también es madre de mi hijo y eso ya va siendo hora de que se vaya convirtiendo en una de las obligaciones humanas que más me guste practicar. Perderte entre la gente, sin prisas, sin agobios, solo observando y escuchando, y con ella del brazo, eso es algo excepcional.
Hoy me he puesto a pensar en la endeblez de la especie humana y en aquellos que tiemblan ante la única verdad que se impone por encima de las pasiones, de las envidias, de los deseos y de las ansias de poder. Todo es efímero y te das de ello cuenta cuando menos te lo esperas, pero casi siempre, como todo lo malo, se toma con el postre, casi a media tarde.
Un post clamando a la endeblez sobre la calidad de nuestra vida cuando la comparamos con la de otros, ha puesto en evidencia mi inteligencia, mi imaginación y hasta el mucho dolor que provoca en otros saberse poseedor de algo que otros no tienen y que no por ello andan quejándose a nadie.
Saberse tan rico a cierta distancia de la línea de salida de nuestra vida, es esencial, es notablemente válido y muy sabroso para nuestros esquemas morales, debiendo provocar un cambio de comportamiento que no debiera ser ni efímero ni ocasional, sino duradero y permanente hasta el resto de nuestras horas. Nunca es tarde para darse cuenta de ello, solo que cuanto antes te des cuenta de ello, más tiempo durará tu nuevo estado de felicidad.
¿Pero eso es la felicidad? – ¿Basta con saberse entero o con menos defectos que el resto para ser feliz o para mantener una vida razonablemente feliz? – ¿No hay por qué luchar por nuevos logros y nuevas metas?
Hace pocos días me regalaban esa frase de Serrat en la que nos informaba que “No hay camino hacia la libertad, La Libertad es el camino”, pues hoy, si todavía te haces esas preguntas yo propondría una única respuesta apoyándome en el estilo del Cantautor de mis sueños; “No hay camino hacia la Felicidad, la felicidad es el camino”.
Desear más de lo que se puede conseguir es, casi siempre, utópico y solo conduce a la insatisfacción, el trabajo es muy agradecido, igual que la familia, dale todo lo que puedas y te devolverá siempre mucho más de lo que le das.
La envidia, el machismo, el narcisismo, la autarquía y la estupidez, desgraciadamente, son males muy comunes en los humanos. Nuestra virtud estará en saber defendernos de todos ellos.

2 comentarios:

  1. Un texto para reflexionar amigo Enrique. Un placer leerte. Saludos a la distancia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sandra.
      Un abrazo fuerte, distante, pero cercano.

      Eliminar