sábado, 11 de abril de 2020

Se acabó el vivir al día y el culto al body por encima de cualquier esfuerzo

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11 abril 2020

No sé si es necesario explicar o contar lo que es ser transgresor. 

No sé si es útil contar que lo que aquel muchacho que en los 50 creyó en la libertad y en la democracia, para él, eso, era un objetivo irrenunciable. 

No sé, tampoco, si el Lalalá de Serrat, hubiera sido un logro, (de ser llevado a la Eurovisión de la época), en el tiempo en que prometíamos luchar hasta morir por ser lo que creíamos era ser libres. 

No sé cuando pasó que dejé de creer en todos aquellos compañeros de universidad con los que compartía ilusiones, sindicato libre de estudiantes y carreras porreras delante y detrás de los grises. Ellos, muchos de ellos, acabaron inmersos en el mundo donde el poder corrompe. 

No sé… no, no sé cuando pasó, pero un día dejé de ser transgresor … y no sé, tampoco, si me equivoqué. 

No sé si debiera contarlo y mucho más en unos momentos en los que el dichoso coronavirus va a cambiar el futuro de la sociedad de consumo, la del bienestar, la de los viejos y, especialmente, la vida de los más jóvenes a los cuales y a partir de ahora, habrá que enseñarles el sentido de la palabra NO y la de los olvidados valores tales como el esfuerzo, la lucha, el altruismo, la dignidad, la honestidad, la fidelidad y el amor sincero.

Creo que los que nos sucedan deben sumarse a esa transgresión que nosotros vivimos luchando contra un mundo social que les ha ofrecido un mundo feliz sin esfuerzo, donde el “vivir al día” y el culto al body, está o ha estado, por encima de cualquier idealismo u otros conceptos socialles de dudosa eficacia.

 EnriqueTarragóFreixes