Jeanloup Sieff
12 abril 2020
A medida que ves pasar las hojas de calendario de tu vida te vas dando cuenta de la gran cantidad de renuncias que vas teniendo que hacer y no hablo de las machadas de siempre, hablo de la pérdida de hábitos, mejor dicho, de las prohibiciones de determinadas hábitos que se van acumulando en tus obligaciones diarias y en la extraña obligación de casi todo el mundo que te rodea de convertirse, milagrosamente, en sabios doctores de la ciencia de la salud, obligados a protegerte, por amor, por cariño o amistad, no lo sé, pero lo hacen. Y así, irremediablemente, llega el día que alguien te dice:
“Enrique, no bebas más que sabes que te hace daño”
"Enrique no comas más que sabes que no debes"
, o ese reproche en plan severo profe de Estabilidad de tercero de aparejadores:
“Vaya, vaya, dos cervezas, media botella de vino para comer y un Bacardi-Cola de postre, eso es la leche, Enrique”
, si eso te empieza a suceder, entonces es que tienes que empezar a darte prisa para todo, tu vida ya no vale nada, ya no importa que bebas o no, que te pases con tus arrocitos en Casa Pepe, da todo igual, estás jodido, sí, te empiezan a ver mal, te ven mayor y eso, sí, es la antesala de la otra vida.
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"Estás jodido" Jajaja sin pelos en la lengua oye.
ResponderEliminarHabrá que darse prisa entonces Enrique y echar un par de bailes (aunque sea a escondidas de esos ojos protectores pero que no entienden)
Por un momento casi escucho a mi abuelo cuando se quejaba de que había desaparecido el vino del armario, de la sopa sin sal, de no poder sentarse al sol porque "pronto refresca".. En fin..
Estamos en momentos tan distintos de la vida que cada texto tuyo me resulta infinitamente enriquecedor!!
Un abrazo enorme!