22 marzo 2024
- Más de veinticinco años viéndoles bailar, charlar, darnos abrazos, felicitarnos y todo ese gran bagaje de felices sentimientos unido a esa amistad que ofrece contar en la más segura intimidad casi todo lo que seguro nunca nadie más sabrá, hacen de las noches de los viernes desde hace casi treinta años un gran desahogo para el alma y para optar por administrarse con lo que en ella suceda (en la nuit), una importante y necesaria dosis moral de que con gente así todo es posible, aún, en esta peculiar novela de nuestra vida.
- Hoy no podrá ser, problemas cíclicos de salud lo van a impedir, pero siendo viernes recordaré que en una de esas oscuras, felices y visionarias charlas de los viernes la nuit, ella me dijo que no era necesario esforzarse en estimular sentimiento alguno para querer vivir pues de nada sirve lo que nada se puede cambiar y yo, luchando por no sacar el pañuelo de los llantos, me acordé de Camus cuando dijo: “Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad”.
La noche que bien campea con la bohemía de Charles Aznavour, y más esa noche de los viernes, que uno esperaba cada semana como un oasis, al trajín del trabajo diario. POr aquí, a esos viernes de la noche, los llamamos culturales: buen trago, música cubana, guitarra y canciones propias y andinas de Víctor Jara, Violeta Parra, Inti llimani, y la presencia de esa mujer que nos rebullía el músculo coronario, con la cual pusimos en práctica la frase que citas de Camús en el cierre de tu post. UN abrazo. Y que estés mejor, Enrique.
ResponderEliminarCarlos
Un comentario con un mensaje precioso y muy válido ... envidiable, Carlos Augusto.
EliminarUn fuerte abrazo
Un comentario mío desde hace muchísimos años es: "La vida es una conquista" Tan solo cinco palabras para decir que la vida exige que seamos beligerantes, que no nos podemos poner de perfil, que de nada sirve esperar a que la vida provea, que no somos neutrales sino protagonistas de nuestra vida, que hay que mover el p... culo.
ResponderEliminarMe río con esa última expresión de cariz más bien militar. Pero lo cierto es que nos tenemos que "mojar", que si nos dejamos llevar y cedemos la iniciativa a lo que nos pase en la vida, seguramente que terminemos en cualquier lugar menos donde nos hubiera gustado llegar.
Así que le doy toda la razón a Camus. Y, por extensión, a tí. Espero que tras este parón "técnico" de vuestros viernes, podías disfrutar de esos entrañables momentos. Con más ganas, si cabe, después de un intermedio.
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Gracias, querido amigo Emilio. Un parón que se va alargando pues, ya sabes, somos (Ella y yo), como dos naipes aguantándose tímida pero esforzadamente el uno en el otro, deseando que ningún soplo de viendo del demonio nos derribe.
EliminarSeguiremos luchando, la vida bien lo vale, querido amigo.
Un fuerte abrazo, poeta enamorado.
Hoy más que nunca, amigazo, repone fuerzas que aún queda mucho por hacer y tienes tanto para dar...
ResponderEliminarAbrazo de corazón!!
Gracias, amigo Carlos, me sirve tu apoyo para alimentar mis fuerzas vitales, muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo, mi querido y especial poeta.
Veinticinco años de felices sentimientos de amistad, y más en lugar y tiempo, “viernes la nuit”, y en compañía tan especial, dan para mucho. En lo vivido y en la actualidad. Mañana, como dice Tracy en su blog, ¡si Dios quiere!
ResponderEliminarYa lo de “ella me dijo que no era necesario esforzarse en estimular sentimiento alguno para querer vivir pues de nada sirve lo que nada se puede cambiar”, es relativo a mi modo de ver. Nadie a priori sabe, antes de hacer algo, si ese algo va a producir efecto o cambio alguno en la cosa a tratar.
Es más, el mero hecho de iniciar algo en uno, (Dios dijo: “tú pon sólo las ruedas en movimiento, el resto déjamelo a Mí”), suele generar una inercia, en uno mismo, en las circunstancias que nos atañen y hasta en el propio Dios…, que hace que las cosas cambien.
Sobre la frase de Camus, que tendrá su sentido, en el que no voy a profundizar, me quedo con el juego de la gallina y el huevo. ¿Quién fue primero?
Fuerte abrazo amigo Enrique. Bonito finde!
Brillante pensamiento hecho comentario, querido Ernesto.
EliminarUn abrazo muy fuerte
Paciencia Enrique, a escuchar música, a abrazarla a ella y todo bien, un abrazo!
ResponderEliminarNo hay otra, amiga María Cristina.
EliminarGracias.
Uno siempre debe luchar por lo que desea y por conservar lo que tiene. No es bueno quedarse sin hacer nada. Te mando un beso.
ResponderEliminarUn buen consejo, Judit.
EliminarGracias, escritora.