Jacqueline Bisset
23 mayo 2023
- Cuando alguien no encuentra solución a la escalada del desgaste vital, lo mejor es buscar la fuerza suficiente en aquellos valores en los que algún día se compartieron incondicionalmente con otros y, especialmente, con aquellas personas que siempre les quiso y que, justa e incontroladamente, están, habitualmente, al otro lado de la cama.
- No se trata de tocar el cielo, basta, tan solo, con subirse a la nube de la sinceridad, compartir, escuchar, querer y dejarse querer, la felicidad está ahí … pero, curiosamente y por contra, una importante mayoría lo ignora, lo quiere ignorar o no sabe cómo..
La persona que está a nuestro lado es la que mejor nos conoce y siempre está dispuesta ayudarnos a recomponer el puzle. Sabe lo que dice cada pieza de nosotros.
ResponderEliminarUn beso.
Estoy convencido de ello, Ilduara, doy fe.
EliminarTienen el pegamento ideal para resolver esos "rotos".
Feliz noche.
La felicidad está ahí... en lo mucho que aún tienes para dar...
ResponderEliminarAbrazo amigazo Enrique!!
Eso creo, querido amigo Carlos.
EliminarVivamos.
Un abrazo muy fuerte
Unas palabras que son pura filosofía de vida.
ResponderEliminarMe lo tomaré como un halago, Tracy. Gracias.
EliminarSi está a tu lado me causa alegría, te quiero feliz y en paz, que a veces es a tu fiero enemigo al que tienes al lado.
ResponderEliminarPlacer volver a leerte, un abrazo
Gracias, MdN, eres muy amable, me anima leer tus comentarios y los textos de tu magnífico blog.
EliminarUn abrazo.
Mi esposo en mi caso, es quien mejor me conoce y a quien más conozco, una mirada basta para saber qué nos pasa.
ResponderEliminarmariarosa
Enhorabuena, María Rosa, yo no lo puedo entender de otra manera.
EliminarUn abrazo.
A veces somo como el cuento del pájaro azul buscamos en otro la do lo que ya tenemos. Solo que no lo hemos visto bien. Te mando un beso.
ResponderEliminarSí, a veces actuamos como ciegos y sordos, Judit, pero la realidad es la que es.
EliminarUn abrazo, escritora
Cierta, amigo, la primera parte de la segunda parte... E igual de cierta la segunda parte de la segunda parte... (No soy familia de los hermanos Marx)
ResponderEliminarY cierta, cómo no, la priemra y segunda parte de la primera parte de tu texto.
Reflexión real en la vida de muchos... Que si bien quedan lejos algunas de esas "partes"..., no cabría negarles "incipiente presencia" en su lontananza.
A nivel teórico hoy, pero con visos de, ¿llegará esto a ser real en mi vida?
¡Ni me lo planteo!
Fuerte abrazo amigo Enrique.
Enhorabuena, Ernesto. Yo creo que las personas en su forma de expresarse demuestran cuan felices son o cuan felices quisieran ser. Hay una sutil diferencia entre ambas posiciones que en algunas personas se manifiesta visiblemente y lo hacen de forma que no pueden contener su estado de felicidad y lo hacen hablando de pájaros que ven a través de una ventana a las cinco o las seis de la madrugada, mientras escriben un reflexivo post sobre la importancia de vivir hoy por encima de cualquier otra actitud.
EliminarUn fuerte abrazo, Ernesto.
Es así Enrique, a veces se busca fuera lo que está a nuestro lado, dichosos los que lo pueden ver y valorar, un abrazo!
ResponderEliminarLo peor será, María Cristina, llegar a "cierta edad" y descubrir que se equivocó. Hay tantos y tantos que ...
EliminarFeliz miércoles.
No hay mejor ayuda que la de esa persona.
ResponderEliminarSin duda.
Saludos.
Esa persona, bien apellidado, TS, eres un genio.
EliminarUn abrazo, compañero.
Joder, Enrique!!! Eso que describes es, precisamente, tocar el cielo!!!
ResponderEliminarPero es tocar el cielo porque los adultos estamos tan perdidos, en general, que hacemos difícil o imposible lo fácil.
En eso de lo que hablas es donde radica la belleza de vivir. Hoy comentaba que amar puede ser muy gratificante siempre, pero solo se.convierte en algo sublime cuando amamos con inocencia y candidez. Justo eso que los adultos rechazamos por creer que hacemos el ridículo. Lo que hacemos realmente es el gi.lipollas. Y de una forma que roza la subnormalidad.
Y perdona, que llevo dos tacos. Pero comprende que me enerva tanta estupidez humana.
Y no se te ocurra bajarte de esa nube, buen amigo, que ahí siempre nos encontraremos. Y te lo agradeceré de corazón!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!
Gracias, Emilio, seguiremos en la nube, es lo que sabemos y podemos hacer con normalidad y de eso se trata, amor siempre y en alguna nube donde celebrar su existencia.
EliminarUn abrazo muy fuerte, poeta enamorado.
Y que guapa era la Jacqueline, por cierto!!! Qué encanto de cara!!!
ResponderEliminarAfortunadamente, la que importa es la cara del alma, y por esa no pasan los años. Al revés, de embellece.
Yo la veo así, Emilio.
EliminarDejarse querer...es el camino. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarParece cómodo, pero no es tan fácil como decirlo, querido Carlos Augusto. Muchas personas no son capaces de dejarse querer.
EliminarUn abrazo.
Basta una Jackeline Bisset para que nos lo haga sentir. Saludos. Carlos
ResponderEliminarLa Bisset es todo un símbolo de belleza femenina para la gente de mi generación, Carlos Augusto. Un alma bella, tendrá esa imagen, o eso creo.
EliminarFeliz viernes.