- Un amigo estuvo hoy tomando café conmigo y él apenas tomó un solo sorbo. Habló, habló ... y habló, ininterrumpidamente, durante más de cuarenta minutos. Al irse me dijo: Gracias, Enrique, gracias.
Escuchar a los demás, ayudarles a llevar su carga, empatizar con ellos está muy bien, sin embargo no conviene nada olvidarnos de nosotros. Tenemos que empezar a querernos. Somos una especie egoísta.
Tienes razón, Ilduara, pero, al menos en mí, es inevitable. A medida que he ido cogiendo años y tranquilidad (tras una vida profesional trepidante), me he vuelto muy afable y hasta yo mismo no me conozco (a veces). Aún y pareciendo que cambio de tema y no es el caso, te diré que uno de mis mejores médicos y buen amigo, siempre dice que la principal medicina que tiene un médico para aplicar es "ESCUCHAR" Este comportamiento, quizas pueda trasladarse (hasta un límite) a todos los campos de las relaciones sociales. Feliz noche.
Yo creo que la escucha debe ser un hábito mutuamente compartido, y desde la sinceridad. Es cierto que debemos hacernos eco de la tristeza ajena, pero de la misma manera que debemos transmitir el entusiasmo de la belleza que está ahí, para ser disfrutada, en compañía. Para mí eso es escucha activa. No solo escuchar y emocionarse con lo que se escucha. También trasnmitir belleza, aunque muchas veces no se esté para bellezas.
Y eso video es realmente genial, Enrique. Nos dices que el amor compartido nos limpia a todos de la tristeza, propia o ajena. El amor es la mejor medicina del mundo. Y solo tiene un problema: que hay personas que no lo saben o que tienen miedo, que no se dejan amar, que hacen de su vida un grito continuo. No porque disfruten así, sino porque llevan demasiado dolor dentro...
Gracias una vez más, Enrique, por hacernos reflexionar sobre cuestiones tan importantes para la humanidad.
Gracias, Emilio por tus siempre amables y gratificantes comentarios. No podría estar más de acuerdo con ellos y especialmente hoy. Te robo una de tus frases: "El amor es la mejor medicina del mundo. Y solo tiene un problema: que hay personas que no lo saben o que tienen miedo, que no se dejan amar" Un fuerte abrazo, poeta enamorado.
No puedo ni imaginármelo, Emilio. A veces creo que la estupidez humana no tiene límites, ya sabes, es la única especie que tiende a la autodestrucción.
Así es, amiga Judit. Recuerdo que mi Madre siempre me decía: "No sabrás quienes son tus amigos de verdad hasta el día que los necesites". Un abrazo, escritora.
Escuchar a los demás, ayudarles a llevar su carga, empatizar con ellos está muy bien, sin embargo no conviene nada olvidarnos de nosotros. Tenemos que empezar a querernos. Somos una especie egoísta.
ResponderEliminarUn beso.
Tienes razón, Ilduara, pero, al menos en mí, es inevitable. A medida que he ido cogiendo años y tranquilidad (tras una vida profesional trepidante), me he vuelto muy afable y hasta yo mismo no me conozco (a veces).
EliminarAún y pareciendo que cambio de tema y no es el caso, te diré que uno de mis mejores médicos y buen amigo, siempre dice que la principal medicina que tiene un médico para aplicar es "ESCUCHAR" Este comportamiento, quizas pueda trasladarse (hasta un límite) a todos los campos de las relaciones sociales.
Feliz noche.
Hoy en día que alguien te escuches de verdad es para agradecerlo.
ResponderEliminarSaludos.
Eso creo, compañero, no hay costumbre, por eso se agradece.
EliminarFeliz noche, TS.
Aparte de agradecido, seguro que se fue más relajado y con una sonrisa. Él si que tiene un buen amigo en ti.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Eso creo, Diego, eso creo. En otras épocas me tocó a mi descargar mis lamentos en otros amigos. El Karma.
EliminarBuenas noches.
Eso es porque sabes ser amigo, que no cualquiera, Enrique... Pero quién dijo que está todo perdido habiendo amigos?
ResponderEliminarAbrazazo amigazo!!
Sí, amigo Carlos, a veces yo también lo creo, quizás no esté todo perdido.
EliminarUn fuerte abrazo, poeta.
El saber escuchar es un arte y el querer escuchar es un acto de bondad.
ResponderEliminarSí, Tracy, eso creo yo también.
EliminarFeliz luna lunera.
Yo creo que la escucha debe ser un hábito mutuamente compartido, y desde la sinceridad. Es cierto que debemos hacernos eco de la tristeza ajena, pero de la misma manera que debemos transmitir el entusiasmo de la belleza que está ahí, para ser disfrutada, en compañía. Para mí eso es escucha activa. No solo escuchar y emocionarse con lo que se escucha. También trasnmitir belleza, aunque muchas veces no se esté para bellezas.
ResponderEliminarY eso video es realmente genial, Enrique. Nos dices que el amor compartido nos limpia a todos de la tristeza, propia o ajena. El amor es la mejor medicina del mundo. Y solo tiene un problema: que hay personas que no lo saben o que tienen miedo, que no se dejan amar, que hacen de su vida un grito continuo. No porque disfruten así, sino porque llevan demasiado dolor dentro...
Gracias una vez más, Enrique, por hacernos reflexionar sobre cuestiones tan importantes para la humanidad.
Y un enorme abrazo, querido amigo!!!
Gracias, Emilio por tus siempre amables y gratificantes comentarios. No podría estar más de acuerdo con ellos y especialmente hoy.
EliminarTe robo una de tus frases: "El amor es la mejor medicina del mundo. Y solo tiene un problema: que hay personas que no lo saben o que tienen miedo, que no se dejan amar"
Un fuerte abrazo, poeta enamorado.
Y qué desgracia que sea así, Enrique!!! Cuánto mejor sería el mundo!!!
EliminarNo puedo ni imaginármelo, Emilio. A veces creo que la estupidez humana no tiene límites, ya sabes, es la única especie que tiende a la autodestrucción.
EliminarLindo video y lo mejor de los amigos es que te escuchan . Te mando un beso.
ResponderEliminarAsí es, amiga Judit. Recuerdo que mi Madre siempre me decía: "No sabrás quienes son tus amigos de verdad hasta el día que los necesites".
EliminarUn abrazo, escritora.