15 enero 2023
- Tenía y tengo un buen amigo, exdelegado de una de las promotoras inmobiliarias más importante de Alicante de la época, de la que se salió para montar una empresa propia que tuvo su momento pero que acabó concursada.
- Ese buen amigo, hace de ello ya más de treinta años, vino a verme a mi oficina para pedirme trabajo pues su situación, anímica, personal y económica era traumática y poco esperanzadora.
- Tal como lo vi, sin afeitar, algo mal vestido y con cara de no haber dormido, lo cogí del brazo y me lo bajé al bar de la esquina de General Lacy con Pintor Cabrera, donde ahora hay, creo, una joyería, y le di algunos consejos:
- Amigo, no te presentes nunca así, con esta pinta, a pedir trabajo.
- Ponte tu mejor traje, aféitate y échate la mejor colonia que tengas en el cuerpo y luego sal al mundo. No te dejes ver de otra manera.
- Blanquéate los dientes y no pares de sonreír ni de hablar de lo que conoces de tu mundo del ladrillo pues tú vales mucho.
- Déjale ver a todos los que te escuchen que eres un tío agradable y de gran labia, sin pasarse, pero mostrando mucha seguridad en ti mismo y en lo que dices.
- Nunca digas a nadie que te van mal las cosas, te vayan como te vayan, a la gente no le gusta escuchar miserias y muestra buen aspecto, ese es el lema.
- Reserva tus miserias solo para los amigos y en determinadas circunstancias.
- Mi amigo entendió el mensaje, se lanzó al mundo profesional con ganas y algo de chulería, eso sí, pero le fue bien. Cambió de aires se fue a Sevilla donde ha triunfado y, hoy por hoy, vive como un rico, sin problemas de tipo alguno y felizmente emparejado donde su familia le quiere y el mundo profesional le respeta. Siempre me lo agradeció y para mí su éxito superó mis expectativas, incluso, sobre las que puse en aquél desahuciado amigo que vi en aquella mañana de invierno del 89.
- Pasados tantos años, siempre pienso en él y lo que, para mí él, y su triunfo posterior, representó para mí y mis "formas" de entender el mundo de la imagen de un líder.
- Pienso que mi amigo, con su actitud, me enseñó mucho, seguramente casi tanto como yo a él en su momento, o mucho más. Me alegro de saber, cada vez más, que esas cosas me guste recordarlas ... y contarlas a quien me quiera escuchar.
Desde luego estuviste muy acertado en todo lo que le dijiste, pero a un amigo de verdad tampoco debes abrumarlo con tus problemas porque le haces sufrir y cada cual lleva su mochila a cuestas.
ResponderEliminarUn beso
La verdad, Tracy, es que él no era consciente de la imagen que daba, solo buscaba trabajo, yo le di un consejo y una recomendación para que mi empresa lo contratara de Delegado en Sevilla. Me sentí feliz.
EliminarLe diste un consejo de oro. Ahora bien, no nos has dicho si dicho amigo te ha recordado por eso. Puede que no lo haya hecho, y entiendo que para ti hay satisfacción en lo que hiciste, pero...si él no te lo ha manifestado, entonces necesita que se le de otro consejo: el de la importancia de agradecer
ResponderEliminarSí me lo agradeció, Alí, lo hizo a su manera. En su primer año allí, nos invitó a pasar unos días con él en plena Feria de Sevilla y allí nos dimos un gran abrazo ... y recibí las gracias.
EliminarEs cierto la imagen que proyectas es la por la que te juzgan. Te mando un beso y fue un buen consejo.
ResponderEliminarLa apariencia en el mundo laboral y mucho más en el profesional, es muy importante, Judit.
EliminarFeliz lunes, escritora.
Entrañable anécdota, Enrique. Le hablaste como sólo un amigo, te escucho y confió como sólo un amigo...
ResponderEliminarAbrazazo hasta vos, agradecido de tanta experiencia que tenés para contar...
Gracias, Carlos P., esa gesta me hizo muy feliz, casi tanto como lo fue para él.
EliminarOtro gran abrazo para ti, poeta amante de la filosofía del pensamiento.
Entrañable anécdota, Enrique. Le hablaste como sólo un amigo, te escucho y confió como sólo un amigo...
ResponderEliminarAbrazazo hasta vos, agradecido de tanta experiencia que tenés para contar...
Gracias, Carlos P., esa gesta me hizo muy feliz, casi tanto como lo fue para él.
EliminarOtro gran abrazo para ti, poeta amante de la filosofía del pensamiento.
Encantado de compartir la experiencia Enrique. Y los certeros consejas dados. No hay duda que fueron fundamentales para esa persona y momento.
ResponderEliminar¡Supo aprovecharlos!
Gran abrazo amigo.
Así fue, Ernesto. A mí me hizo muy feliz ver su feliz evolución profesional.
EliminarGran abrazo, amigo, también para ti.
Buenos consejos le diste y él supo aprovecharlos.
ResponderEliminarSaludos.
Así es, TS, capacidad bidireccional en este caso lo llevó al éxito.
EliminarLa vida es, a veces, menos ingrata de lo que creemos.
Saludos, TS.
Ni tanto, ni tan poco, porque, a poco de que alguno de los que te entrevistan les agrade tu perfume o el color de tu ropa, o algo que, sin tener escotes te siente bien, un problema de percepción que genera en coqueteo en él y cierto fastidio en ella
ResponderEliminarPero la educación que no falte
Abrazo
Puede que tengas razón, Verónica, también he pasado por eso.
EliminarFeliz martes.
Una buena lección de vida le has dado, pero pienso que no vale solo la apariencia,
ResponderEliminarla casa tiene que tener una buena cementación... Buenos pilares. Se ve que los tenía.
Todo un placer leerte.
Así fue, Marina, buenos cimientos, educación, respeto y empatía. Cumplió.
EliminarFeliz miércoles.
Hay consejos que se agradecen toda la vida. Y este diste fue uno de ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Laura, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.