- Sentía necesidad de correr, de saltar, de participar, de ganar. Con 9 años ya jugaba en los infantiles de la Damm y con 15 en los previos de los partidos grandes de la época en el Campo del Sans, del Hospitalet o del Europa. Con 17 apuntaba maneras, pero mis piernas empezaban a quejarse sin que nadie se diera cuenta. Torpe, lento, pero siempre deporte, hasta los 40 que fue mi punto de inflexión.
- Poco a poco la realidad y ella, mi querida FSHD, se iba manifestando, sin crueldad, pero pacientemente, y año tras año se fue instalando hasta que se convirtió en compañera inseparable.
- Ella me ha enseñado los valores que quizás, algún día, había olvidado, pero, no obstante, de modo casi obsceno, supo sacar lo mejor de mí. Cuando veo a tantas y tantas personas que viven por y para su cuerpo, por mantener un cuerpo sano, sin estupideces narcisistas de por medio, nace en mi un sentimiento de admiración. Los veo bailar, cuidarse y sentirse admirados por ello es algo que me gusta en ellos. Lo peor es cuando otros me preguntan, sin saber nada de mí, y sin saber nada de mi estado o el de otros muchos ...¿Enrique, puedes vivir con ese cuerpo orondo? ... mi respuesta, hoy, será siempre la misma, eso sí, en un acto cachondo y generoso por no mandarlos a tierras poco conocidas : "Amo mi cuerpo, es el que tengo y llegar hasta aquí me ha enseñado mucho, más que cualquier otra razón de vida pudiera haberlo hecho". Claro que una respuesta así, según el gesto de cara y tono de voz con que lo sentencies puede sonarles a cuerno quemado. Hay que ir con cuidado.
- Concluiré estas lágrimas secas manifestando que admiro a todos aquellos que hacen cuanto pueden por ser capaces de mantenerse con la mente y el cuerpo sano, los que luchan por no abandonarse al hastío del ocio pasivo y, especialmente por los que no se rinden nunca por muy difíciles que sean sus condiciones de vida.
- Concluiré estas lágrimas secas manifestando que admiro a todos aquellos que hacen cuanto pueden por ser capaces de mantenerse con la mente y el cuerpo sano, los que luchan por no abandonarse al hastío del ocio pasivo y, especialmente por los que no se rinden nunca por muy difíciles que sean sus condiciones de vida.
N: Vaya esta bloguería en reconocimiento a todos esos compañeros de sala de espera de Neurología del HLF, a los que tanto debo por su valor, integridad, ejemplo y apoyo.
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Hola Enrique.. Estas cosas me impresionan, Realmente quien tiene mérito son las personas que sois capaces de reconocer y vivir con su cuerpo y sus debilidades.
ResponderEliminarSiempre es admirable el esfuerzo que hacen las personas por superar esas debilidades, el resto del mundo no somos suficientemente consciente de ese esfuerzo.
Recibe un fuerte abrazo.
Gracias, Llorenç. Siento haberme extendido, pero disculparme, ha sido un pequeño desahogo.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Admirable texto, Enrique, Otro más en realidad... Pero aún así, recuerda, cada templo es un templo donde reside la dignidad de la vida, la cual es inagotable y si para algo se la tiene (en cualquier condición) es para poderla ofrendar.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá amigo ejemplar.
Gracias, Carlos P. Los admirables y de comportamiento ejemplar, sois vosotros, todos los que como tú están siempre ahí.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Con "cada templo es un templo" quise decir "cada cuerpo es un templo"... Abrazo!!
EliminarEstaba entendido, poeta.
EliminarUy me recordaste a mi papa. yo siempre lo ayudaba en sus ejercicios para que vuelva a caminar. Siempre hay que ser constante en esos ejercicios, Te mando un beso.
ResponderEliminarHay que seguir luchando, amiga Judit. No hay otra. Bueno, sík, hay otra, pero de moemnto resisto bien.
EliminarUn abrazo.
No es solo un desahogo Enrique. Es una declaración de vida y sabiduría. Y que como bien señalas, te ha enseñado valores quizás olvidados, pero hoy de nuevo en ti.
ResponderEliminarHace falta valor, e integridad, para reconocerse y aceptarse uno así mismo. ¡Tal cual es!
Fuerte abrazo amigo.
Gracias, Ernesto, ayuda sentirse en el calor de la gente que te rodea de una u otra manera.
EliminarGracias y un abrazo muy fuerte.
Yo también los admiro y trato de seguir su ejemplo. Un gusto leerte amigo Enrique. Saludos
ResponderEliminarGracias, Sandra, eres siempre muy amable conmigo.
EliminarFeliz jueves.