02 febrero 2022
- Ya va siendo una hora razonablemente tierna, es decir, esa hora que ya toca refugiarse en los brazos de los sentimientos que vienen envueltos en forma de viejos velos que remueven nuestra memoria.
- El día ha sido largo y de mucho trabajo, pero ahora toca remediar las penas del alma, que no es que sean muchas, pero siempre hay algo que está en algún lugar de esa complicada entelequia, que cuando la meneas te hace tilín.
- Hoy, una voz interior ha devuelto el mundo de los sentidos a su lugar. Pensé en ellos en los olvidados.
- Una simple canción de “La Oreja …”, ha hecho el resto.
- “Está dedicado a todas las historias sin final …”
Tu post que buena apreciación, Enrique, del amor. Y la canción de la Oreja... al pelo. Siempre me ha encantado. Desde que la escuché por primera vez es una especie de bar donde uno podía en una pared, en blanco, dejar i presiones sobre las canciones. Un a brazo. carlos
ResponderEliminarGracias Carlos A., eres muy amable. Ese símil me ha encantado.
EliminarUn abrazo.
Adoro que tengamos los mismo gustos musicales. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit, quizás por eso nos seguimos-e.
EliminarUn abrazo fuerte.
Hola Enrique!!
ResponderEliminarBorre mi comentario anterior porque hablaba de un amor verdadero.
Pero escuchando bien la letra habla de una historia de amor inconclusa que no pudo ser.... por el atentado del tren del 11 de marzo del 2004. Una historia triste, como todas esas historias sin final.
Te mando un gran abrazo.
Gracias, Gra. Eres un encanto, tus comentarios siempre son oportunos y sinceros. Me alegra verte por aquí.
EliminarUn abrazo de viernes.
Hora de desolvidar... y comprobar que nada ni nadie tiene exactamente su final... y cómo será que hasta las postdatas vienen siempre después del supuesto final.
ResponderEliminarAbrazo ida y vuelta hasta vos entrañable amigo!!
Cuanta razón tienes, amigo Carlos P. Las postdatas son ...
EliminarVaya ese abrazo remasterizado para allá, poeta.
Es una hermosa canción, me gusta la Oreja, sus canciones siempre me llegan hondo... Saludos amigo >Enrique.
ResponderEliminarGracias, Sandra, somos nuestra música, siempre, año a año, tiempo por tiempo.
EliminarUn abrazo de viernes.
Me gustan las historias sin final ni comienzo
ResponderEliminarlas disfruto mientras como semillas de zapallo organicas ,
son ricas y buenas
abrazos
Coincido contigo, me refiero al gusto por el zapallo y en cuanto a las historias, quizás esté contigo, también, en eso de que me gusten las historias sin principio y sin final, como el buen vino.
EliminarUn abrazo de sábado.