martes, 11 de enero de 2022

La mujer del paraguas, el morito y el excura


11 enero 2022: 

- Hace unos días un hombre al que no conocía de nada, me contó en la tertulia del café matutino, que estaba preocupado porque unos niños habían salido corriendo cuando él solo quiso devolverles un balón que se había colado en su jardín. Lo cierto es que el individuo tenía un aspecto tétrico. Barba, pelo largo, sombrero de ala ancha y pantalones muy largos cuyo sobrelargo le tapaba casi todo el zapato. Luego me contaron que era un bendito, “excura” retirado por que le gustaban las faldas más que la confesión, que luego se dedicó a la enseñanza con gran éxito hasta los 65 en que se retiró. Además tenía, y hoy tiene aún, una casa de acogida para drogadictos en un lugar desconocido de un barrio del norte.

- Quizás convenga decir, y le dije, que no debía preocuparse por eso, el mundo que nos rodea es hostil y maligno pero solo nosotros podemos hacerlo mejor y entonces le conté lo que vi ayer en un aparcamiento de coches frente al Hospital General de la SegSoc, en Pintor Baeza, cuando un marroquí se acercó a una señora que se iba a montar en su coche y esta se asustó tanto al verle tan cerca, que le pegó con el paraguas hasta que se hartó, que fue cuando el morito le enseñó la carterita que al parecer a la señora se le cayó unos metros atrás cuando sacó las llaves del coche.

- Son situaciones que dejan huella: la del morito y la del Excura. Demasiadas veces nada es lo que parece, ¿verdad?

- Lo peor fue ver a la señora agarrar su carterita para salir corriendo y montarse en su coche, sin mediar palabra alguna de disculpa con el “morito”.
 .



12 comentarios:

  1. Es que la buena educación, la solidaridad y hasta el desprendimiento (últimamente tan escasos) sorprenden, meten miedo o generan desconfianza. Necesitamos más razones para hacer este mundo de nuevo?

    Abrazo gigante amigazo!!


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    1. Te leo con admiración, siempre, amigo Carlos P. Ante tu pregunta... ¿Necesitamos más razones para hacer este mundo de nuevo?, la respuesta la intuyes igual que yo lo hice cuando la lanzaste.
      Un serio abrazo, reconocimiento explícito a tu voz y a tu creatividad, en y para, este mundo-e.

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  2. Y yo extrañándome de lo que tardabas en volver a publicar, Enrique!!! Ahora comprendo.

    Ya he añadido también este blog a mi lista de lectura…

    Genial ésta, tu última entrada!!! Y te digo totalmente convencido: estas cosas nos las deberíamos estar repitiendo constantemente, porque son las cosas que nos estropean como seres humanos. Es más, nos deberíamos juntar y contárnoslo, como si se tratara de AA. Incluso cantar a coro algún eslogan, para ver si se nos mete en la cabeza una serie de cuestiones que estropean nuestra vida, como esta que tu relatas tan bien. Y tan gráficamente!!!

    Debemos insistir, insistir e insistir, amigo!!! Debemos hacerlo!!!

    Una alegría volverte a leer... Un enorme abrazo!!!

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    1. Gracias, Emilio. Tardaste en encontrarme pues tengo varios Blogs abiertos con distintas formas de manifestarme a través de ellos. Hago como aficionado que soy al mundo de la representación teatral, una aparición de distinto estilo en cada uno de ellos. En uno alegre y dicharachero, reflexivo en otros y amante de la naturaleza y de la vida, en el más moderno.
      Siempre es un placer leerte y mucho más verte por aquí, Emilio. Para mí un lujo.
      Un abrazo fuerte.

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  3. Estamos deshumanizados, cada vez más.

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  4. Los prejuicios y el miedo son terribles. Te mando un beso

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  5. Vamos de mal en peor.... Siempre lindo leerte amigo Enrique. Saludos.

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  6. Los personajes reales. Los niños corriendo, el "ex", con su vida vivida: "gustaban", enseñanza, casa de acogida y, seguro, que con alguna aportación más al mundo. La historia de la sra. y el "bendito" marroquí, a la orden del día demasiadas veces.

    Y claro que el miedo al "desconocido", al extranjero, al migrante, genera situaciones de rechazo que, en ocasiones, rozan la inhumanidad...

    ¿No se le llama a esto la condición humana? ¡Desde luego que no!

    Que haya aquí y allá sesgos de racismo, homofobia, machismo, nacionalismo rancio, ect, no significa que seamos, individual y socialmente como algunos se pintan a sí mismos.

    Abrazos Enrique.

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    1. Bien dicho, Ernesto. Veamos también el lado bueno de las cosas. Hace poco en una charla pandemiera en una terraza donde pasamos un frío de balones, tomando unas cañas, un amigo se empeñaba en contarnos que la juventud está perdida, que solo saben pedir y no hacen ningún esfuerzo para conseguir lo que desean, etc., etc. etc. Pero salió Manuel, un viejo Ingeniero de Caminos, muy famoso en los 80 y 90 en el Levante español, y dijo, no, no todos son iguales, seamos positivos, el otro día un chaval me ayudó a pasar un paso cebra cuando vio que me costaba moverme. Todos nos quedamos como pasmarotes y Emilio, un viejo carnicero de toda la vida del barrio de El Plá, le dijo, "no digas eso, Manuel, lo nuestro es hablar de lo malo de esta juventud que solo vive para pedir y que no se aplican en el esfuerzo, en la fidelidad y en el estudio para nada".
      Estuvimos tres horas debatiendo sobre el tema.
      Es cierto, Ernesto, que muchos tenemos y/o tienen, muchos perjuicios de todo tipo, pero estoy contigo, debemos fijarnos en la parte positiva de las cosas ... o de los sucesos.
      Un abrazo de jueves

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