domingo, 21 de noviembre de 2021

Un inmenso logro y todo un extraño e inesperado, honor.

Ray K. Metzker, Berghoff Annex, Chicago, 1958 


21 noviembre 2021


- Juan estaba muy feliz esta madrugada porque a sus 72 ha comprado un super smartphone, un iPhone de última generación, y le han admitido un pago en 48 mensualidades sin ninguna garantía adicional, solo un número de C/C. 

- Ante la cara de sorpresa de todos, Juan, en tono sarcástico, nos dice: "Habrán pensado que tengo toda una vida por delante" ... "o que para que se lo coman los gusanos ..." (le oí decir en voz baja).

- Leonor le aclara nuestros gestos con un ... "¿Para qué quieres tú un iPhone a tu edad?". No hubo respuesta por parte de Juan, solo una mirada como las que soltaba Supermán con su supervisión.

- Más tarde es Leonor la que nos aclara las cosas, (y sin que sepa que lo está haciendo), cuando nos cuenta que su hijo y su nuera, con los niños,  se van a pasar las navidades a Canarias y que no podrán llevarla con ellos, cómo hacen otros años cuando se trata de llevarla en el coche a Salamanca a la casa del pueblo y eso es casi gratis cosa que en los aviones suelen necesitar la compra de un billete para poder volar. 

- Pero, ah, eso sí, le han dicho, (Su hijo y la nuera, a Leonor), en tono muy cariñoso y hasta romántico,  si podrían recibir un adelanto de la herencia pues ahora con los gastos del Colegio y las clases extras y ... el viaje, claro,  necesitaban un empujón  ... "¿Qué son para ti cuatro mil euros de nada, mamá?"

- Unas veces es la realidad social a la hora de "escuchar" la voz de la experiencia, y otras es el incomparable amor filial, el que hace que los mayores, nuestro mayores de hoy, por una u otra razón, se hayan convertido en prescindibles para casi todo, pero tan adorablemente necesarios, también, para casi todo lo demás del todo, especialmente para lo más tangible y pagano.

- Por tanto, ante la ausencia de otros foros llenos de apologías hacia ellos, hagamos aquí un valiente reconocimiento expreso y manifestemos el necesario respeto para esa generación que ha sido esclava para el cuidado de sus ancestros y que ahora lo es de casi todos los que vienen, hijos nietos y hasta sobrinos, cuñados y hermanastros, según familias. Un inmenso logro y todo un extraño e inesperado, honor.




10 comentarios:

  1. Espero que el teléfono de tu amigo eche humo estas navidades, porque si no... ¿Mereció la pena?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puro desahogo, Tracy. No sé si realmente le importa que le llamen o no. Esos viejos, mis amigos, son gente rara.
      Un abrazo, Tracy.

      Eliminar
  2. Uy siempre hay que cuidar y agradecer a nuestros padres. Te mando un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre, Judit. No sé si hice todo lo que debiera para que eso fuera así. Se fueron más pronto de lo deseado ... e inesperadamente.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Cada familia un mundo. Cada persona un universo. Y, dice el dicho, en la viña del Señor crece de todo!

    Incidiendo en los protagonistas de la historia, destaca primero eso de irse tan lejos a celebrar las fiestas. Y más con hijos, pues pareciera que esos eventos son solo para parejas jóvenes y jubilados.

    En segundo lugar entiendo que hace falta dinero para ello... Ya programar el viaje sin contar con medios propios, parece exceder la "modernidad" del evento.

    Dejar en casa a la madre... ¡Qué decir! Si era habitual que las pasasen todos juntos.

    Pero ya dejarla en casa tras tener que pagar ésta la fiesta de los demás, cuesta aceptar.

    "Modernidad" que, como reza el dicho también, "no digas jamás que de esa agua no has de beber".

    Uno sabe que no!!... Pero desconoce el "saber" de los demás... en el futuro.

    Abrazos Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, Ernesto, muy cierto, el fiuturo y els aber hacer de los demás, pura entelequia ... o pura lotería. La nueva modernidad es, también, la nueva moralidad.
      Un abrazo de lunes.

      Eliminar
  4. El contrapunto de la modernidad concebida para el que se cree moderno... Excelente Enrique...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Modernidad, honestidad, fidelidad ... valores ... ¿Dónde?
      Un abrazo, Antón.

      Eliminar
  5. Quien no puede agradecer de dónde viene no sabrá nunca adónde va... ni tampoco llegará a ningún lugar.

    Abrazo hasta allá.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es probable, pero me temos, Carlos P., que Leonor tiene en siu alma clavada una espina, sí, la del desinterés y el interés, a la vez, que sufre `por parte de su hijo. La vida es cruel, pero es como es.
      Un abrazo, otro, siempre agradecido.

      Eliminar