domingo, 11 de julio de 2021

Cohonesto y las neuronas pseudodepresivas

Mi vegetal querido: Cohonesto

 11 julio 2021

- Aunque ya lo he hecho otras veces, aclararé, primero, que Cohonesto es mi árbol favorito desde hace ya muchos años, quizás treinta, no lo sé. Él es un árbol al que el urbanismo le permitió la vida gracias a que a alguno de sus ejecutores decidió salvarlo sabiendo cohonestar urbanismo y naturaleza. Su placentera vida en el centro de un oasis lejos de las apetencias inmobiliarias de la muy antigua Playa San Juan, cerquita del mar, se cruzó en el camino de una alineación oficial de una de las calles del nuevo trazado, pero fue salvado de su muerte segura y sigue ahí, viviendo y conviviendo con el muro que quería arrebatarle la vida.

- Bien, ahora seguiré con mi cuento de hoy.

- Confesarse ante un árbol, por muy elegante y hermoso que parezca, puede parecer una gilipollez, pero no lo es. Lo importante es saber hacerlo, es decir, es como hablarle a un espejo. Poder, creer y no reírte cuando pasa algún compañero de tertulia del quiosco donde se habla de la cosa de los males de la salud, de la política y de los amoríos imposibles de otro tiempo, claro, es un reto, pero que alguien te vea allí rezándole al arbolito con cara de "yonofuí", sí, es todo un reto. Lo peor es cuando ese alguien, por muy amigo que sea, muy cruelmente, acaba partiéndose el culo al verme ahí y lo hace mientras se aleja para ir a contarlo al resto de contertulios de la nada.

- Luego, sin girar la cabeza nunca hacia atrás, (las risas se oyen a distancia), andando hacia el nuevo día, me voy dando cuenta que estoy llegando al límite de la locura pseudodepresiva que me invade felizmente desde hace más de treinta años, lo sé, pero ahora empieza a dejarse ver con mayor felicidad a la que abres el escote neuronal, o bajas la cremallera de las emociones veniales para tranquilizar la glándula prostática. 

- Toda esa confesión parece pura locura o un gesto de estar al borde de amputar las neuronas de la razón, pero es una praxis que me gusta cumplir cuando puedo o, quizás, solo sean ganas de saber si ese estado se alimenta del miedo, de algún sueño o de ese suceso ancestral que no quiero recordar y lo busco aunque sea leyendo entre ellas, entre las finas hojas de cada una de las neuronas de la razón olvidada.






16 comentarios:

  1. Confesarse ante un árbol, lo siento más respetable, que hacerlo ante un cura. El árbol es savia que oxigena la vida y los pensamientos. Un abrazo. carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, Carlos A., por lo menos es más emocional.
      Un abrazo fuerte, de lunes.

      Eliminar
  2. Es un bello árbol y parece que te escucha muy bien . A veces solo falta escucharse uno mismo. Te mando un beso

    ResponderEliminar
  3. Opino como nuestro amigo Carlos Augusto.... Saludos amigo Enrique.

    ResponderEliminar
  4. Hola Enrique.. Decimos que amamos a las flores, pero las arrancamos. Decimos que amamos a los árboles, pero los derribamos. Conociendo a los árboles, entiendo el significado de la paciencia.
    Un abrazo..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ERes un gran pensador, Llorenç. La lógica evoluciona ante la realidad.
      Feliz lunes

      Eliminar
  5. No en vano el árbol semeja un cerebro y su sistema de infinitas ramificaciones nerviosas, Enrique.
    Recuerdo un capítulo de la serie Cosmos en el que Carl Sagan acariciaba un freso y lo llamaba primo, puesto (decía el loco científico) que no encontraba diferencia entre su química y la de dicho árbol, además de la heroica anónima silenciosa tarea que lleva a cabo (él y el resto de su congéneres) para garantizar nuestra sobrevivencia...

    Abrazo gigante. (Hay algo más noble que un árbol?...)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Irrepetible comentario, Carlos P., solo tú podrías hacerlo. Dices bien, como el fresno del astrónomo Sagan, Cohonesto cuida mi supervivencia emocional y el de mi entorno.
      Un abrazo, "profundista".

      Eliminar
  6. Llego ya muy tarde a leerte mi querido Enrique y pienso :como no tomar como confesor a ese arbol que ha resistido todo, que esta ahi , acompañando de pie una buena parte de tu vida. Creo que muchas de las cosas que hacemos y que para nosotros tienen un significado ,pueden causar gracia a otros,pero las emociones ...son nuestras.. y siempre hay algo de intimidad y comunion en ellas que no podemos hacer que todos vean.Mi abrazo agradecido a ese hermoso ser que sos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca llegas tarde, amiga Eli. Tú eres de esas personas que te puedes permitir todo. Tu altruismo, tu bondad, tu buen hacer, todo tú eres un extraordinaria persona, eres cuasi única.
      Un abrazo fuerte, de martes.

      Eliminar
  7. La verdad Enrique, ese árbol
    es muy bello, ademas de interesante,
    también nos da confianza.

    Besitos dulces

    Siby

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es el espejo del Alma, de la quieras conocer, dulce Siby.
      Un abrazo de martes, muy fuerte.

      Eliminar