01 mayo 2021
-En esta especie de diario de una Pandemia en el que voy dejando aquí – lágrima a lágrima – las escasas vivencias del confinamiento, hoy me he puesto a recordar con una imagen lo que antes parecía una zona de pecado, en mi Playa favorita.
-En plena reflexión me he puesto a implorarle, por segundo año consecutivo, al Dios que se encargue de estos asuntos, que haga el favor, que ya se está pasando y pecar es algo tan necesario como el poder o saber, vivir.
-A pesar de que ya llevo más de un año, salvo esporádicas salidas, encerrado en casa, mantengo la esperanza de conseguir cruzar el túnel de la pandemia muy pronto. Sólo será cuestión de conseguir que me vacunen con mi segunda o tercera dosis de ella, de agachar la cabeza y con abrir bien los ojos, para que nada se me pueda escapar.
-Diosito Santo, ya sabes, si es necesario aprenderé a rezar, y por ello renuevo mi ruego: Dame vida, dame aire, dame piernas... dales aliento, dales vida a todos los que me esperan.
Hoy solo te digo..
ResponderEliminarque bonito!!!!
y como siempre le has puesto el "tach" con ese .."si es necesario aprenderé a rezar"..
Besotes mi queridisimo Enrique!!!y que todo mejore pronto
Mejorará, llevo meses rezando, seguro que irá bien, querida Eli. Todo irá bien.
EliminarUn abrazo muy fuerte
Asi sea amigo Enrique. Te mando un fuerte abrazo, saludos.
ResponderEliminarSeguiré rezando, amiga Sandra. Me ha dicho el Párroco que siendo así, pronto se acabará esta dichosa pandemia y podremos volver a ver y abrazar a nietos, hijo y amigos.
EliminarUn abrazo contento.
Ya queda menos, amigo Enrique. Seguro que conseguimos vender este temor, este mal que nos ronda. Que siga dándonos vida, aire, piernas y aliento...
ResponderEliminarDebiste ser feliz en Barcelona...
Fuerte abrazo.
Gracias, Teo. Seguiremos en el empeño aunque tiempo no es, precisamente, a mi edad, lo que nos sobra.
EliminarUn abrazo de domingo
Nací en Barcelona, en la Barceloneta, en el 49 y me fui en el 78, mi vida profesional me arrastró a otros lares más al sur y allí me quedé. Fui muy feliz en Barcelona y en cualquier sitio, pero mi infancia no puedo dejar de olvidarla, fue una infancia muy feliz. Teo.
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