jueves, 25 de febrero de 2021

Yo le adoraba, Él era mi Padre

 

Una imagen de archivo de la bulliciosa terraza del Zurich, de la segunda mitad del XX -  CARLOS PÉREZ DE ROZAS


25 febrero 2021

- Farmacia a tope, "Este tiempo tan inusual tiene a media población con la gripe o acatarrados, Enrique". Mientras hablo se cuela sin preguntar la angustiada y joven mamá que llega tarde a todas partes, niños en el coche y éste en doble fila...  "por favor es que tengo mucha prisa" - faltaría más - no, no lo pidió.

- Entro en la tienda de las revistas del Paseo y un prototipo de ejecutivo en crisis matrimonial, corbata rosa, elegante americana de Dior y pantalón de franela, se lleva el "Cinco Días" y le da dos "tanteos" a la linda y joven cincuentañera que le sonríe con ganas de más  ... pero nada, el tipo va de lo que va y se despide con un evasivo hasta mañana.

- Sigo mi ruta y hoy he tenido suerte, el perro de Manu - el Jefe de los vendedores del Cupón de la ONCE de mi esquina favorita, ni me ha ladrado, ni se ha puesto a frotarse en mi pierna buena como hace siempre. "Manu: dame un 9 para el viernes".

- Me encuentro, andando por el paseo de La Playa, a Luis - un jubilado de Iberdola de los de cuando jubilaban a los 50 - vecino y un gran conversador de los que responde siempre con pelos y señales al protocolario "holaquetalcomoestás", y en un segundo que él ha tomado aire para respirar, he metido baza y le he colocado un "perdona es que voy al Tanatorio a despedir a un amigo", pero no ha servido de nada ... "¿Y yo le conozco, Enrique?.

- Pero lo mejor de la mañana ha sucedido cuando me he sentado ahí, en la Placeta del rincón de la Playa de mis amores,  como hacía con mi Padre cuando me llevaba a tomar un Cacaolat a las cafeterías de la barcelonesa y antigua Plaza Real, todos los días que sus ocupaciones y su pluriempleo se lo permitía. Él apenas hablaba, respiraba hondo, ojos clavados en el horizonte, alma flotante, periódico sin leer sobre la mesa donde habitaba mi vacía botella de Cacaolat y una intocada jarrita de cerveza. Él estaba ahí, meditando sin más y a mi me encantaba estar ahí, con él, cogiéndole de la mano cuando me apetecía, compartiendo silencio y felicidad ... y yo sintiéndome tan mayor como él, tan feliz de ser como mi Padre.

4 comentarios:

  1. .."Él estaba ahí, meditando sin más y a mi me encantaba estar ahí, con él, cogiéndole de la mano cuando me apetecía, compartiendo silencio y felicidad ... y yo sintiéndome tan mayor como él, tan feliz de ser como mi Padre..." y me voy cantando bajito hoy de tus blogs, con el corazón tibio de belleza, con recuerdos míos también similares, con tu música y con todo esto tan lindo que tienes en el alma y contagias.. Un deseo: que te vuelva, que te vuelva multiplicado en lo cotidiano todo lo que nos das querido amigo!!! Besos!!!

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    1. Gracias Eli, pienso que me adulas, sí, es posible, pero me gusta que lo hagas. Tú sentir se hace visible y eso gusta y mucho.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Que bonito recuerdo amigo Enrique, me has hecho recordar a mi padre que hace muchos años se fue...... Saludos.

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    1. Y el mío también, amiga Sandra. Esos recuerdos nos dan vida.
      Un abrazo.

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