31 octubre 2020
-Mi vecino, en una extraña y novedosa forma de manifestarse a favor del Planeta, dice que gasta más agua de lo normal porque echa agua limpia a los desagües ya que de ese modo haremos que nuestros ríos y nuestros mares estén menos contaminados.
-El chaval que deja el ascensor para meterlo en la lavadora de ascensores, si la hubiera, apoyando su bicicleta de montaña y su barro, en las paredes, estaba hoy, como si de un castigo materno se tratara, limpiando del ascensor con un trapo y líquido multiusos todas las huellas de su mountain bike.
-En el quiosco de mi Jefe de Prensa, un chaval de unos 18 me ha pedido la hora … y me ha dado las gracias, después de dársela.
-Josep, el chiquet de Lleida, dice que es de ingenuos creer en Dios, en cualquier Diós. Dice que eso lo inventaron los gobernantes de la antigüedad para ahorrarse policías, pues creando el temor de Dios, aquí no hay quien se mueva o, al menos, se elimina un importante número de hábitos malignos y criminales. No obstante, hoy ha ido a Misa y me ha dicho que lo hace “POR SI SÍ” … ¿Tú no tomas la medicación del médico y la naturista a la vez? … pues yo hago lo mismo con esto de las Misas – me ha dicho.
-Pepe, el sindicalista jubilado desde los 54 y más rojo que el pimentón de los chorizos, ha montado el terremoto cuando ha dicho que va a votar a Ciudadanos pues ya está harto de votar a delincuentes.
-Aurelio, el abuelo de Mutxamel, ha podido cargar su “Mercedes”, como él llama a su Seat 127, hasta el techo, dentro y fuera del maletero y de los asientos de atrás, de la verdura y fruta que le regalan los de la verdulería y que él entrega en determinado centro de chavales que luchan contra “El Hambre Infantil”.
-María está contenta y triste a la vez, porque hoy se va al cementerio a llorarle a su Juan … “El Hombre más bueno que nadie haya conocido jamás” – nos dice.
-Pere se está tomando el último anís del día pues está que se sale de contento pues su hijo hoy ha venido a verle desde Foix … y para dejarle a su cargo a sus dos nietos, mientras ellos, sus padres, van a pasar el fin de semana a Formentera, aprovechando que allí no hay confinamiento, a casa de unos amigos que, también son ingenieros CCyP.
-El día parece normal, más bien tirando al alza en la cosa de la mortalidad de la gente buena y sana, lo cual está bien, incluso, siendo sábado, pero la Vieja del quiosco donde vende cupones de la ONCE su Juanito, llora en silencio la muerte de su Jorge al que no podrá honrar en su día de difuntos porque despareció en el mar tras un naufragio del pesquero en el que andaba enrolado como maquinista, en aguas del Senegal, hace ya muchos años. Ella se quedó sola con su niño y con una pequeña paga que nada le resolvió, ni le resuelve si no fuera porque a sus 76 tiene que seguir haciendo ropa para particulares como modista muy deseada por un escaso pero fiel grupo de clientes. Es ella la que me ha dicho, hoy y siempre que me ve y que yo le pregunto para cuando su merecida jubilación: “Enrique, tú más que nadie sabes lo que te digo, no podemos pararnos nunca, la vida es dura … pero es agradecida. Nunca nadie me ayudó, me salí y me salgo sola desde que Jorge se fue, solo ella lo hizo, la vida”.
-Y yo, como siempre que alguien me habla de la vida y de que se puede tomar café con ella sin que duela, me he abrazado a la Vieja, primero tímidamente y luego profundamente, hasta que Juanito, que apenas ve, pero intuye los bultos, nos ha dicho … “venga pareja ¿Qué os pasa?, ya estáis hablando de mi”.
-Y terminó mi mañana como empezó, bien, amando a la vida, cada día un poco más y pensando, como no, en el más que posible confinamiento total que ya se ve venir.
-Para terminar, vaya esta bella canción y estas lágrimas surgidas de mi cercano teclado, para todos aquellos que por una u otra razón siguen creyendo en el mensaje se su título. Para toda esa gente buena que cada día nos ayuda a los demás a vivir mejor y que con su actitud nos obliga a querer serlo y a querer hacerlo con los demás. Vaya por ellos y por todos nosotros:
