– Me hubiera gustado, desde que en los 80 vi la serie de TV “FAMA”, ser un bailarín como el Leroy o la misma Coco, o Caruso o … cualquiera de ellos pero me quedé, simplemente, en aficionado. Me abastecía del interés colaborativo de sus personajes, su compañerismo y la lealtad a su fe en lo que adoraban … el baile, para sentirme bien. Grabé todos los capítulos pero el tiempo acabó con las cintas de Beta y VHS y con su imagen, tan solo recuperadas por escasas partes de la serie volcadas en internet por algún anónimo enamorado de la serie como yo mismo lo fui y aún lo soy.
– Más tarde mi querida DFEH acabó con mis ilusiones que no con el gusto a la danza y desde entonces me dedico a agradecer a todos aquellos”artistas” que siguen colgando vídeos sobre sus formas de bailar y lo cierto es que algunos de ellos, (los vídeos), son pura magia.
– Con el tiempo aprendí a no rendirme y con ello siempre he procurado encontrar en mi camino un modo de vida que haya sabido sustituir mis carencias físicas por espacios posibles, adorables, admirables y hasta queridos como lo consiguen y hacen por mi todo la gente querida que me rodea.
– Hoy, sufriendo esta cruel pandemia que nos obliga a cerrar el caudal de las noches de música, danza, copeo y charla, y tras varios meses sin ir a mi Misa nocturna favorita, encontré espacio para rendirle culto a lo que fui y a lo que aún soy … persona que le gusta vivir, vivir bien y en compañía de quien me quiera, quiero y quiere.
- Mi querido Párroco, tras salir de la Sala de Urgencias de mi SPA favorito, al confesarme, me ha dicho: ¿Estás bien, Enrique? y yo le he contestado lo de siempre … ¡¡¡MEJOR QUE NUNCA!!! y allí mismo, sin vergüenza alguna, una vez me dio la bendición y el perdón a todos mis muchos pecados, le he puesto en el Smart-TV de la Sacristía este vídeo que me ha mandado una muy buena amiga, de gente bailando, para que pudiera entenderme aunque él, seguro, se hace el tonto cuando me dice … ¿Y esto que es lo qué es?.
– Dentro vídeo:
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