jueves, 11 de junio de 2020

Wow, siempre hombres, inútiles hombres

11 junio 2020
Estaba sentado, esperando que me atendieran en la larga cola del pan, (me dejan porque llevo cachava y luzco canas y andares vacilantes), pero de pronto, en el Todo a 100, la chica de los Andes que tanto gusta decir, siempre que ve a un hombre que le pregunta algo: “Wow, siempre hombres, inútiles hombres, ¡Vaya al fondo, donde pone herramientas!” y justo cuando andaba pensando en su habitual mala leche, zas, la niña, (que es una cincuentona de aspecto robusto, con formas, ojos preciosos, pero algo pasada de forma), pone en los altavoces que saca a la Avenida Santander una música con verso que me pirra y me ha pirrado siempre y que voy a dejar aquí para ver si con ello se le quita la mala uva que gasta la niña cincuentona:
Déjame esta noche… soñar contigo,
déjame imaginarme en tus labios los míos,
déjame que me crea que te vuelvo loca,
déjame que yo sea quien te quite la ropa,
déjame que mis manos rocen las tuyas,
déjame que te tome por la cintura,
déjame que te te espere aunque no vuelvas,
déjame que te deje, tenerme pena.
Si algún día diera con la manera de hacerte mía,
siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día,
qué bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,
que bonito seria arrojar al suelo la copa vacía.
Déjame presumir, de ti un poquito,
que mi piel sea el forro de tu vestido,
déjame que te coma solo con los ojos,
con lo que me provocas yo me conformo.